Campo intraatómico

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Campo intraatómico

Mensajepor Guest » 28 Feb 2009, 12:31

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Los términos canje y canje magnético se usan en diferentes contextos dentro del campo de la magnetoquímica:
fenomenológicamente: el canje magnético es proporcional a la diferencia de energía entre los estados ferromagnético y antiferromagnético,
• interacción: el canje magnético es una de las interacciones o procesos fundamentales en compuestos magnéticos, como lo son también la transferencia electrónica o la interacción espín-órbita,
• ruta: según la interacción magnética tenga lugar por solapamiento directo entre los orbitales magnéticos o a través de un ligando puente, distinguimos entre canje y supercanje, respectivamente,
• modelos efectivos: se racionaliza la interacción magnética dividiéndola en diferentes contribuciones de "canje", atribuíbles a diferentes excitaciones de electrones a orbitales (canje isótropo, anisótropo, bicuadrático, antisimétrico, interacción bipolar y "exchange transfer"),
• integrales: en un tratamiento ab initio de la interacción entre dos átomos, encontramos diferentes integrales, algunas de las cuales llamamos "de transferencia", "de Coulomb" o "de canje" (o canje potencial), que no corresponden exactamente con el sentido de estos términos en otros contextos.


El campo intraatómico, lo entiendo como lo descrito en el artículo anterior, bajo mis consideraciones.
En este espacio, confluyen los campos (prescindiendo de los externos), de los componentes nucleares, más el de los electrones orbitales.
Para simplificar, el procedente nuclear, lo considero único, ya integrado por los campos de cada uno de los quarks, con sus cargas de color, sabor y electromagnéticas.
Dado que estas partículas, disponen de movilidad limitada, en principio, prescindo de tal complicación, para seguir el razonamiento principal.
Supongo pues, que la suma de sus campos individuales ha creado uno fijo de componente radial desde el núcleo.
Si su energía matriz es puntual, la manifestación del campo en las superficies concéntricas esféricas, decrecerá en su proporción inversa.
Además tal manifestación, es continua. (Así la supongo también para simplificar. De otro modo debería indicar el lapso entre un impulso y el siguiente, de la manifestación de la energía nuclear. Sería admitir lapsos carentes de energía manifestada.)

Este campo pues simplificado permanece estático y continuo.
Por el contrario, el campo de los electrones, es móvil. Pero arrastra consigo su propio campo sin deformarlo. (El campo, no tiene inercia al ser inmaterial)

Así, disponemos en principio, (simplificado) de dos campos que confluyen en este espacio intraatómico.

La visualización instantánea del mismo, será la de un electrón con su campo y la del campo del núcleo superpuestos. Habrá multitud de superposiciones, debidas a los efectos instantáneos del electrón con el núcleo en su posición de este instante, más las del núcleo con las superposiciones debidas a las posiciones del electrón en instantes anteriores. (Lógico no las habrá de los instantes posteriores).

La permanencia visible de las superposiciones anteriores, obedecerá al lapso transcurrido, a tenor de la velocidad de traslación del electrón.
Si la velocidad de traslación fuera la de la luz, no podría verse ninguna superposición, ya que los impulsos, aunque continuos emitidos por el núcleo yendo a la misma velocidad del electrón, no le alcanzarían.
Luego ya existe un límite en el cual, no existirán superposiciones y otro en el que sólo habría una: El de la velocidad cero del electrón. Entre ambos límites aparecen sinnúmero de cantidades variables de puntos de intersección de ambos campos. Y estas intersecciones son virtuales todas excepto una en cada instante:
La coincidente en el tiempo de emisión del núcleo, con el tiempo de desplazamiento del electrón.

Esta coincidencia, lo convierte en fotón real, que intercambia el electrón mediante compensación entre su energía propia centrífuga, con la del núcleo centrípeta.

El croquis descriptivo de lo dicho, muestra como este espacio es un hervidero de fluctuaciones virtuales con cantidades grandes pero limitadas reales.
Luego lo complicamos algo más, al considerar que los campos del núcleo también son móviles, aunque mínimamente, comparados con el del electrón. La descripción anterior, no incrementa el número de virtuales, pero sí su ubicación, con un incremento infinitesimal, al que se hubiera visualizado.

Si extendemos lo considerado para estos campos simplificados, a los campos reales, se suman la totalidad de los existentes en el Cosmos, de cada una de las partículas simples o compuestas. En este caso ya real, la efervescencia virtual, tiende al infinito.

Por más cambios que se realicen por reacciones químicas o desplazamientos físicos, con la materia-energía, el valor integrado de virtuales y reales, será constante .

Saludos del Abuelo. :D

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