La Física de la Inmortalidad

[franc]

Esta es una exposición de la posible inmortalidad humana o, al menos, de la posibilidad de la persistencia de la consciencia y la personalidad tras la muerte.

Este tema siempre se ha abordado desde los puntos de vista de la Religión y también de la Parapsicología, pero no desde la óptica de la Física y de otras ciencias como la Biología o la Medicina.

Muchos podrán decir que este tema queda fuera del ámbito de la Ciencia ya que, al fin y al cabo, una vez cesadas las constantes vitales de un individuo éste no presenta actividad biológica ni eléctrica que pueda ser pesada, medida ni contada, no podemos aplicar en este caso el método científico (salvo en todo caso para certificar la defunción y cese de actividades biológicas del individuo) ni las supuestas hipótesis que podamos esgrimir sobre “lo que viene después” son falsables.
¿Puede entonces la Ciencia, de algún modo, generar algo de luz en este tema?. La respuesta es que sí.

Es cierto que a día de hoy se han realizado experimentos médicos sobre supuestas “experiencias más allá de la muerte” basadas en los relatos de personas que han sobrevivido a un proceso de muerte clínica. Es cierto, que muchos de estos experimentos han sido realizados bajo la supervisión de científicos como médicos, bioquímicos o sicólogos.
Los fenómenos que dicen sentir estas personas son similares en todos los casos: luces blancas, túneles, sensación de salida del cuerpo y sensación de vuelo o levitación, sensación de paz y tranquilidad y encuentro con personas “del otro lado” normalmente familiares desaparecidos.
Muchos que se autoproclaman “investigadores de lo paranormal” consideran que estas son pruebas claras de la existencia de algo “más allá”, de una pervivencia de la existencia, para las personas que fallecen. Algunos de estos investigadores como el Dr. Raymond Moody se hicieron multimillonarios durante los años setenta y ochenta vendiendo millones de libros sobre el tema, pero, ¿están estos sujetos realmente en lo cierto o puede la ciencia explicar estos síntomas o fenómenos sin necesidad de recurrir a una intervención trascendente o sobrenatural?. Pues ciertamente sí puede.

Bien, hoy en día todos los fenómenos descritos por Moody y otros han sido repetidos en pacientes sanos (que no tenían ningún tipo de trastorno ni se encontraban al borde de la muerte) inducidos por drogas o por estimulaciones eléctricas.
Así en individuos que fueron sometidos a una simulación de condiciones similares a las operantes en personas moribundas (bajo nivel de oxigeno en la sangre, alta concentración de dióxido de carbono en sangre, hiperventilación, altas concentraciones de serotonina y endorfinas –en este caso se simuló con la administración de ketamina-, así como estimulaciones eléctricas del lóbulo temporal además de estudios realizados con personas consumidoras de LSD y de mescalina se ha, en todos estos casos, observado la aparición de síntomas similares a los descritos por personas que han vivido estadios cercanos a la muerte (luces o flashes, sensación de salida del cuerpo, alucinaciones, tranquilidad y felicidad, etc).

En otros casos, personas que han salido de quirófanos donde fueron “recuperados” cuentan como vieron en todo momento los esfuerzos de los médicos por revivirlos e incluso pueden repetir las conversaciones mantenidas por los doctores durante la operación.
Bien, para explicar esto no es necesario recurrir a nada sobrenatural. Basta darse cuenta que durante una operación el oído del paciente sigue perfectamente inalterado por lo cual puede escuchar las conversaciones que se producen en su derredor y transmitirlas al cerebro del paciente (otra cosa es que no seamos conscientes de ello pero sí lo somos a nivel inconsciente). Para entender los procesos de “visión de la operación” basta con recurrir a fenómenos de sinestesia perfectamente naturales y estudiados por la ciencia. Por ejemplo, si yo escucho “¡se nos va, carga las palas a 300!” mentalmente veo a un grupo de médicos en un quirófano con las palas eléctricas en la mano a punto de aplicarlas sobre un paciente. Tras la operación el individuo cree estar completamente seguro de haber “visto y oido” los esfuerzos de los médicos por salvar su vida aunque sólo sea cierto esto último.
Es decir, estos individuos acaban creando “falsas memorias” que por lo demás son, para ellos, completamente reales aunque sólo en sus mentes.

