El agotamiento de los recursos pesqueros está directa y principalmente vinculado al fenómeno de la sobreexplotación. Veamos lo que dice una experta (Maite Tolosa, del Instituto Geográfico Vasco):
Maite Tolosa escribió:Las pautas de explotación del sector pesquero se asemejan mucho al método de explotación de los recursos no renovables, pese a que las especies pesqueras se consideran autorrenovables.Los adelantos técnicos en la pesca y la mayor demanda de los productos del mar han provocado que sea económico seguir pescando una especie aunque su densidad numérica sea menor. La explotación pesquera internacional se ha concentrado sobre determinados grupos de especies produciendo importantes riesgos de agotamiento y desaparición de algunas de ellas.
Los recursos pesqueros varían mucho en tamaño, localización, profundidad, densidad de población y facilidad de captura. Tienden a concentrarse en las plataformas continentales (entre 0-200 mts. de profundidad), en las aguas cercanas a la costa y en las zonas de surgencias de los océanos en los extremos meridional; septentrional y costas occidentales de los mares. Las áreas mencionadas constituyen los caladeros o playas de pesca.
El desarrollo de la flota mundial tras la II Guerra Mundial y fundamentalmente en los años sesenta ha provocado una fuerte sobreexplotación de los caladeros. La sobrepesca (overfishing) ha sido uno de los principales efectos de la intensificación del esfuerzo pesquero. Se ha producido un incremento notable de las capturas ya su vez una disminución de los rendimientos técnicos por unidad de esfuerzo....
Y ahora le toca el turno a la FAO (y a Greenpeace), organización de la ONU poco sospechosa de defender los intereses de las petroleras:
La pesca pirata cuesta a los pescadores legítimos 6.900 millones de euros cada año y tiene un impacto devastador sobre las poblaciones de peces y la biodiversidad de mares y océanos de todo el mundo. Ésta es la conclusión a la que ha llegado la organización ecologista Greenpeace, que ha hecho pública la primera base de datos global de los buques incluidos en listas negras. La base de datos, disponible en
http://blacklist.greenpeace.org,
ha sido presentada en la reunión del Comité de Pesca de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que se reunió en la segunda semana de este mes.
Ante la envergadura de este problema, dicho comité, que reúne a 131 países, decidió el pasado día 12 iniciar un proceso para adoptar un acuerdo internacional vinculante, que establezca medidas de control en los puertos donde se desembarca, transborda o procesa el pescado para combatir la pesca ilegal.
Los controles gubernamentales en puertos incluyen medidas como verificar los datos y el historial de los barcos antes de permitirles atracar y realizar inspecciones en el puerto para comprobar su documentación, la carga y los aparejos. La Comisión Europea ya ha anunciado que apoyará tales medidas
De acuerdo con los datos de la FAO, el 17% de los caladeros están sobreexplotados, el 7% agotados y el 1% se recupera del agotamiento, mientras el 52% se encuentran al máximo de su capacidad, lo que significa que un nivel mayor de capturas hará imposible su sostenimiento. Tan sólo un 20% de las poblaciones están moderadamente explotadas y un 3% lo están poco
Pero claro, la culpa la tiene el "cambio climático".
Vamos ahora con los
acuíferos. veamos que dice la FAO al respecto:
FAO escribió:Agotamiento de acuíferos. A pesar que los expertos señalan que las disponibilidades de aguas subterráneas son enormes, fluctuando, según las fuentes, entre 4 y 60 millones de kilómetros cúbicos, las realmente susceptibles de uso económico son mucho menores. Así si se considera aquella a menos de 4 000 metros de profundidad la cifra anterior se reduce a una que fluctúa entre ocho y diez millones de kilómetros cúbicos, y aun ésta tiene problemas técnicos y económicos para su explotación. Por otra parte, la explotación de acuíferos tiene que distinguir entre aquellos que se recargan regularmente, considerando en este caso sus tasas de recarga, y aquellos que lo hacen muy lentamente o que aparentemente no se recargan del todo y son conocidos como acuíferos fósiles.
