Me parece que depende mucho de la forma de ser de la persona, que sea o no tenaz, perseverante, que sea capaz o no de centrarse en una actividad, para que la afición a la astronomía sea algo duradero y no efímero.
Por supuesto, también depende de en qué medida una fascinación o una curiosidad por el firmamento, o por el conocimiento del universo, llega a calar en alguien.
Por supuesto, hay factores que ayudan o dificultan que la afición arraigue: ayuda el rodearse de otras personas aficionadas, buenas lecturas, con un nivel adecuado a los conocimientos, y buenos documentales. Por el contrario, un mal telescopio, o demasiado difícil de trasportar, el no poder observar en un lugar adecuado, etc, desalientan a una persona a profundizar en la astronomía.
Luego ya están las circunstancias de la vida: familia, trabajo, tiempo, residencia. Yo he visto personas que habían dejado de lado este mundo pero que conservaban un interés residual, y al llegar a una etapa de la vida en la que han dispuesto de más tiempo libre, han retomado el contacto con el tema.
Vuelvo a decir que depende mucho de en qué medida una persona mantiene un interés por la astronomía, aunque atraviese periodos de estancamiento.
Yo siempre tuve una inquietud por todo esto, primero muy difusa, que no tomó forma como afición hasta los 13 años, y desde entonces, a veces a trancas y barrancas, sigue hasta ahora (y ya van 27 años
) Nunca se sabe si un día pensaré: "anda , si a mi me gustaba la astronomía" , pero de momento no caerá esa breva.
Pero es verdad que se viven épocas mejores y peores. Al cambiarme de ciudad y comenzar a trabajar perdí mucha práctica observacional, y me tomó unos años recuperarla; en ese periodo me di cuenta de que no valía para la astronomía de sofá, no me satisface nada limitarme a leer artículos, yo necesito observar, aunque sea asomar la cabeza por la ventana y ver las estrellas a simple vista.
Creo que para que una afición a la astronomía sea duradera y satisfactoria es preciso estimularse continuamente profundizando en un campo, o probando otro cuando se domina el anterior. En definitiva, se trata de evitar sentirse estancado, eso es lo que resulta letal. Si ya te has trillado mucho el cielo profundo pues ponte con dobles, o trata de estimar el brillo de una estrella variable; si ya has mirado mucho la Luna, trata de ver tormentas en Júpiter, o cuenta manchas solares, por ejemplo, el caso es seguir siempre en activo.
Para mi, el hecho de realizar una actividad de observación que comportase ir recopilando datos con el tiempo, y que esa información pueda tener una utilidad, ha sido algo que revitalizó mi afición y la ha alimentado durante años. Cuando ya había hecho un poco de todo en observación, llegó un momento en que me aburría con la astronomía, y me decidí por intentar hacer observaciones de estrellas variables (estaba predispuesto favorablemente por mi interés hacia la física y la evolución estelar). Esa fue una de las mejores decisiones que tomé como aficionado a la astronomía.