Como veis en las fotografías, para la construcción del “parato” he utilizado dos Maksutov 127 de Skywatcher, configuración que me proporciona unos pros y unos contras que os describiré más adelante.
El meterme en este proyecto es consecuencia de dos factores. Por un lado me resulta muy incomodo el utilizar un solo ojo en las observaciones. Bien es cierto que podría haberme comprado un cabezal binocular, pero dado que la abertura de mi telescopio no es muy grande, lo descarté en un principio. Y por otro lado el binoscopio realizado por Nova hizo decidiese a ejecutar la idea. En un principio dude si la configuración Mak sería la apropiada para el montaje, pero decidí arriesgar, en el peor de los casos tendría que vender todo lo adquirido.
Una vez decidido a la construcción del mismo vino lo más difícil, planificar lo necesario y conseguirlo.
Lo primero que hice fue ponerme en contacto con Nova, quien me ha sido de una gran ayuda. Lamentablemente no he podido utilizar prácticamente ninguna de sus fuentes pero me han ayudado muchísimo a encauzar el proyecto. Localizar todo el material ha sido lo que más me ha costado.
Lo que tenía claro desde el primer momento era no hacer un desembolso desmesurado, con lo que he intentado buscar la opción más económica posible. Con esta premisa, para adquirir mi segundo tubo, descarté el adquirirlo nuevo, aunque he de decir que casi lo compro en un comercio de Canadá por un precio increíble. Finalmente, y tras varios meses y bastantes anuncios en los foros de compra-venta, se lo compre un conocido probador de instrumentos. Como curiosidad os diré que es la unidad que se probó en la revista Espacio.
Para el montaje óptico estuve buscando los prismas Vixen que utilizó Nova en su binoscopio, pero en todos los sitios me dijeron que estaban descatalogados, de tal modo que buceando en internet, localicé unos prismas idénticos pero de la marca Borg. Podía haberlos pedido directamente a Japón pero en Canarias localicé una tienda que me los conseguía a un buen precio. De esta misma marca adquirí unas anillas adaptadoras de rosca T2 (que es la que trae de serie el visualback del Mak) a 36’4 mm que es la rosca de los prismas, y unos enfocadotes helicoidales que ejercen una doble función, permiten hacer un enfoque fino, y minimizan el uso del enfoque del Mak, el cual, al hacerse por desplazamiento del primario, siempre se produce el temido “imageshift”, aunque he de decir, que en este modelo de Sckywatcher, es desplazamiento solo se hace notar a grandes aumentos. Comentar que antes de decidirme por los prismas Borg, y con el fin de evitar, tanto peso (cristales macizos), como por evitar que la luz tuviese que atravesar tantos cristales, estuve barajando la posibilidad de montar unas diagonales dieléctricas de Baader, pero el precio resultó prohibitivo, y dado que la calidad Borg está demostrada me decidí por estos últimos. Estas piezas tardaron alrededor de mes y medio en llegar.
El siguiente paso fue conseguir las pletinas de unión y alineamiento de los tubos. En el mercado hay varias opciones, pero siguiendo con la idea inicial de abaratar costes decidí fabricármelas yo con pletina de aluminio calibrado de 100 x 10. Me hice los planos y lo deje en suspenso por el momento.
Y ahora lo realmente complicado, la montura. Quedaba claro que el montaje requería una montura de horquilla, pero dado el tamaño de los tubos, necesitaba una amplitud de horquilla de unos 400 mm (16”). Por mucho que busqué en internet no encontré nada de estas dimensiones, lo único que conseguí, gracias nuevamente a Nova, fue encontrar un fabricante de horquillas en USA, que podría hacérmela a medida, pero que no me podían decir precio, puesto que no sabía lo que les iba a costar de fabricar. Ante tal situación decidí hacer algo arriesgado pero mucho más barato, buscar un tornero o carpintero metálico que me la hiciese. El primer paso era hacer los planos, aunque soy economista y mis conocimientos técnicos no pasan de ser superficiales, hice los planos a escala real y empecé la búsqueda de quien me lo ejecutase. En este caso a la segunda fue la vencida, encontré un carpintero metálico que se decidió a hacerme la montura, y aunque tampoco sabía lo que me iba a costar se concluyó con la frase “llegaremos a un acuerdo”, aunque tenía que localizarle yo los materiales, puesto que según el se salían de lo normal y su proveedor habitual no los tenía. Toda la montura está hecha de pletina de aluminio de de 100 x 10, y para localizar dicha pletina tuve que llamar a cuatro almacenes de aluminio de Valencia. También tuve que localizar los pomos de fijación de baquelita negra, aunque para esto bastó con ir a un almacén de suministros industriales. Con este mismo carpintero acorde que me hiciese las pletinas de unión. Transcurrido un mes podéis ver el resultado en las fotos.
