Hay que distinguir entre echar un vistazo al cielo sin aclimatación a la oscuridad y observar en el límite de la percepción visual.
La primera la podemos realizar con Luna, planetas y algunos cúmulos y nebulosas planetarias y podemos hacerla no ya con farolas cercanas sino con portátil, un flexo, la luz de la terraza o habitación encendida y hasta con cinco láseres dándonos de lleno en el ojo. No importa. Ver, lo que se dice ver, veremos algo y hasta nos atreveremos a decir que necesitamos láseres de 200mW para distinguir bien el haz e incluso argumentar y mantener que el láser no molesta en absoluto.
Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? Quam diu etiam furor iste tuus nos eludet? Quem ad finem sese effrenata iactabit audacia?El segundo tipo de observación es otra historia. Observar en condiciones escotópicas, en el límite de la percepción visual es alucinante. Es un reto muy gratificante, tanto que el que lo prueba repite. Ser capaces de centrarnos en las regiones HII de galaxias, de observar estructuras y halos en nebulosas planetarias, de ver cúmulos globulares y abiertos extragalácticos, de observar brazos en galaxias en galaxias que otros ni ven o pasearnos por cúmulos con cientos de galaxias es muy gratificante. Aquí, es cuando en plena oscuridad en la que no nos vemos las caras, nos cubrimos la cabeza para que esa ténue luz ambiente no nos moleste y es en ese momento cuando nos volvemos emocionalmente sensibles con esas luces que literalmente nos ciegan y arruinan el esmero que hemos tenido durante horas para lograr una buena aclimatación a la oscuridad y con ella poder observar lo que observamos. Es en ese momento cuando entendemos esas luces como una agresión.
Un simple encendido de una linterna roja brillante echa por tierra varias horas de aclimatación a la oscuridad. Fijaros que he escrito "linterna roja brillante", la las blancas intensas ni hablamos, y es que no es suficiente que una linterna sea roja sino que además debe ser tenue y mejor aún si es extremadamente tenue, tanto como que para leer una carta celeste tengamos que aproximarla a unos cinco o diez centímetros del papel y que con ella encendida no nos veamos los pies.
En esas condiciones de oscuridad, a las que Jesús "Fobos_jca", otros muchos y yo le echamos horas de preparación y aclimatación, entendemos la diferencia entre contaminación lúminica, luces ambientales y luces incidentes. No llamamos "CL" a una farola que nos deslumbra, esa farola no es CL, ¡es una luz incidente como un castillo! y es tan perniciosa para nuestra aclimatación como lo es un láser. En ese ambiente de profunda oscuridad el láser verde es una autentica canallada pues ciertamente nos deslumbra su haz (y no hablemos ya de incidencias directas en suelo o ramas).
Ahora bien, también entiendo que hay observadores urbanos que no invierten esfuerzo en lograr una aclimatación a la oscuridad, que les da igual conseguirlo o que por ignorancia o desidia no saben que es eso pero también hay observadores que no han tenido la oportunidad de aprender o adquirir unas rutinas y simples hábitos que permiten observar más cosas y mejor.
Para estos últimos, para aquellos que desean sacar mejor partido de sus ojos y equipo, Jesús y yo hemos organizado un curso de observación visual que ya hemos anunciado en este foro. Nos ha resultado muy grato ver la gran acogida pero también nos crea cierta desazón tener que limitar el número de participantes.
viewtopic.php?f=10&t=47257Este curso no es espontáneo, llevamos años fomentando la observación astronómica entre nuestros compañeros de afición y durante este tiempo hemos ido madurando la idea de realizarlo. Los que habéis salido con nosotros al campo o participado en las "star-parties" que organizamos lo sabéis bien.
Si leeis el anuncio del curso comporbareís que nos preocupamos más de los habitos de observación que de los equipos de cada cual, por eso los participantes usaran nuestros telescopios y no los suyos.
Un saludo
Patricio
PS no he podido resistirme a citar la primera Catilinaria de Cicerón, pero es que viene al caso