Por lo tanto este tipo de fenómenos están ya desmontados por la ciencia como algo natural y en absoluto como prueba de nada.

Entonces, ¿existen medios de que el ser humano alcance la inmortalidad por medios puramente científicos sin recurrir a la Religión o a la Seudociencia?.

Hace años leí un libro titulado “La Física de la Inmortalidad” de un físico norteamericano llamado Frank Tipler.
Tipler sostiene que es capaz de probar la existencia de vida después de la muerte mediante una inteligencia artificial que él denomina el “Punto Omega” y que así mismo identifica con Dios.
Tipler explica que el Universo es todo lo que existe en la realidad y de que es posible encontrar a Dios y probar la inmortalidad no sólo humana sino de todo lo que existe a través de la Física.
¿Y cómo?.
Tipler asegura que las leyes de la física nos dicen que un día el género humano se expandirá y acabará tomando el universo entero, y de esta forma la vida se convertirá en omnipresente. Y al tiempo que el universo evoluciona hacia su estado último, el conocimiento en el universo se incrementará sin límites, llegando a ser, literalmente, infinito al final del tiempo: todo lo que se pueda saber al final del tiempo, se sabrá y la cantidad de energía que será utilizada se convertirá literalmente en infinita al final del tiempo.
Esto nos lleva a la conclusión de que la vida, al final del tiempo, es omnipotente, omnipresente y omnisciente, que son los atributos clásicos de Dios, y es por esto que Tipler identifica el final del tiempo con Dios.
Es decir, que según Tipler, en el mismo momento del fin del Universo (Punto Omega) la inteligencia es infinita y se convierte en Dios.

Si consideramos entonces que las capacidades de computación podrán aumentar indefinidamente, Tipler especula con la posibilidad de que los seres inteligentes que pueblen un universo cerrado en los momentos inmediatamente anteriores al colapso podrían simular de manera precisa -lo que Tipler denomina emulación- todos los universos y seres humanos posibles y de esa manera resucitarnos a todos como emulaciones en un entorno virtual familiar pero mejorado algo así como el Cielo.
Es evidente que muchos pueden considerar estas elucubraciones de Tipler más cercanas a la Ciencia-Ficción o a la Seudociencia que a la Física, sin embargo, al menos hay que decir que la propuesta de Tipler es falsable predice un Universo cerrado que finalizará en un Big Crunch (hay que decir que las pruebas que tenemos hasta ahora no van por ahí).

Bueno, aún suponiendo que esto fuese verdad…¿por qué los humanos o lo que sean que vivan en esos últimos segundos del Universo iban a querer emular todo lo que ha existido en el Universo alguna vez?.

Tipler replica que los seres humanos y todo lo demás no es algo infinitamente complejo, de hecho, si la capacidad de computación y cálculo serán infinitas en ese momento, el reproducirnos a nosotros y todo lo que ha existido será muy fácil y precisará de muy poco trabajo.

¿Pero para qué?.

Simplemente para evitar el fin del Universo proporcionando así un infinito "tiempo virtual", el cual será utilizado para desarrollar simulaciones de toda forma de vida o cosa que alguna vez haya existido en la historia del universo.

