Astrónomos Ilustres

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Mensajepor franc » 28 Ago 2008, 14:13

Giordano Bruno


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(Felipe Bruno, más conocido por su nombre religioso, Giordano; Nola, 1548 - Roma, 1600) Filósofo italiano. Es uno de los personajes más trágicos de la historia de Italia, donde, por espacio de dos siglos, o sea hasta el "Risorgimento", quedó relegado, aun cuando sólo en apariencia, al olvido.

A los catorce años fue enviado a Nápoles a estudiar, y en 1565 ingresó como novicio en el convento de Santo Domingo; ordenado sacerdote en 1572, se doctoró en teología en 1575. En los cenobios, donde permaneció hasta los veintiocho años, se interesó con pasión en problemas de exégesis bíblica, y, sobre todo, en la posibilidad de concordar la teología cristiana con el emanatismo neoplatónico. En este aspecto consideró a las tres "personas" de la Trinidad como otros tantos atributos (poder, sabiduría y amor) del único Dios. Dios, en calidad de Mente, se halla sobre la naturaleza; en cuanto intelecto, Dios es sembrador en la naturaleza; y, en cuanto Espíritu, Dios es la misma alma universal. Huido de Nápoles a causa de un proceso de herejía incoado contra él, y de Roma por temor a verse acusado de un asesinato en el que ninguna culpabilidad tenía, llegó primeramente a Liguria; luego estuvo en Turín, después en Venecia, donde publicó su primer libro, actualmente perdido, y, sucesivamente, en Bérgamo, Saboya y Ginebra. Acogido en esta ciudad por un adepto napolitano del calvinismo e inscrito en la universidad y la iglesia de esta secta, se rebeló muy pronto contra sus maestros, y fue privado de la Santa Cena.

Al cabo de poco tiempo se dirigió a Francia; aquí desempeñó una cátedra en Toulouse durante dos años, y luego se trasladó a París, donde ofreció al rey Enrique III De las sombras de las ideas, uno de los textos de mnemotécnica que Giordano Bruno hizo imprimir en la capital francesa durante su primera estancia en la ciudad. Profesor extraordinario en París, la indocilidad de los estudiantes le indujo a seguir a Inglaterra al embajador de Francia en la corte de Isabel.

Los dos años y medio pasados entre Oxford y Londres se cuentan entre los más importantes de su vida, por cuanto entonces compuso y publicó las dos trilogías de los Diálogos italianos. Lo mismo que había sido también El Candelero, obra aparecida anteriormente en París, La Cena del Miércoles de Cenizaresulta aún casi una comedia, y describe una cena celebrada en la casa de un gentilhombre londinense la noche del Miércoles de Ceniza. De la causa, principio y uno, hoy la obra más leída de Giordano Bruno, trata de fundar la nueva "filosofía nolana" proponiendo el concepto de una materia viviente que se da ella misma infinitas formas abandonadas luego paulatinamente. Del infinito universo y mundos critica la física y la cosmología aristotélicas, que sustituye por una idea del universo infinito en su extensión y el número de mundos (los astros) que lo integran.

La segunda trilogía, la Expulsión de la bestia triunfante, es una comedia mitológica en la que los dioses resuelven hacer penitencia, ahuyentan del cielo a osas y escorpiones y los reemplazan por los signos de las virtudes. En La cábala del caballo Pegaseo y del asno Cilémicose da una sátira de la "santa asnalidad", o sea de la humildad y la sencillez recomendadas por el cristianismo. Los Heroicos furoresexaltan, en verso y prosa, el amor de la inteligencia para el objeto divino, que es la verdad.

Al regresar a Francia, Giordano Bruno empezó a exponer y a criticar las obras de Aristóteles. Nuevos "tumultos" de estudiantes le llevaron a Alemania, donde publicó los tres poemas latinos compuestos mientras tanto y que integran el segundo grupo de sus textos más ilustres. Del mínimopropone el concepto del mínimo físico, el átomo, y del matemático, el punto, entendido cual la esfera más pequeña posible, De la mónada, que resulta hasta cierto punto similar a los escritos mágicos del autor, muestra la conversión de la unidad en dualidad y sus posteriores complicaciones que dan lugar a la tríada, la tétrada, etc., hasta llegar a la década. De lo inmenso y de los innumerablesreanuda el tema que se halla en Del infinito con una nueva conciencia de los progresos contemporáneos de la astronomía, campo en el cual destacaba Tycho Brahe.

Invitado por Juan Mocenigo, quien quería aprender de él la mnemotécnica y quizá también la magia, Giordano Bruno marchó a Venecia; pero aquél, no satisfecho de la enseñanza y molestado por los discursos heréticos de su huésped, le denunció al Santo Oficio. Conseguida por la Inquisición romana la extradición, Giordano Bruno fue encarcelado, interrogado por los inquisidores y, finalmente, condenado a una muerte cruel.

