El principio de incertidumbre de Heisenberg, con lógica aplastante, podría solventarse de resultar ciertos una serie de supuestos, relativos al magnetismo inducido.
En los hilos “Magnetismo Dictador” y “Viaje Ondular”, vierto preguntas al respecto, que de llegar con afirmaciones, daría como consecuencia, una presunción de lograr las mediciones de posición y velocidad del electrón en el átomo, simultáneamente.
Si de entrada, se trata de una falacia, estaré atento a los argumentos que rebatan mis supuestos.
Me baso, en que la nube de probabilidad de electrones imantados, ha cesado en su anárquica circulación, adaptándose a rutas fijas, obligatorias y con idénticas orientaciones de espín, que las partículas inductoras les han conferido.
Deben serlo, por cuanto una vez asumida la orientación magnética, las partículas, son capaces de reproducir el mismo efecto a unas terceras.
¿No es lo que se obtiene con el pendrive, al acoplarlo al ordenador con USB?.
Siguiendo con los supuestos, me hace pensar que el nuevo comportamiento de los electrones en el ámbito atómico, forzosamente, afectará a los quarks.
Antes, la nube de probabilidad, desbarataba cualquier intento de formación de campos magnéticos con fuerza sensible. Y se hallaban expuestos al campo que dimanaba de los nucleones, que como sabemos, no permanecían quietos.
El núcleo, dispone de oscilación y espín y cierto movimiento que los bosones permiten, entre protones y neutrones. En definitiva, los campos creados por unos (los nucleones) y otros, (los electrones), se alteran por lo menos en el tiempo.
Pero los quarks, asimismo unidos por gluones, también disponen de cierta libertad de movimiento incrementado por los atributos de color, sabor y encanto.
Si aceptamos también un grado de libertad de los preones (yo les llamé tertinos), constituyentes de las cargas eléctricas de los quarks, antes del átomo ser inducido, se entiende que el camino escogido por los electrones, aleatoriamente, en último término, resultaba como respuesta a lo que originalmente, procedía de las fuerzas de ellos, vibrantes, oscilantes y trasladantes.
Cuando magnetizamos a los átomos, no solo alteramos su estatus exterior. Ha de restablecerse equilibrio interior, mediante orientaciones magnéticas y cambios vibratorios.
Por último, aceptando todos estos supuestos, nos resta el afirmar que las copias obtenidas por el pendrive y sucesivas copias a nuevos soportes, han logrado que todos los átomos inducidos, sean una recreación exacta desde su apariencia exterior, hasta sus interioridades.
Luego, en el mismo instante, cada uno de los electrones de las diversas copias, ocupa un determinado punto de su orbital, con determinado espín y oscilación, idénticos en todos ellos. Y así, insinuamos a Heisenberg, que proceda a una lectura simultánea de la posición del electrón determinado, A, en el átomo alfa, en tanto que realice la lectura de la velocidad del electrón B, (idéntico en todo a A), en el átomo beta.
Si disponemos del aparato suficientemente sofisticado que pueda interconectado realizar tales mediciones simultáneas, habremos vencido parcialmente al principio de incertidumbre, pues únicamente lo logramos con dos lecturas de dos átomos, asimilándolas a uno solo.
Aguardo avalancha crítica, con tal post, pero os aseguro que ni soy Paulino,
ni mi intención es otra que ver por donde van mis erróneas interpretaciones. 
Saludos del Abuelo.
PD. Se me ocurre que podríais insinuar la no correspondencia del electrón A, con el B en el mismo instante y punto orbital, pero es que también supongo que las velocidades son idénticas y si ni el uno ni el otro, se apartan de la velocidad imperante por la autopista, por más tiempo transcurrido entre la indución original y la comparación renovada, continuarán ambos ocupando la misma posición. (Dos competidores en un circuito de carreras de fórmula uno, si mantienen su mismo régimen, por más vueltas que den, continuarán permaneciendo uno al lado del otro).