Ver:
http://www.rtve.es/tve/b/redes/semanal/ ... evista.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Frank_J._Tipler

En unos conceptos bastante similares a los expuestos por Tipler, el físico ruso Andrei Linde ha enunciado la posibilidad de que en un futuro los humanos seamos capaces de crear Universos bebes.
Esto podría realizarse mediante la concentración de una gran cantidad de energía en un punto determinado lo cual podría generar una protuberancia del espacio-tiempo. Según Linde, nosotros sólo veríamos un agujero negro que se encoge gradualmente pero realmente habría una explosión expansiva dentro de la protuberancia que nosotros ni veríamos ni sentiríamos.
Luego, Linde especula como Tipler con la posibilidad de que una sociedad muy lejana en el tiempo pudiese sentir la necesidad de emular lo ya existente o que hubiese existido anteriormente y darle forma en ese nuevo Universo. De tal forma que aquello que vivió muchísimos eones antes volvería a hacerlo.

Cavilando también sobre la Inmortalidad pero desde otro punto de vista, el biólogo e investigador británico Aubrey de Grey, propone el alcanzar la inmortalidad por etapas o fases. Así:

1. En los próximos diez años podremos obtener resultados en la extensión de la vida en el laboratorio con ratones. Un ratón vive normalmente unos tres años, podremos tomar ratones que tengan dos años y entonces intervendremos y esto les permitirá vivir quizá hasta que tengan cinco años, en vez de tres.

2. En unos veinticinco años. Se aplicará esta tecnología en humanos. Se aplicarán terapias a personas entre sesenta y setenta años de edad consiguiendo que vivan por encima de los cien años.
Es decir, consiguiendo aumentar la duración de la vida media alrededor de treinta años.

3. En los próximos años. Proceso de rejuvenecimiento. De Grey sostiene que la propia vida es tóxica. A lo largo de la vida bien por mutaciones que se van produciendo en el ADN de las células, bien por fenómenos de oxidación o carboxilación en las células o por procesos propios del metabolismo se van generando y acumulando daños en el organismo que comienzan a surgir al atravesar un umbral (es decir cuando esta acumulación de daños llega a una cantidad determinada) que ocurre por término medio a una edad también determinada (aunque no sea igual para todas las personas) que De Grey sitúa en los sesenta años.

De Grey sostiene que en los próximos veinte años se mejorarán las terapias para reparar estos tipos de daños y bastará, por ejemplo, reparar el cincuenta por ciento de estos daños en un individuo para que rejuvenezca entre quince y veinte años.

4. Cuando la capacidad de reparación de estos daños alcance un eficacia muy alta (y esto se logrará si se invierte el dinero necesario) la gente literalmente dejará de envejecer y la duración de vida será muy elevada (de siglos o de milenios) entonces, en un futuro lejano, las personas que vivan entonces querrán, tal vez, recuperar a aquellos familiares ya fallecidos (ya que la medicina y la ciencia podrán lograrlos en ese futuro). Si personas son “recuperadas” de la muerte pueden desear a su vez “recuperar” a otros familiares anteriores a él también fenecidos o incluso al ámbito en el que vivió lo que supone la “recuperación” también de amigos, novias, amantes, compañeros de trabajo, incluso mascotas. Es decir, según De Grey, podría producirse un fenómeno de cascada o de cadena que produciría la “resurrección” de buena parte de la humanidad que ha existido.

