Mitología de las constelaciones y otros añadidos

[lumbrerasky]

Hola, esperaré impaciente a que publiques la mitología del centauro, una de las que menos conozco. Saludos.

[JCS]

Gracias Ignacio, por tus palabras, siempre alentadoras. Pero te equivocas al pensar que poco estás haciendo. ¿Adónde crees que va a ir a parar todo el magnífico trabajo con el que nos asombras un día sí y otro también? Todos estamos embarcados en la misma nave y cada cual hace su labor. La mía es la de “paparazzi” y relator (en ocasiones, rapsoda) pero nada más. ¡Ya quisiera yo estar a vuestra altura!

Lumbreraski, en principio la parte mitológica de las constelaciones. Se halla limitada a las visibles en nuestro hemisferio, aquellas 48 que Ptolomeo incluyó en su “Almagesto”, aunque añadiendo las modernas de Johann Bayer, Jakob Bartsch y Hevelius, sin olvidarnos del gran Tycho Brahe con su Cabellera de Berenice. El sur también puede dar bastante juego, pero la mayoría de las constelaciones son modernas y pasan de refilón por la Mitología griega. El Centauro es una de ellas pese a no estar, del todo claro, pues Eratóstenes no la cita en sus Catasterismos (cosa nada singular, teniendo en cuenta que no era capaz de verla), pero no asignó ningún grupo de estrellas a estos seres. No obstante, y a posteriori, parece que se le rindió homenaje al Centauro Quirón, amigo y preceptor de Aquiles. Este personaje pertenece a la estirpe de los Centauros y tienen su origen en la raza lapita, originaria del norte de Tesalia o, al menos, derivada de una de sus ramas. Desgraciadamente construir una historia coherente de los lapitas resulta una empresa arriesgada y de resultados dudosos. Por decir algo nos remitiremos a un oscuro personaje, por nombre Ixión, que se ganó a pulso su permanencia en el reino de las sombras, para gozo de nuestro celebrado Hades. Parece que el tal sujeto comenzó su carrera con el asesinato de Deyonéo, a cuya hija Día le había echado el ojo. Prometió a su padre una sustanciosa dote a cambio de su conformidad pero mezquino, como era, en lugar de cumplir la parte correspondiente del trato, decidió tenderle una trampa con el noble fin de ahorrarse una pasta, de modo que cavó un hoyo, lo rellenó de brasas ardiendo y esperó, pacientemente, a que el futuro suegro se convirtiera en churrasco (imaginación no le faltaba, desde luego).

De forma incomprensible, Zeus, sintió compasión por él y no castigó al taimado sujeto. En vez de ello no se le ocurrió otra cosa que invitarle al Olimpo y el pájaro decidió pagar la clemencia y hospitalidad del padre de los dioses, trabajándose a su esposa Hera.

Obviamente la diosa, que no se andaba con remilgos, informó puntualmente a su esposo, de modo que idearon una estratagema para cazar al tarugo “a calzón bajado”. El modo en que le tendieron la emboscada consistió en una ejemplar mezcla de imaginación y lirismo: dieron a una nube la figura de Hera y permitieron que retozara debidamente, después se las ingeniaron para que tal ayuntamiento diese como fruto a Centauro que, posteriormente, se apareó con las yeguas salvajes del monte Pelión, con el resultado de generar la estirpe de los Centauros, de figura bien conocida, y de carácter brutal e impío, con la excepción del, ya mentado, Quirón

En cualquier caso, el figura de Ixios no quedó, al cabo sin castigo, pues Zeus lo mandó directamente al inframundo atado a la llanta de un carro ardiente y, desde entonces, se dedica a reflexionar sobre lo acertado de sus hazañas.

Y aquí lo dejo. Amigo, al final, me has liado. Pero no te lo reprocho, en estas cosas yo entro al trapo con facilidad. No es preciso insistir demasiado.

Confío en no haberte decepcionado mucho.

Un abrazo.

[Tracer]

felicidades por un post buenisimo al cual, para adornar mas que nada, solamente lo pondria una fotico de la constelacion y del personaje de marras, pero vamos para tocar la pera, por lo demas, impresionante, muy buen trabajo.

[JuanAndre]

Este hilo es muy bueno JCS, enhorabuena! Es muy divertido y enriquecedor leerte.
La historia de la concepcion de Orion es muy buena, he leido despues que esa visita de los 3 dioses a Hirieo echando sus sustancias (esa fuente, ''la biblia por fin explicada por los sacerdotes de SMLRDP'', de Voltaire, pretendia que no era precisamente orina) en una piel de buey es muy similar a la visita que hizo Dios y 2 angeles a Abraham cuando le prometieron que iba a tener un hijo de Sara (el futuro Isaac). Quien a copidado quien es muy dificil de decir....
A proposito del Centauro, me suenaba como lo dices que era Quiron, despues de haber sido herrido por Heracles (por flechas envenenadas con la sangre de la Hydra), habia pedido a Zeus de poner fin a su imortalidad (y por consecuencia a su sufrimiento), y asi Zeus lo habia puesto en el cielo. Pero algunos dicen que ese es el Sagitario (un Centauro tambien), que opinas?

