Una batallita que seguramente muchos conozcáis pero que encontré hace poco releyendo "The history of the telescope" de Henry G. King, y que resumo y amplio con otras cosas que he encontrado por ahí:
A principios del siglo XVII el desarrollo del telescopio refractor, y por tanto de la astronomía visual, se encontraba con dos serios problemas: las aberraciones esférica y cromática de los refractores. Para solucionarlo se intentaron dos caminos distintos:
a) Buscar telescopios no basados en lentes sino en espejos, como los que propusieron Mersenne o Gregory (antes que Newton, que no fue el inventor del reflector sino del "reflector Newtoniano"). Estos intentos tropezaron con el inconveniente técnico de cómo construir espejos precisos de la forma requerida.
b) Tratar de evitar/disminuir las aberraciones de los refractores. La solución parcial fue diseñar lentes con menor curvatura, lo que reducía la aberración esférica y, al aumentar la focal, parecía reducir el efecto del cromatismo. En http://amazing-space.stsci.edu/resources/explorations/groundup/lesson/basics/g13/index.php
hay una demostración interactiva del efecto de la focal sobre la aberración esférica. De esta época son telescopios de focales f/60 para arriba (hasta f/150):

Fue Newton el primer en comprender la causa del cromatismo en sus estudios sobre la luz, proponiendo que la luz blanca era una combinación de luces de los diferentes colores y que el cromatismo era debido a los distintos índices de refracción de cada color en el cristal, lo que provocaba su separación igual que se separaba la luz blanca en un prisma.
Y al propio Newton se le ocurrió que este efecto podría atenuarse combinando distintos materiales. De forma que sin saberlo ¡estaba en el camino del refractor acromático! Hizo unos cuantos experimentos, y no sólo no encontró la solución sino que llego a la conclusión -completamente errónea- de que no importaba la combinación de materiales que se utilizara, la desviación de los distintos colores resultaba inalterable. Error, y de los gordos. He leído que error de medida, pero no sé si los instrumentos de la época le hubieran permitido hacer algo mejor.
En todo caso Newton publicó que el cromatismo era inherente a los refractores, que no podía evitarse ni atenuarse ... y tal era el peso de sus palabras que se dejó de buscar una solución para el cromatismo durante muchos años. En cambio se redoblaron los esfuerzos por conseguir un telescopio práctico a partir de espejos y uno de los modelos, el de más éxito, vino del propio Newton.
Como siempre en estos casos es difícil saber qué hubiera ocurrido sin el comentario equivocado de Newton, pero parece claro que su conclusión equivocada sirvió para retrasar la aparición del refractor acromático y a cambio impulsó el desarrollo del reflector.
Saludos,
Rafa