Hace no mucho felicitábamos a José Mº Madiedo por su participación en el estudio de la relación entre meteoritos, NEOS y asteroides. Un buen ejemplo de colaboración entre amateurs y profesionales en aras de la ciencia.
Pues bien, sin que tenga punto de comparación con la ardua y meritoria tarea de Madiedo, la próxima semana hay una nueva oportunidad de participar en un proyecto científico de primer nivel. Se trata de aprovechar la coincidencia de la lluvia de las gemínidas (precisamente generada por un NEO
) con una joven luna (apenas 5 días) para obtener registros de impactos de meteoros en la Luna.
Para realizar registros válidos, se precisan principalmente dos cosas; por lado, una cámara capaz de hacer vídeo a 25-30fps, cualquier buena planetaria valdría, analógica o digital, aunque lo idóneo sería que tuviera un modo de binning que aumentara la sensibilidad; por el otro, una óptica luminosa y de generosa apertura (mínimo 10”), con una relación focal de F5 o inferior. No es muy importante el nivel de resolución espacial, con 2,5” de arco por píxel vale.
Seguramente quien tiene una cámara planetaria tiene un telescopio planetario, usualmente de focal larga, pero quizá pueda contactar con alguien que dispone de un telescopio mas rápido, de los orientados a la observación de cielo profundo. Y viceversa, claro.
También se necesita un PC con el reloj bien sincronizado (con un GPS, por ejemplo, aunque por Internet también vale) y buen montón de gigas libres (del orden de 100 – 150, según se vea que consume la cámara). Una buena idea es usar un disco duro portátil. Incluso es posible hacer una grabación analógica (en VTR), aunque se necesitan unas técnicas diferentes para sincronizar la grabación...
Tampoco hay que darse ningún madrugón, al contrario. El jueves el sol ya se pone a las cinco y media y la luna a las nueve, y el viernes, que es el día ‘bueno’, a las diez, así que hay incluso tiempo de cenar. La zona de la luna idónea es la reflejada en el grafico, cerca del ecuador lunar y del punto opuesto al sol.
Tampoco hay por que darse el paseo hasta el pueblo, se puede hacer desde casi cualquier sitio que nos deje el horizonte despejado. No hay que preocuparse de la turbulencia ni del error periódico, ni del autoguiado, ni de nada... solo de mantener el frame rate perfectamente estable (que el PC no haga nada mas ayuda bastante
).
Dado que estos fenómenos tienen una duración muy corta (1/20-1/30 de segundo), y que apenas iluminan un píxel, es fácil confundirlos con el impacto de un rayo cósmico. Para poder validarlos es por lo que se precisa tener varias grabaciones simultáneas y sincronizadas. La marca de tiempo del video digital sirve suficientemente para el sincronismo temporal. Para el sincronismo espacial es para lo que es necesario que la cámara registre el limbo lunar, lo que esos días es posible gracias a la luz cenicienta que ilumina a la luna.
La reducción de datos se puede hacer con un software específico escrito para la ocasión y que se puede descargar desde este link, pero como lo suyo es analizar los vídeos por parejas lo mejor sería enviarlos al IAA. Cuantos más videos lleguen, mas oportunidades habrá de detectar estos escurridizos fenómenos, con lo que eso conlleva (aparte del natural subidón de autoestima y de incluir serios argumentos para comprar ese nuevo instrumental, el reconocimiento puede traducirse en el arma definitiva para convencer al ayuntamiento o junta de distrito de la zona de ir reemplazando las farolas de al rededor por otras menos agresivas, como poco)
Para enviarlos y para cualquier otra duda, no dudéis en poneros en contacto conmigo por lo bajinis
.
Saludos, OSCAR.
