Es como el que quiere cruzar un arroyo saltando de piedra en piedra tratando de no mojarse los zapatos, lo más probable es que termine metiendo la pata entera en el agua, con zapato incluído. El que se descalza antes de cruzar no tiene esos problemas

(claro que después va a tener que volver a atarse los cordones...)
saludos
Zermelo