Empezaré una nueva sub-sección con vuestro permiso, en el que compartiré con vosotros mitología griega que tenga que ver con la astronomía. Debo decir que se conservan sobre un mismo mito muchas versiones, producto de textos dispersos, pero trataré en la medida de lo posible escribir sobre la versión más aceptada entre los historiadores y filósofos estudiosos de la antigua Grecia, y lo más detallada posible.
Aparte de lo apasionantes que son algunas de éstas historias, que es parte de nuestro pasado intelectual, y que a los niños y no tan niños les encanta oir, también tienen su función mnemotéctica: a la que escuchas el mito de Cassiopea ya no podrás evitar buscar Andrómeda, Cepheus, Perseo, Pegaso y Cetus.
Así que, sentaos, poneros cómodos, una copa de vino, y disfrutad del relato (si no os gusta ni interesa, os evitaré otros mitos):,

Orion, cazador de Hiria, dicen que el más bello de los hombres vivientes, era hijo de Poseidón y de Euríale.Se enamoró de Mérope, hija de Enopión y nieta de Dioniso. Enopión había prometido a Orión que le daría a Mérope en matrimonio si liberaba a la isla de las peligrosas fieras que la infestaban. Orión así lo hizo, pero cuando terminó y reclamó la mano de Mérope, Enopión se negó, aduciendo que aún quedaban fieras (Enopión estaba enamoraado de su hija).
Una noche, Orión, enfadado y abatido, bebió de un odre de vino de Enopión, lo que le inflamó el ánimo y fue al dormitorio de Mérope, donde la forzó a yacer con él. Cuando su padre Enopión se enteró, al llegar la aurora invocó a su padre Diosnisio, quien envió unos sátiros para que invitaran a Orion a beber más vino hasta que quedó dormido, entonces, Enopión aprovechó para sacarle los ojos y arrojarlos al mar. Un oráculo anunció a Orión que recobraría la visión si viajaba hacia el oriente y volvía las cuencas de los ojos hacia Helio en el punto en que se eleva del océano. Orión remó mar adentro y llegó a Lemnos, entró en la fragua de Hefesto y se apoderó de un aprendiz llamado Cedalión y se lo llevó como guía. Cedalión lo llevó por tierra y por mar, hasta llegar a la parte más lejana del océano, donde Eos se enamoró de él y su hermano Helio le devolvió la vista.
Despues de visitar Delos en compañía de Eos, Orión volvió para vengarse de Enopión, pero no lo encontró (Enopión se había escondido en una cámara subterránea). Se embarcó hacia Creta, donde creía que podía estar escondido, y allí se encontró con Artemis (hermana de Apolo), quien compartía con él la afición a la caza. Ella le convenció para que se olvidara de la venganza, y en cambio, salieran a cazar juntos.
Apolo no veía con buenos ojos esa amistad, sabiendo como sabía que Eos no había podido evitar caer bajo sus encantos ("la aurora todavía se ruboriza a diario recordando la indiscreción de Eos y Orión acostándose juntos en la isla santa de Delos"), y además, Orión se jactaba de que libraría la Tierra de fieras y monstruos. Temiendo que Artemis fuese tan enamoradiza como Eos, Apolo invocó a la madre Tierra y repitiendo chismosamente la jactancia de Orión, consiguió que un escorpión monstruoso lo persiguiera. Orión atacó al escorpión con las flechas, con la espada... pero no podía hacer nada con sus armas mortales, así que se sumergió en el mar y nadó en dirección a Delos, donde esperaba que Eos le protegiera. Entonces Apolo fue a ver a Artemis y le dijo. "¿Ves aquel objeto que se mueve en el mar, allá lejos, cerca de Ortigia? Es la cabeza de un malvado llamado Candaor que acaba de seducir a Opis, una de tus sacerdotisas hiperbóreas. Te desafío a que le atravieses con una flecha". Apolo no mintió del todo, puesto que Candaor era el apodo beocio de Orión, pero eso Artemis no lo sabía. Apuntó cuidadosamente, disparó, y cuando salió nadando a cobrar su presa, se encontró con que había traspasado la cabeza a Orión. Con gran pesar, suplicó a Asclepio, hijo de Apolo, que lo resucitara, y éste consintió, pero antes que resucitara un rayo de Zeus acabó con él. Entonces, Artemis puso la imagen de Orion entre las estrellas, perseguido eternamente por Escorpión.
Fijaos el reflejo del mito en las estrellas en que cuando las estrellas que forman Escorpión salen por el este, Orion se pone, vencido, por el Oeste. Y a medida que Orion desaparece por el oeste aparece Asclepio y aplasta al Escorpión con su pie. Tras matar al Escorpión, el sanador reanima a Orión y muy pronto vuelve a salir por el este, renovado.
En fin para ser el primero me ha salido muy largo. Según vea si os intersa o no el tema, iré añadiendo mitos, pero eso sí, recordad lo que he escrito al principio, se conservan muchas versiones, muchas muy fragmentadas y fragmentarias, y la que voy a escribir, no es la auténtica en ningún caso, sino la más completa y comúnmente aceptada por los estudiosos del tema.
Saludos y buenos cielos