La expansión de las tierras regadas se ha llevado a cabo no sólo mediante una mayor utilización de aguas superficiales, sino también por la explotación creciente de aguas subterráneas. Un quinto de los cultivos regados de Estados Unidos explotan un enorme acuífero, el de Ogallala, que se extiende desde Dakota del sur hasta el noroeste de Texas, abarcando un espacio aproximadamente igual a tres veces el estado de Nueva York, atravesando Oklahoma, Kansas y Nebraska. En 1978, más de ocho millones de hectáreas regadas dependían de la explotación de Ogallala. Sin embargo, a partir de entonces, y como consecuencia del paulatino agotamiento del acuífero y los consiguientes mayores costes de explotación, el área regada ha disminuido: sólo en el periodo 1978-1982 la reducción del área regada cayó 20% en Texas, 18% en Oklahoma y 9% en Nuevo México, que junto con las disminuciones registradas en los otros estados regados por el acuífero, Colorado, Kansas y Nebraska, resultan en una disminución de 592 000 hectáreas o en 7% del área regada. Dos años más tarde, en 1984, se calculaba que la reducción del área regada era de 15%.64 Se estima que la mitad del acuífero está agotada.65
El problema se presenta prácticamente en todas las áreas regadas del mundo. Durante la década de los setenta, en el estado de Tamil Nadu en el sur de la India los niveles de los acuíferos descendieron entre 25 y 30 metros.
La forma dominante de gestión de los acuíferos no considera adecuadamente los costos reales del recurso agua y desconoce las tasas de recarga o las ignora en el cálculo. Se lleva a cabo una forma de explotación similar a la de las actividades mineras, de allí la expresión inglesa "mining water resources", con el agravante que en este caso el recurso en cuestión, el agua, está subvalorizado por el cálculo económico tradicional, ya que sigue siendo considerado un bien público, en particular los acuíferos son frecuentemente considerados como bienes de libre acceso, de manera que el o los propietarios de un terreno que comparten un acuífero se sienten estimulados a maximizar el uso del recurso «abundante» por el cual no existen costos monetarios.
Es frecuente que la explotación de acuíferos esté relacionada con humedales en cuyo caso el impacto del agotamiento del acuífero repercute en el humedal e induce su transformación con pérdidas sociales, de recursos naturales y ambientales y modificaciones del paisaje.
El agotamiento de los acuíferos da origen a otros dos serios problemas: la intrusión de agua de mar y el hundimiento de suelos.
Pero claro, la culpa es del "cambio climático".
En cuanto a las variaciones de corrientes y demás en las costas del Pacífico peruano, no se puede olvidar el impacto del fenómeno de "El Niño". Como dice Roberto Ayra, un estudioso del fenómeno:
Roberto Ayra escribió: Durante cientos de años los pescadores artesanales de Paita, en la costa norte del Perú, habían percibido una contra corriente caliente que anualmente venía desde el norte. Por unas pocas semanas ella se sobrepone a las aguas frías, que se desplazan hacia el norte, correspondientes a la Corriente de Humboldt. Durante esos períodos cálidos la pesca es menos abundante, por lo cual los pescadores frecuentemente se toman un descanso para reparar sus equipos y pasar más tiempo con sus familias. A fines del Siglo XIX, la corriente recurrente se había hecho conocida como Corriente del Niño, o solamente El Niño. Este nombre correspondía al del Niño Jesús, en referencia a que normalmente aparecía alrededor de la Navidad. Confusamente, sin embargo, éste no es el mismo "El Niño" que nosotros conocemos hoy.
Cada ciertos años, esta contracorriente cálida se extendía más hacia el sur y en esas ocasiones duraba algunos meses y traía consigo excepcionales lluvias. A los pescadores esto le significaba tiempo infructuoso, por la traumática reducción de la captura de peces. Para los residentes alrededor de Piura, situada tierra adentro de Paita, estos mismos meses eran vistos como tiempos de plenitud pues, "... la tierra desértica es empapada por intensas precipitaciones", de acuerdo a una descripción del evento El Niño de 1891 y "en unas pocas semanas el país es cubierto por pastos abundantes. El aumento natural de la masa ganadera prácticamente se duplica y el algodón puede ser plantado en lugares donde en otros años parece imposible tener vegetación." No parece extraño entonces que esos períodos fueran catalogados como años de abundancia o "años de aguas".