Se ha considerado a Giordano Bruno símbolo del pensamiento libre rebelado frente al dogma religioso: vuelve alegremente al naturalismo antiguo "renacido" en los nuevos tiempos, sostiene sus opiniones en todos los países de Europa y ante los poderosos y doctos y, finalmente, después de ocho años de cárcel, prefiere la muerte a la retractación. Bajo este aspecto, aparece como héroe sublime de una humanidad resuelta a reivindicar y defender a costa de la vida el derecho a pensar de acuerdo con una razón autónoma y meramente filosófica.

En honor a la verdad, sin embargo, debe tenerse en cuenta que Giordano Bruno se ordenó, según él mismo dijo a la Inquisición véneta, cuando ya su mente estaba invadida por muchas dudas acerca de los máximos dogmas (Trinidad y Encarnación) y se veía inclinada a una interpretación racionalista y naturalista de ellos; que nunca fue perseguido en los países católicos transalpinos por haber huido de un convento ni por sus ideas; y que al regresar a Italia proclamaba abiertamente no haber de temer nada de la Inquisición y estar resuelto a volver al "gremio de la Iglesia católica". Los debates acerca de esta figura se hallan muy lejos de tocar a su fin; de todas formas, nadie puede discutir el valor del entusiasmo mental con que Giordano Bruno cantó como divina la infinita fecundidad de formas de la naturaleza.




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Mensajepor franc » 06 Sep 2008, 16:22

Galileo Galilei



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Galileo Galilei nació en Pisa el 15 de febrero de 1564. Lo poco que, a través de algunas cartas, se conoce de su madre, Giulia Ammannati di Pescia, no compone de ella una figura demasiado halagüeña. Su padre, Vincenzo Galilei, era florentino y procedía de una familia que tiempo atrás había sido ilustre; músico de vocación, las dificultades económicas lo habían obligado a dedicarse al comercio, profesión que lo llevó a instalarse en Pisa. Hombre de amplia cultura humanista, fue un intérprete consumado y un compositor y teórico de la música, cuyas obras sobre el tema gozaron de una cierta fama en la época. De él hubo de heredar Galileo no sólo el gusto por la música (tocaba el laúd), sino también el carácter independiente y el espíritu combativo, y hasta puede que el desprecio por la confianza ciega en la autoridad y el gusto por combinar la teoría con la práctica. Galileo fue el primogénito de siete hermanos de los que tres (Virginia, Michelangelo y Livia) hubieron de contribuir, con el tiempo, a incrementar sus problemas económicos. En 1574 la familia se trasladó a Florencia y Galileo fue enviado un tiempo al monasterio de Santa Maria di Vallombrosa, como alumno o quizá como novicio.


Juventud académica

En 1581 Galileo ingresó en la Universidad de Pisa, donde se matriculó como estudiante de medicina por voluntad de su padre. Cuatro años más tarde, sin embargo, abandonó la universidad sin haber obtenido ningún título, aunque con un buen conocimiento de Aristóteles. Entretanto, se había producido un hecho determinante en su vida: su iniciación en las matemáticas, al margen de sus estudios universitarios, y la consiguiente pérdida de interés por su carrera como médico. De vuelta en Florencia en 1585, Galileo pasó unos años dedicado al estudio de las matemáticas, aunque interesado también por la filosofía y la literatura (en la que mostraba sus preferencias por Ariosto frente a Tasso); de esa época data su primer trabajo sobre el baricentro de los cuerpos -que luego recuperaría, en 1638, como apéndice de la que habría de ser su obra científica principal- y la invención de una balanza hidrostática para la determinación de pesos específicos, dos contribuciones situadas en la línea de Arquímedes, a quien Galileo no dudaría en calificar de «sobrehumano».

Tras dar algunas clases particulares de matemáticas en Florencia y en Siena, trató de obtener un empleo regular en las universidades de Bolonia, Padua y en la propia Florencia. En 1589 consiguió por fin una plaza en el Estudio de Pisa, donde su descontento por el paupérrimo sueldo percibido no pudo menos que ponerse de manifiesto en un poema satírico contra la vestimenta académica. En Pisa compuso Galileo un texto sobre el movimiento, que mantuvo inédito, en el cual, dentro aún del marco de la mecánica medieval, criticó las explicaciones aristotélicas de la caída de los cuerpos y del movimiento de los proyectiles; en continuidad con esa crítica, una cierta tradición historiográfica ha forjado la anécdota (hoy generalmente considerada como inverosímil) de Galileo refutando materialmente a Aristóteles mediante el procedimiento de lanzar distintos pesos desde lo alto del Campanile, ante las miradas contrariadas de los peripatéticos...