Ver:
http://www.rtve.es/tve/b/redes/semanal/ ... evista.htm

Finalmente, se encuentra la Teoría de los Multiversos o de Realidades Alternativas de Hugh Everett. Esta teoría defendida vivamente por Deutsch y DeWitt y también, al menos en parte, por Hawking, Feynman y Weimberg expone que en el momento en que el Universo tiene que optar por dos o más elecciones posibles lo que hace es elegirlas todas dividiéndose en tantas posibilidades como quepan en la elección. Prevaleciendo aquella que más posibilidades estadísticas tenga de producirse.
La teoría del señor Everett nos permitiría a todos ya no sólo volver a la vida después de la muerte sino mejor aún el no morir jamás. Basada en la paradoja del gato de Schrödinger y en la propiedad de las partículas subatómicas por la cual para cualquier sistema físico el observador es tan importante como el sistema que observa. Sin él, el sistema está indefinido entre cualquiera de las situaciones posibles. Esta visión del mundo de la teoría cuántica está conectada con la existencia de múltiples universos y la formación de mundos paralelos.
Cada vez que una situación sea susceptible de una elección, en el nivel cuántico, el universo se divida en tantos universos como elecciones sean posibles.
Todos nosotros viviríamos todas las posibilidades posibles por mínima que fuese la probabilidad. Naceríamos siempre igual, en la misma ciudad, en la misma familia, en el mismo ambiente, pero luego, según las decisiones que tomáramos- y las decisiones que hiciésemos tomar a los demás- nuestra vida iría cambiando. Habría vidas en que nos tocaría la lotería y seríamos millonarios, en unas tendríamos un trabajo en otras otro, incluso habría alguna en que podríamos llegar a ser estrellas del rock, futbolistas famosos o premios Nobel. Cualquier cosa que fuese posible aun cuando fuese muy improbable se cumpliría.

De hecho, la propuesta de Everett supone, de facto, la inmortalidad. Everett y Tegmark propusieron para demostrarlo el siguiente experimento.
Supongamos que una persona decide jugar a la ruleta rusa. Carga un arma con tres balas en un cargador giratorio con capacidad para seis balas. Hace girar el cargador y coloca la pistola delante de él en dirección a su frente. En el momento de apretar el gatillo las posibilidades son de un 50% estar vivo y un 50% estar muerto.
Pero qué ocurre, según la interpretación de Copenhague (un sistema físico existe en uno y sólo uno de sus estados posibles después de realizar una medición).
Es decir después de observarla y por lo tanto después de haber interferido en el sistema físico como tal.
Entonces, esto ocurrirá cuando el hombre contemple que efectivamente el revolver se ha disparado y la bala va hacia él. Sin embargo, como existe un 50% de probabilidades de que esto no sucediese esto supone que existe un 50% de mundos paralelos donde haga lo que haga no morirá. Podría repetir el experimento las veces que quisiera que nunca se dispararía el arma.

Everett consideraba que esta era una prueba de la inmortalidad no sólo de los seres humanos sino de todos los seres vivos.
Decía Everett que su conciencia siempre encontraría el rumbo que no conduce a la muerte, sino al infinito.

Ver:
http://en.wikipedia.org/wiki/Quantum_su ... mmortality
http://es.wikipedia.org/wiki/Hugh_Everett

Autor: Carlos V

saludos

[Valakirka]

Claro Franc, claro, por eso mi padre que falleció hace 6 años y medio me está hablando ahora aquí a mi lado y preguntándome acerca de lo que estoy haciendo.

Estas historias que nos has contado me recuerdan las fantasías que le gustaba contar a Asimov, pero él lo hacía como un entretenimiento y lo convertía en novelas, así debió nacer la serie "La Fundación". Pero plantear todo esto como algo serio, pues como que no.

No obstante, hay que reconocer el esfuerzo que has realizado sintetizando semejantes elucubraciones, no sé si de dos locos o de dos aburridos, por cierto tengo entendido que Tipler no tiene muy buena fama entre sus colegas, aunque su manual de Física está muy bien.

La realidad es que para saber lo que pasa en el interior de una persona, particularmente en el momento de la llamada "muerte clínica", habría que estar dentro de ella. Para saber quién o cómo se creó el Universo, éste, ningún otro de los que nada se sabe en cuanto se sale de algunas pizarras habría que ir más allá de cualquier principio. Para poblar el Universo la Humanidad, y dale con el antropocentrismo, necesitaría la Eternidad y de momento no puede ser dado que eterno es igual a ni principio ni fin, entonces es que habría habido millones, billones, trillones, cuatrillones... etc., de humanidades. Sería interesante interiorizar sentido numérico de las cosas para así no caer en situaciones ilógicas por completo.