Hoy en día, El Niño ha sido reconocido como la causa de los mayores cambios climáticos que el globo experimenta de año en año. Desde su epicentro en el Pacífico tropical, un El Niño modifica las corrientes marítimas, los vientos alisios, los sistemas gestores de lluvias y las rutas usuales de las tormentas alrededor del mundo. Las ondas de choque reverberan alrededor del mundo, afectando las cadenas alimentarias y las economías nacionales. Tal como desde el cielo pueden verse los resplandores de los rayos cayendo sobre localidades separadas, un evento El Niño puede afectar simultáneamente a todos los continentes. Pocas personas en este planeta pueden escapar de sus efectos.
(...) sería engañoso pensar que el Pacífico es estable. En los trópicos, la superficie del océano y de la atmósfera están en permanente diálogo, con el estado de uno influenciando constantemente el estado del otro. Los vientos cambian la temperatura de la superficie del mar, que influye sobre el patrón de las lluvias y los vientos. Pero la información que se intercambia entre los dos medios no se comunica a la misma velocidad. Mientras los océanos contienen enormes cantidad de calor, también tienen una gran inercia. Los cambios en los océanos son lentos y están en una permanente búsqueda de un estado de equilibrio con la atmósfera. El Pacífico tropical, tal como todos los otros océanos tropicales, no está nunca en equilibrio. En algunas circunstancias el equilibrio se tornará muy sensible a las perturbaciones. Esto es más probable que ocurra alrededor de marzo y abril, cuando los vientos alisios están más debilitados. También puede producirse una intensificación de las diferencias usuales entre el este y el oeste, tanto en la presión atmosférica como en las temperaturas a nivel superficial. En esas ocasiones, aún la más tenue perturbación o cosquilleo a las papilas olfativas del Pacífico, puede generar el más violento de los estornudos.
Nadie sabe con certeza qué inicia un evento El Niño. En diversas ocasiones los dedos han apuntado a cambios en el Océano Indico, la cubierta de nieve en Asia y aún, al casquete polar de la Antártica. Otras teorías han sugerido que el percutor es la actividad sísmica, tratando de enlazar la aparente correlación entre ciertas erupciones volcánicas submarinas (asociadas a penachos surgentes del magma caliente) y el comienzo de eventos El Niño. Mientras estos percutores, que se sitúan lejos del Pacífico tropical, pueden tener el potencial de modificar los El Niño, la mayoría de los científicos cree ahora que los reales culpables se esconden más cerca de casa, en un anonimato casi total.
Pero claro, la culpa es del "cambio climático".
Veamos ahora las talas de los bosques. ¿Son causados por el cambio climático? ¡Por favor! La deforestación tiene una de sus principales causas en la pobreza y en la corrupción. No creo que nadie pueda discutirlo. Sin embargo, veamos que dice la FAO al respecto (resumen de prensa, para no aburrir):
FAO escribió:La deforestación del planeta se está deteniendo e incluso invirtiendo, según un estudio científico que vincula el producto interior bruto de los países con los procesos de recuperación de bosques: cuanto más rico es un país, más bosques recupera.
La 'transición forestal', punto en el que un país comienza a recuperar masa arbolada, estaría en marcha en países ricos, entre ellos España, según la investigación llevada a cabo por un equipo multinacional de científicos capitaneado por el profesor de Ciencias Ambientales de la Universidad de Helsinki (Finlandia), Pekka E. Kauppi.
Este fenómeno de la transición forestal, es decir, la recuperación de bosques, se estaría extendiendo cada vez a más países, según los autores.
"Vemos indicios para el fin de la deforestación; no hacemos predicciones, pero es posible", ha declarado Pekka E. Kauppi (uno de los autores) a la BBC.
