Aquí os presento una modificación que he hecho a mi trípode, para evitar pillarme la uña del dedo pulgar cada vez que lo nivelaba. Parece una tontería, pero cada dos por tres, al soltar el freno de las patas… pellizco de uña entre la pata central y el pico que tiene el soporte de las patas. ¡Patoso que es uno!
Bueno, pues lo primero, cortar la pata central por la parte superior 6 cm.

Taladrar unas varillas roscadas a la medida de las roscas de los soportes de las patas laterales.

Para hacer las roscas de regulación, busque en ferreterías algún tipo de tuerca de esas redondas para roscar a mano, pero al no encontrar nada que me fuese bien, opte por encajar tuercas normales del paso de la varilla roscada en unos trocitos de tubo de pvc de 32.


Lo siguiente, es taladrar los tubos de aluminio por los agujeros de los tornillos que sujetan el soporte de las patas para pasar una varilla roscada de 5mm (del mismo paso que los tornillos que llevaba originalmente) y cortada al largo necesario para que cojan las tuercas a cada lado.

Hay que comprobar que todos los agujeros coincidan…

Y ya podemos montar todos los elementos.

A las tapas de arriba de las patas, les he hecho un taladro del diámetro de la varilla roscada y la he montado con una arandela entre la tapa y la rosca para minimizar la fricción sobre el plástico.

Y aquí tenéis el resultado. El brico salva-uñas.

Además es muy cómodo nivelar el trípode a rosca en lugar de a “dedo”.