El pasado 5 de noviembre tuve el privilegio de poder observar a través de unos prismáticos que, nada más salir de la caja, se prometían geniales. Son unos semi-apo, con oculares intercambiables y primas en 45º. Pertenecen a Luis, compañero de la asociación, y que tras muchos debates con él se atrevió a comprarlos. Al precio de 2000 euros hubo que añadir el de la horquilla y el de la caja de aluminio opcional, pues el trípode es el que usa normalmente en sus 12x80.

Durante el día, lo estuve escudriñando por fuera. El acabado es muy bueno, impecable. Presenta unos aros dorados que le dan distinción.

Es mucho más pesado y robusto que mis Apogee Astro-Vue 20x100 pero el asa que tiene en la parte superior ayuda bastante. Eso sí, la vi un poco endeble para lo que pesa el prismático.

Otro punto destacable fueron los parasoles retráctiles. El movimiento, aunque un poco duro al principio, era suave y preciso. Además ocupa muy poco una vez recogidos. Lo que no nos pareció tan bueno fueron las tapas de los objetivos. Para un prismático de este tipo parecen cutres y además presentan en el interior unos anillos que dan impresión que van a rozar las lentes... ufff.

Los oculares me parecieron muy buenos, casi se asemejaban a los Vixen LV por su forma y peso. En cualquier caso muy bien acabados. El enfoque de cada ocular era puro placer, suavidad extrema en comparación con los mios. Mecánicamente una maravilla. Lo que no me gustó fueron los protectores para la luz parásita. Los vi demasiado blandos. Prefiero los del Apogee que además se extienden a los laterales cubriendo por completo el hueco del ojo.

La visión es muy cómoda pues los oculares en 45º nada tienen que ver con los rectos. Para cualquier altura son ideales. Ya muy cerca del cénit la cosa estaría mejor con unos en 90º pero bueno... La horquilla para mi gusto poco fina en cuanto acabado aunque sí en movimientos. Sin embargo no fuimos capaces de embragar el eje del prismático para mantenerlo fijo. Habrá que revisarla porque el tornillo de ajuste no apretaba.

Por último una miradita a los objetivos. En la imagen se puede apreciar claramente que el tratamiento no es el mismo que los mios. Durante la noche veremos que pasa.
La prueba de la verdad...

Bien, la noche iba llegando y el cielo prometía pues el horizonte lucía cristalino. Lo primero en observar fue la Luna. Maravillosa. La tridimensionalidad era más que evidente y el cromatismo casi nulo. En comparación con los mios, ésta si aparecía con un halo púrpura alrededor e incluso algo más amarillenta. Sin duda los mejores tratamientos hacen aquí su mejor trabajo. Pasamos a Venus y ya aquí el cromatismo era más evidente. En los míos ni os cuento... pero bueno, en todo caso estos prismáticos no son para esos menesteres planetarios.
Ya caída del todo la noche pasamos a lo que realmente queríamos... jejee. La mayoría de objetivos serían más que conocidos. Estuvimos viendo M27, M1, M31, el doble de Perseo, M33, grandes campos estelares... Sinceramente, aquí las cosas no pintaban tan mal para los Apogee. La visión por el Miyauchi era excepcionalmente "limpia" en comparación con los mios pues las estrellas era puntuales en todo el campo, el campo estaba muy bien definido y plano, el cromatismo cero, no aparecían imágenes fantasmas en los objetos brillantes (mejores baffles sin duda), la comodidad de visión acodada... y muchas cosas más pero a fin de cuentas la luminosidad, por lo menos en el centro de la imagen eran idénticas, el tamaño de campo igual, el oscurecimiento del fondo del cielo también... Vamos que no eran tan distintos. Las imágenes eran espectaculares pero sería que ya estaba acostumbrado a observar por los mios que no sorprendieron. Incluso Luis comentaba que las diferencias entre ambos instrumentos no eran tan grandes como se podían esperar. Lo dicho, los Miyauchi son muy superiores a los Apogee en cuanto a la limpieza de las imágenes, la mecánica, los 45º, los oculares intercambiables... pero también son muy superiores en precio (2300 frente a los 300 de los chinos). Esto me hizo plantearme hasta que punto estamos dispuestos a invertir por conseguir un poquitín más de calidad. No sé si a través de ese modelo en apocromático (4000 euros) la cosa cambie más pero es para pensárselo.
Bueno, no quiero desanimar a nadie pero esa fue mi experiencia con el bicho.
Pd. Huelga decir que en todo caso la noche fue muy gratificante con la gran cantidad de objetos que pudimos ver.
Pd 2. Espero en la próxima salida hacer una revisión más profunda de la óptica del Miyauchi.
Pd 3. Me gustaría poder probar unos Miyauchi "clónicos" a ver que tal resultan.