Una de las primeras cosas que hice en la web (hace chorrocientos años) fue unirme a un grupo de correos de aficionados al Buen Doctor.
Un buen día, a uno de los del grupo se le ocurrió hacer un chat un día fijo al mes (costumbre que todavía continúa, más o menos. El día indicado fui el primero en estar en el chat, incluso antes que quien tuvo la idea.
Durante el mismo, alguien propuso que usáramos nicks con nombres de personajes de Asimov, y todos estuvimos de acuerdo. Y mi solicitud fue casi instantánea.
En la última frase de La Segunda Fundación (tercera parte de la trilogía original de la Fundación) se devela el misterio tan perseguido, y ahí sabemos que
Preem Palver, el Primer Orador, es quien dirige el Consejo de la Segunda Fundación. Su único privilegio es ser el primero en hablar durante las reuniones, así que todo me llevaba al nick:
- Había sido el primero en llegar al chat, y el primero en intervenir.
- Como Preem, soy poseedor de una zona ecuatorial contra la cual se puede chocar y rebotar sin riesgos, y mi edad mediana (aproximándose lentamente a la segunda juventud) es comparable a la de ese personaje.
- Y, por supuesto, cuando se hizo la propuesta, también se dibujó una sonrisa en mi redondo y rubicundo rostro
Desde entonces, son muchos los que todavía me llaman Primer Orador, e incluso hay varios despistados que respetan y/o prestan atención a mis opiniones. Por eso, cuando inicié mi blog, surgió naturalmente el nombre que lleva: El Atril del Orador.
Lo más interesante es que podría perfectamente utilizar mi nombre sin que hubiera posibilidad de confusión, ya que por rarísima casualidad, hasta ahora soy el único
Heber Rizzo, en todo el mundo, que publica en la web.
Extraño, ¿no?