Moderadores escribió: [Texto eliminado por incumplir las normas del foro (artículos 1 y 7)]
OK. Tomo nota
En el caso del artículo 1 lo he pillado rápido (
" ... quedan... excluidas del foro cualquier discusión que atañe a la política... "), pero en el caso de la norma 7 (
"Está prohibido el uso de tacos, palabras malsonantes y, en general, palabras que puedan resultar hirientes y de mal gusto para otros usuarios") he tenido que estrujarme un poco las meninges... Tacos no había ninguno, así que he llegado a la conclusión de que tenía que ser por lo del "mal gusto" y ciertas referencias al código penal chino y a las recientes y desafortunadas noticias sobre graves problemas en el control de calidad del sector alimentario...
Xurxo escribió:Estamos viviendo el advenimiento del nuevo imperio. Mientras el imperio ameriano se desmorona surge el imperio chino.
Pssschchch...

Política... Ojo al artículo 1...
Bueno, a China todavía le queda un largo trecho para alcanzar el nivel de superpotencia planetaria. Su programa espacial tripulado es muy dinámico y está quemando etapas a gran velocidad, pero observa que de momento se basa en la mejora de tecnología rusa (la cápsula, los trajes, los barcos de seguimiento) sobre lanzadores nacionales de la serie "Larga Marcha", familia de cohetes iniciada en 1965 gracias a Tsien Hsue-Shen, discípulo de Theodor von Karman, y cuyo regreso a China desde Estados Unidos en 1955 sentó las bases de su actual programa.
El programa espacial tripulado chino es -como lo era el soviético- un programa militar. Por ello el secretismo y las filtraciones interesadas son la norma. Y ello explica también el aparente poco interés chino por la exploración planetaria con sondas automáticas (podrían hacerlo si quisieran) más allá de la Luna. En este respecto, el contraste con la política de los países europeos agrupados en la ESA es notable: en la agencia europea predominan las misiones de interés científico, se huye de lo espectacular y se busca la mayor rentabilidad científica del magro presupuesto disponible (esta es una de las razones por las que el programa tripulado europeo va tan despacio). En el caso chino, el patriotismo y la búsqueda de una imagen de gran potencia (hacia el interior y hacia el exterior) son factores muy importantes a la hora de justificar la inversión de miles de millones en las misiones tripuladas.
Objetivamente, China no precisa más que Europa de un programa tripulado. Sus necesidades podrían ser sobradamente cubiertas (y les saldría mucho más barato) "alquilando" asientos en naves rusas. Pero eso no "vende" sensación de poderío. Estamos ante un juego de poder, una partida de pocker planetario en la que un nuevo jugador, China, da un golpe en la mesa, enseña las cartas y muestra una escalera de color. Ahora depende de los demás que haga o no pocker en la próxima mano.