¡¡Madre mía cómo te pasas!! azulook. Ni los americanos.
Si con dos prismáticos ya me parecía bestial, ahora debo reconocer que la locura por ver las estrellas no tiene límites. migomez a la hoguera con él, pero antes asegúrate de pillarle el artefacto que ya nos encargaremos nosotros de ponerlo a buen recaudo.