Tolkien fué capaz de imaginar toda una mitología para Inglaterra hasta con idiomas propios que incluyen la posibilidad de declinarlos; hay cosmólogos que son capaces de imaginar universos sin cuento ni fin. En ambos ejemplos hay dos similitudes: las respectivas capacidades intelectivas dignas de admiración, y las enormes fantasías generadas en esos cerebros.

No obstante, hay una esperanza y es que "La energía ni se crea ni se destruye, solamente se transforma" (1ª Ley de la Termodinámica) y todo ser vivo está animado por energía. Pero en lo que jamás he creído es en el ser humano, como pretendido dios, ridículo, ni como pretendido ser superior capaz de poblar un Universo y llegar a ser Creador, ahí es nada... pero si desde las cavernas a hoy apenas hemos aprendido cuatro cosas.

Especular con el futuro de la Humanidad es eso, especular sin fundamento alguno. Pensar que estadísticamente tiene un porvenir escaso, al menos como civilización, es casi acertar en una más que posible diana: crisis económica insuperable; hambrunas; guerras imprevisibles causadas por el agotamiento de recursos naturales; alguna pandemia favorecida por la facilidad de las comunicaciones; riesgos astronómicos (un NEAR, una explosión de rayos gamma, problemas provenientes del Sol...); ese calentamiento global que casi seguramente será el preludio de una nueva era glaciar...

La civilización humana es demasiado vulnerable, demasiado frágil y lo más probable es que ésta que nos ha tocado en suerte, no sobreviva demasiados siglos, al menos no los suficientes como para ver una superhumanidad de novela de ciencia-ficción. A lo largo de la Historia ha habido 20 civilizaciones, ninguna global, todas extinguidas, ahora es el turno de esta, por cierto la más destructiva de todas.

[Vlasov]

Dejando a un lado la opinión de cada cual, es de agradecer el esfuerzo que habeís realizado, en un tema que siempre será interesante.

Saludos.

[franc]

Valakirka, la exposición no es mía. La recogí de otro foro, con permiso, para reportarla en éste y saber opiniones. A mí me parece interesante, aunque estoy de acuerdo contigo, que casi todo lo expuesto es ciencia ficción y especulación con alguna base científica como apoyo, para darle una posibilidad futura.

saludos

[Valakirka]

No, si ya se ve que lo has extraído de algún sitio, y como es muy denso es por lo que reconozco el esfuerzo que has realizado para que otros podamos leerlo y emitir nuestros juicios particulares.

Sin duda, el tema de la inmortalidad del alma es una de las mayores inquietudes del ser humano. La necesidad de sentir que no todo acaba en la muerte, la esperanza de una nueva existencia en otro lugar, en otro plano o en otro estado de la energía, el miedo a la oscuridad, a la soledad, o lo que es peor, a la nada, es lo que nos ha llevado siempre a buscar respuestas. Desde el quiénes somos, qué hacemos aquí, para qué existimos, qué pasa con nosotros después, son las razones, las motivaciones en la búsqueda de respuestas del género humano para paliar el dolor de su "pequeñez" y su "finitud".

En el mensaje anterior he mencionado a Tolkien, y éste afirmaba acerca de su obra:

"Trata sobre todo de la Muerte y la Inmortalidad; y de las "Huidas": la Longevidad y el Atesoramiento de la Memoria."

¿No es esto acaso lo que vienen a decir Tipler y Linde?

Naturalmente a Tolkien no hay que leerlo sólo en ESDLA, sino en sus "Cartas", en sus biógrafos, en sus ensayos que aparentemente nada tienen que ver con la parte fantástica de su obra. En todo caso, la obra de este hombre obedeció siempre a una "búsqueda".

La misma búsqueda de otros muchos, llámense como se llamen y la expongan como la expongan desde el enfoque que consideren más oportuno, aceptable o convincente...