[Nachote]

Gracias Ignacio, por tus palabras, siempre alentadoras. Pero te equivocas al pensar que poco estás haciendo. ¿Adónde crees que va a ir a parar todo el magnífico trabajo con el que nos asombras un día sí y otro también? Todos estamos embarcados en la misma nave y cada cual hace su labor. La mía es la de “paparazzi” y relator (en ocasiones, rapsoda) pero nada más. ¡Ya quisiera yo estar a vuestra altura!

Querido amigo, sin animo de lisonjearte...
En esto pensamos igual...

¡¡¡Ya quisiera yo estar a tu altura!!!

Un abrazaco.

[JCS]

¡Vaya! Me quedo de piedra ante vuestras opiniones (será que Perseo también ha utilizado, contra un servidor, el ojo de Medusa. Eso me pasa por introducir jocosos e irreverentes comentarios a las hazañas de los héroes y dioses griegos, que ya sabíamos cómo se las gastaban). Si no fuera por mi natural arrogante y vanidoso, habría enrojecido como una máscara de Halloween, pero no es el caso, de modo que permanezco impertérrito y distante ¡hala!

Contesto a lo que me plantea JuanAndre, debo decir que la Mitología griega es tremendamente confusa y no resulta fácil realizar un resumen coherente sobre tal o cual hecho o personaje. Son bastantes los autores que exponen relatos diferentes e, incluso, contradictorios aunque suelen coincidir en lo esencial. Los mitógrafos más creíbles (no podía ser de otro modo) como Homero, Baquílides, Píndaro, Hesiodo o Apolodoro, por citar solo a algunos representan las fuentes más veraces. En concreto, la muerte del centauro Quirón, se halla reflejada en la “Biblioteca mitológica de Apolodoro” de la que, desafortunadamente no se ha conservado completa (así y todo es una obra imprescindible para adentrarse en este fascinante mundo). El nos remite al tercer trabajo de Heracles, conocido como el Jabalí de Erimanto. Según el relato, cuando nuestro héroe andaba buscando al porcino realizó una visita de cortesía al centauro Folo, quien le ofreció cortésmente un cántaro de vino añejo (se le atribuía una antigüedad de cuatro generaciones, autentico crianza) y había sido un regalo de Dionisio.

Al abrir la frasca el aroma se extendió por toda la comarca y alertó al resto de los centauros que, notablemente molestos, iniciaron una sonada trifulca. Claro que, los pobres, ignoraban quien era el invitado y al ver a Hercules armado con las flechas barnizadas cuidadosamente con la ponzoña de la Hidra de Lerna, salieron pitando a refugiarse junto a Quirón con el propósito de que intercediese por ellos ante “la fuerza Heracleana”. Quiso la desdicha que una de las flechas alcanzase al noble centauro en la rodilla y, para colmo de males, Folo arranco la flecha de su desdichado amigo, con tan mala fortuna que, dejándola caer, se la clavó en un pie con idéntico y trágico resultado.

Total que sin haber pensado, siquiera, en esta constelación, al final se va a convertir en una de las más extensas y segura candidata a su inclusión en el Guinness de bostezos.

Y ya solo me queda un pequeño apunte, anotado, en varias ocasiones, sobre la recurrencia de ciertos hechos, comunes a gran parte de las religiones tanto monoteístas como politeístas. Son muchos los episodios que encuentran su sitio, momento e interpretación. Mismos hechos, distintos protagonistas. Después de todo y sin intención de herir a nadie (los creyentes y no creyentes no tienen porqué ser enemigos) todas las religiones surgen de una conciencia ancestral única y que a, a lo largo de los siglos, han ido desarrollando ramificaciones ¿Podría ser el Árbol de la Ciencia que se enriquece y gana en frondosidad?
La obra de Voltaire no dice nada que no se hayan preguntado generaciones, pero tuvo el arrojo de editarla.

Un abrazo a todos.

[almach]

Hola a todos,

Poco puedo añadir que no se haya dicho ya de este virtuoso de la pluma que es JCS, así que me voy a limitar a recomendaros un libro a los que estén realmente interesados en profundizar en la mitología griega. Se trata de "Los mitos griegos" de Robert Graves (Sí, el mismo que escribió "Yo, Claudio"). Según la edición se presenta en uno o en dos volúmenes y es una obra impresionante. Eso sí, NO es de lectura fácil, por lo que si uno no está interesado en profundizar concienzudamente en estos temas, será mejor que no lo compre :

http://www.casadellibro.com/libro-los-m ... 0001159979

http://books.google.es/books?id=ogVPdO3 ... &q&f=false

Saludos

[JCS]

Oscar no te pases, claro que lo de “pluma privilegiada” puede hacer referencia a la de ganso y la cuarta acepción del sustantivo, en el DRAE corresponde a: Hombre patoso, que presume de chistoso y agudo, sin serlo.

