S=(n-1)/(n·D) donde S es la separación necesaria, n es el índice de refracción del vidrio (1.517) y D es la diferencia de espesor entre el filtro nuevo y el original.
Ahora viene lo gordo....
Generalmente los filtros que se venden para esto, suelen ser más gruesos que el original de canon, por lo que la ecuación arroja un resultado positivo en el divisor (n·D) y el resultado es que hay que suplementar las piezas metálicas donde se coloca el soporte del sensor para seguir haciendo foco, peeeeeeero, mi filtro es más delgado que el original, por lo que (n·D) es negativo, y el resultado, en mi opinión es que en lugar de alejar el sensor, tengo que acercarlo más al objetivo (en concreto 0.27mm) ¿Me equivoco? ¿Se me ha ido la olla? ¿Estoy diciendo una absoluta estupidez?

P.D. Da la casualidad que el resultado es exactamente -0.279mm que es casi casi el espesor de las piezas metálicas que vienen en la cámara (0.28mm), por lo que asunto resuelto si no me he equivocado en el cálculo, quito las piezas y asunto solucionao


P.P.D. El equipo de brainstorming trepaliense ya está con las neuronas a pleno rendimiento (y echando humo...) para el siguiente paso en la mutación de la cámara: LA REFRIGERACIÓN ( de aquí a seis meses creo que ya tendremos un prototipo viable y funcional
