Yo estaba convencido, como lo están otros muchos observadores naturalistas, que el digiscoping es exclusivamente terrestre. En realidad, la misma publicidad de ello ha ido fomentando esta idea
Y quizás se esté asociando cada vez más. A lo que no hay que cerrarse es a ampliar la información, a las nuevas ideas o nuevos planteamientos, o a formas de entender las cosas.
Lo que si quiero añadir, es que invito a quienes pueda interesar a que practiquen la observación terrestre. Para nada es incompatible con la astronómica, lo que sí suele pasar es que el presupuesto acabe subiendo más de lo esperado. Pero los prismáticos que usamos en Astronomía también nos sirven para terrestre, luego algo ya tenemos ganado. Respecto a los telescopios pues depende de lo que haya en casa, porque si hablamos de un S/C de 10"
, por ejemplo, es mejor pensárselo. Ahora bien, uno de estos refractores de focal corta tan al uso hoy en día van muy bien, aunque haya que acoplarles cada vez el erector de imagen. Respecto a los MAK, no sé, no sé, aunque sean de 90 ó 100 mm de abertura, lo digo porque tienen focales muy largas, excesivamente largas.
En tal sentido, es necesario comentar que la magnificación máxima recomendable en observación terrestre, son los 60x. La razón está en la densidad del aire a nivel de superficie y es que mientras en la observación hacia el cielo esa densidad va disminuyendo rapidísimamente, a ras de suelo apenas hay variación. Si observamos un objeto que se encuentra a 50 ó 60 km de distancia, la densidad es la misma en todo momento, y aun más complicado a nivel del mar.
Entonces, es recomendable usar esa magnificación para objetos relativamente cercanos, sean animales, plantas, monumentos, obras de ingeniería, etc., dejando los aumentos bajos, por ejemplo 20x, para paisajes y otras observaciones que requieren más campo visual. De cualquier modo, se trata de actividades muy agradables y bonitas, las cuales incluso pueden llegar a no ser tan exigentes como la astronómica: lugar, horas, luz, contaminaciones varias, días nublados incluso lluviosos, transporte, lugar para guardar el equipo que es mucho más reducido y menos voluminoso..., nada es un impedimento especial y todo juega en su favor.

"Ergo"..., pensando en la práctica cada vez más extendida de la fotografía ornitológica, y naturalista por añadidura, ¿no será que los precios determinan en buena medida que esto sea así?