Bueno, dejémoslo aquí. Efectivamente, un buen libro para comenzar a introducirse en la Mitología Griega, es el de Graves, aunque quizás resulten algo más accesibles (la letra es mayor) Los Héroes griegos de Karl Kerényi y El gran libro de la Mitología Griega de Robin Hard. Todos ellos recopilan y funden, en lenguaje y sintaxis actuales los hechos y personajes narrados por los autores clásicos.

Sin embargo, los que se hallen realmente interesados y quieran aprender, deben recurrir a las autenticas fuentes. Y que nadie piense que son textos aburridos. Corresponden a verdaderos libros de aventuras, con sus hazañas, tragedias, finales felices (no siempre, desde luego) y escritos en un lenguaje que su propia condición de primitivo, lo convierte en ingenuo. Palabrita del niño Jesús, que no defraudan. Al contrario, entretienen y divierten, a la vez que instruyen.

A mi modo de ver resultan imprescindibles, al menos, tres: La Ilíada, La Odisea y la Teogonía, de Hesiodo. Si se quiere más ya debemos ir a la Biblioteca Mitológica de Apolodoro. Por cierto, la mayoría (de los clásicos) se pueden descargar gratuitamente en formato PDF (con Homero no hagáis eso, porfa).

En fin, seguiremos, poco a poco, desvelando las intimidades de estos sujetos (al final acabará como el Diez Minutos).

Un abrazo.

[lumbrerasky]

JCS, pues al final sí que te he liado, jeje, pero bueno, te lo agradezco de verás, pensaba que griegos y romanos sí la conocían puesto que sé que existian mitos sobre esta constelación. Saludos.

[JCS]

CANES VENATICI

Saludos amigos. De nuevo con vosotros, sin que llegue a tener en cuenta, maldiciones y suicidios desesperados, para ocuparme de otra constelación: Los Perros de Caza, Lebreles o Canes Venatici, de la que solo se han hecho, y muy buenas por cierto, observaciones aisladas.

Se realizará una minuciosa revisión de sus dobles, que no son demasiadas, para incorporarlas al capítulo correspondiente.

Pero antes, tal y como es costumbre, dedicaremos unas líneas a su mitología (bien poca) e historia.

Es pequeña y se halla situada entre Bootes y Ursa mayor, en una zona desoladoramente pobre en estrellas, cuestión que movió a Johannes Hevelius a calificar la parcelilla como “Horror Vacui”

Respecto a sus orígenes mitológicos poco se puede decir (se la reconoció como constelación en tiempos recientes) pero, tanto los romanos como los árabes veían dos perros que guiaban a la Osa mayor y menor (los romanos las consideraban bueyes. Hasta le pusieron nombres Chara y Asteriòn).

En realidad fue Sir Charles Scarborough, quien dio nombre a una estrella: Cor Caroli o corazón de Carlos como homenaje a Carlos I de Inglaterra asesinado a instancias de Oliver Cromwell durante la revolución inglesa.

Más tarde, por iniciativa de Edmund Halley, se propuso que se diese nombre a ese asterismo en donde la estrella Cor Caroli ocupaba un lugar de honor en el collar de Chara (aunque, más bien, se localiza en el ojo). El caso es que, al cabo Hevelius cedió y el puñado de estrellas fueron elevadas al rango de constelación con el nombre que ya conocemos.

Decididamente esto es bien poco desde el punto de vista narrativo, de modo que, aunque solo sea por fastidiar, voy a dar unas pinceladas históricas.

Las casas reales, sean de donde sean, siempre se han caracterizado por sus ambiciones, envidias y tropelías que, en no pocas ocasiones llevaban al asesinato de algún monarca, para heredar (o usurpar) prematuramente el trono. Las dinastías inglesas son un buen ejemplo. Carlos I de Inglaterra fue uno de los últimos reyes Estuardo, que, a su vez, provenía de la fusión de las casas de Tudor y de York.

Me gustaría, con vuestro permiso, (de todos modos lo voy a hacer) relatar un episodio que, aunque anterior en el tiempo, ejemplifica como se las gastaba esta gente. Y lo hago por homenaje a dos de mis autores literarios favoritos: Shakespeare y Javier Marías. La primera obra es Ricardo III, donde el amigo no duda en escabechar a casi toda su familia para ocupar el trono. Ello acaba con la muerte del virtuoso monarca, cuando se enfrenta a Enrique Tudor en los campos de Bosworth. El momento sublime de la tragedia se nos ofrece durante la noche anterior a la batalla, cuando un desesperado e insomne Ricardo ve desfilar ante él a todas sus víctimas que, a modo de letanía, le lanzan su maldición, que, curiosamente, se repite casi con las mismas palabras.

A la mañana siguiente muere durante el enfrentamiento.

Mi admirado Javier Marías escribió su mejor obra utilizando como título esa maldición.

Pido disculpas por irme por las ramas, pero no he podido evitarlo.

Tomorrow in the battle think on me. And fall thy edgeless sword. Despair, and die!

Richard III
William Shakespeare.

Mañana en la batalla piensa en mí. Caiga tu espada sin filo. Desespera y muere
Javier Marías