Por último, y nuevamente con el fin de no gastarme mucho dinero, me faltaba la pieza de unión entre montura y trípode, ya que tenía decidido utilizar el que viene con el tubo y la EQ3-2, que si bien no es muy robusto, soporta perfectamente el peso del conjunto. La unión entre la montura y el trípode no se podía hacer directamente, puesto que como ya sabréis la mayoría, el trípode lleva un tetón para orientar la EQ3-2, y dicho tetón impide que asiente correctamente la horquilla. Para solucionar este problema me fabriqué una pieza de madera de haya con una recalada que permite salvar este obstáculo y dejar una superficie perfectamente plana para que asiente la montura. Esta pieza también la podéis ver en las fotografías.
Pues bien, una vez terminado venía la prueba de fuego, ¿funcionará? Solo lo puede probar anoche y desde mi casa. Lo que mas ha costado es la correcta alineación de los dos tubos. Durante el día hice unos primeros ajustes con algunas torres de alta tensión como objetivos, y el ajuste final lo hice por la noche con la Polar.
CONCLUSIONES.
Hasta 150 aumentos, la imagen es una pasada, apuntases a lo que apuntases, la sensación es de estar mirando con muchos más aumentos de los que realmente utilizas. La visión binocular produce un mayor efecto de proximidad al objeto. Hasta los 150 aumentos el imageshift pasa completamente desapercibido, de hecho si lo hay, el cerebro se basta por si mismo para alinear las dos imágenes y convertirlas en una única. Por otro lado, desde 37’5 aumentos (con un Plöss de 40 mm) hasta los 150 aumentos (con un Plöss de 10 mm), el enfoque se puede hacer prácticamente con los helicoidales, con lo que te evitas mover el primario.
A partir de 150 aumentos vienen los problemas. A 250 aumentos (con un Orto de 6 mm) conseguí tener buen alineamiento de los tubos, pero con estos aumentos si se nota el desplazamiento lateral de la imagen, con lo que se da el caso de que al desplazar el primario las estrellas aparecen dobles (no siempre, depende de lo que se mueva el primario), y esta “doblez” no es capaz de resolverla el cerebro, pues no interpreta que se trate de la misma imagen, sino que son puntos luminosos independientes. Esto puede comprobarlo con la luna, dado que con estos mismos aumentos (250) no tuve ningún problema con la imagen, y si que podía convertirla en una única. Esto creo que es como consecuencia de los puntos de referencia que tenga el cerebro, con la luna si se interpreta que es el mismo objeto el que llega por los dos ojos, pero con las estrellas es otro cantar.
En definitiva, me he construido unos magníficos prismáticos gigantes, que proporcionan unas imágenes impresionantes hasta 150 aumentos con cualquier tipo de objeto, y unas observaciones lunares hasta 250 aumento (no tengo oculares para probar más aumentos), que dejan impresionado. Y todo esto con un desembolso total que no llega a los 1.000 € (que en mi opinión esta bastante bien).
En cuanto a si he ganado o no alguna magnitud y cual es el rendimiento que proporciona en objetos de cielo profundo, no puedo deciros nada hasta que no lo pruebe en un cielo oscuro. Y en cuanto a planetaria, tampoco lo he probado, quiero esperar a que Júpiter este bien alto, aunque con el recuerdo que me ha dejado la luna, le tengo una ganas que “pa que”
Otra cosa que me resulta un tanto incomoda es el hecho de que con esta montura no puedo hacer un seguimiento fino de los objetos, sobre todo a grandes aumentos, aunque todo es acostumbrarse. Los usuarios de Dobson saben a que me refiero.
Por último deciros, que este instrumento mejoraría mucho utilizando otra configuración de oculares, es decir, no Plöss, dado que el blackout típico de estos oculares hace que en algunas ocasiones resulte incomodo observar a través de ellos, sobre todo si lo utiliza otra persona con una distancia interpupilar distinta a la mía. Se impone una renovación de oculares, pero todo se andará.
Ya os diré cosas cuando lo pruebe en un buenos cielos.
. A ver si coincidimos pronto y puedo probarlos, aunque si no recuerdo mal yo tengo la cabeza deforme y no me podré adaptar a tu perfecta distancia interpupilar 