De nuevo la vinculación deforestación-pobreza es clara y manifiesta. Este informe, claro, fue objetado por Greenpeace ya que apuntaba en una dirección que no le interesa: no nos estamos quedando sin árboles. Claro que ya sabemos que los de Greenpeace son más listos que nadie y llevan razón en todo ya que ellos y sólo ellos son los que saben lo que le conviene a la Tierra.
Pero claro, la culpa de la deforestación también la tendría "el cambio climático".
Por último, y para terminar, comento un par de cosas de tu anterior post que no pude hacer antes pues era la hora de comer y las lentejas son sagradas:
Glaciares escribió: Según el profesor Martin Beniston, del Instituto de Geografía de la Universidad de Friburgo, Suiza, "Los modelos climáticos ignoran numerosos detalles de las montañas." Esto hace difícil predecir las consecuencias del calentamiento global sobre los glaciares.
Beniston dice que "es difícil estimar la respuesta exacta de los glaciares al calentamiento global, porque la dinámica de los glaciares está influenciada por numerosos factores además del clima, aún cuando la temperatura y la nubosidad sean los factores dominantes de control. De acuerdo al tamaño, exposición y altitud de los glaciares, se deben esperar diferentes tiempos de respuesta para los mismos forzamientos climáticos."
Eso podría explicar por qué hay varios glaciares Suizos que están avanzando, aún cuando Suiza ha experimentado una década de inviernos moderados, veranos calientes y menos lluvias
Otros científicos están de acuerdo en que no es adecuado buscar en los glaciares evidencia del cambio climático. El glaciólogo del Instituto de Geofísica de la Universidad de Alaska, Keith Echelmeyer, dice que "Probar el caso de que los glaciares están retrocediendo, y que el problema es el calentamiento global, es algo muy difícil de hacer... la Física es demasiado compleja. Hay mucho más involucrado allí que sólo la respuesta al clima." Echelmeyer hace notar que en Alaska hay un gran número de glaciares que avanzan en las mismas áreas en que otros están retrocediendo.
(...) El tamaño parece ser uno de los determinantes más significativos del tiempo de respuesta de los glaciares al cambio climático. Básicamente, mientras más grande sea el glaciar, mayor es el tiempo que llevará para ser afectado por el cambio de clima. Por ejemplo, a una capa de hielo Polar le llevaría de 10.000 a 100.000 años responder a cualquier calentamiento global que ocurriese ahora. A un gran glaciar de montaña le llevaría entre 1.000 y 10.000 años responder al calentamiento actual, mientras que a un pequeño glaciar de montaña le llevaría entre 100 a 1.000 años responder al cambio.[5] Así, la explicación para el actual retroceso de algunos glaciares es que responden al calentamiento natural que ocurrió, ya sea durante el Período Cálido Medieval del siglo 11, o a un período aun más cálido que ocurrió hace 6.000 años.
Los proponentes de la teoría del calentamiento global apuntan al retroceso de los glaciares en las latitudes medias del planeta - áreas donde se ubican los Estados Unidos, Europa, Sudamérica y África - como evidencia del calentamiento inducido por el hombre. Como se ha mencionado más arriba, estos glaciares en latitudes medias no pueden usarse como indicadores confiables del cambio climático global, ya que están afectados por una compleja mezcla de fenómenos locales y regionales. Al enfocar demasiada atención sobre estos glaciares, sin embargo, se tiene la nítida impresión de que los proponentes del calentamiento global están eligiendo de manera deliberada algunos glaciares para analizar y apoyar su tesis de que el calentamiento global ya está en camino, mientras que ignoran a los demás glaciares que no apoyan su teoría.
A esto, añado este dato, ya comentado en estos foros:
Número de glaciares en el mundo: unos 160.000 (¡!)
Inventariados: 77.000
Datos de balance de masa: 79
En fin, no sigo. Ya he abrumado bastante.
Como resumen final: es mucho más sencillo achacarle la culpa de todo al "cambio climático" y no molestarse en investigar la multitud de factores que inciden en el clima y en la biosfera. Pero basta rascar un poco para ver que la realidad físico-biológica de nuestro planeta es mucho más complicada de lo que se creen periodistas y ecologistas de salón.