En 1591 la muerte de su padre significó para Galileo la obligación de responsabilizarse de su familia y atender a la dote de su hermana Virginia. Comenzaron así una serie de dificultades económicas que no harían más que agravarse en los años siguientes; en 1601 hubo de proveer a la dote de su hermana Livia sin la colaboración de su hermano Michelangelo, quien había marchado a Polonia con dinero que Galileo le había prestado y que nunca le devolvió (por el contrario, se estableció más tarde en Alemania, gracias de nuevo a la ayuda de su hermano, y envió luego a vivir con él a toda su familia).

La necesidad de dinero en esa época se vio aumentada por el nacimiento de los tres hijos del propio Galileo: Virginia (1600), Livia (1601) y Vincenzo (1606), habidos de su unión con Marina Gamba, que duró de 1599 a 1610 y con quien no llegó a casarse. Todo ello hizo insuficiente la pequeña mejora conseguida por Galileo en su remuneración al ser elegido, en 1592, para la cátedra de matemáticas de la Universidad de Padua por las autoridades venecianas que la regentaban. Hubo de recurrir a las clases particulares, a los anticipos e, incluso, a los préstamos. Pese a todo, la estancia de Galileo en Padua, que se prolongó hasta 1610, constituyó el período más creativo, intenso y hasta feliz de su vida.

En Padua tuvo ocasión Galileo de ocuparse de cuestiones técnicas como la arquitectura militar, la castrametación, la topografía y otros temas afines de los que trató en sus clases particulares. De entonces datan también diversas invenciones, como la de una máquina para elevar agua, un termoscopio y un procedimiento mecánico de cálculo que expuso en su primera obra impresa: Le operazioni del compasso geometrico e militare, 1606. Diseñado en un principio para resolver un problema práctico de artillería, el instrumento no tardó en ser perfeccionado por Galileo, que amplió su uso en la solución de muchos otros problemas. La utilidad del dispositivo, en un momento en que no se habían introducido todavía los logaritmos, le permitió obtener algunos ingresos mediante su fabricación y comercialización.

En 1602 Galileo reemprendió sus estudios sobre el movimiento, ocupándose del isocronismo del péndulo y del desplazamiento a lo largo de un plano inclinado, con el objeto de establecer cuál era la ley de caída de los graves. Fue entonces, y hasta 1609, cuando desarrolló las ideas que treinta años más tarde, constituirían el núcleo de sus Discorsi.


El mensaje de los astros

En julio de 1609, de visita en Venecia (para solicitar un aumento de sueldo), Galileo tuvo noticia de un nuevo instrumento óptico que un holandés había presentado al príncipe Mauricio de Nassau; se trataba del anteojo, cuya importancia práctica captó Galileo inmediatamente, dedicando sus esfuerzos a mejorarlo hasta hacer de él un verdadero telescopio. Aunque declaró haber conseguido perfeccionar el aparato merced a consideraciones teóricas sobre los principios ópticos que eran su fundamento, lo más probable es que lo hiciera mediante sucesivas tentativas prácticas que, a lo sumo, se apoyaron en algunos razonamientos muy sumarios.

Sea como fuere, su mérito innegable residió en que fue el primero que acertó en extraer del aparato un provecho científico decisivo. En efecto, entre diciembre de 1609 y enero de 1610 Galileo realizó con su telescopio las primeras observaciones de la Luna, interpretando lo que veía como prueba de la existencia en nuestro satélite de montañas y cráteres que demostraban su comunidad de naturaleza con la Tierra; las tesis aristotélicas tradicionales acerca de la perfección del mundo celeste, que exigían la completa esfericidad de los astros, quedaban puestas en entredicho. El descubrimiento de cuatro satélites de Júpiter contradecía, por su parte, el principio de que la Tierra tuviera que ser el centro de todos los movimientos que se produjeran en el cielo. En cuanto al hecho de que Venus presentara fases semejantes a las lunares, que Galileo observó a finales de 1610, le pareció que aportaba una confirmación empírica al sistema heliocéntrico de Copérnico, ya que éste, y no el de Tolomeo, estaba en condiciones de proporcionar una explicación para el fenómeno.

Ansioso de dar a conocer sus descubrimientos, Galileo redactó a toda prisa un breve texto que se publicó en marzo de 1610 y que no tardó en hacerle famoso en toda Europa: el Sidereus Nuncius, el 'mensajero sideral' o 'mensajero de los astros', aunque el título permite también la traducción de 'mensaje', que es el sentido que Galileo, años más tarde, dijo haber tenido en mente cuando se le criticó la arrogancia de atribuirse la condición de embajador celestial.

El libro estaba dedicado al gran duque de Toscana Cósimo II de Médicis y, en su honor los satélites de Júpiter recibían allí el nombre de «planetas Medíceos». Con ello se aseguró Galileo su nombramiento como matemático y filósofo de la corte toscana y la posibilidad de regresar a Florencia, por la que venía luchando desde hacía ya varios años. El empleo incluía una cátedra honoraria en Pisa, sin obligaciones docentes, con lo que se cumplía una esperanza largamente abrigada y que le hizo preferir un monarca absoluto a una república como la veneciana, ya que, como él mismo escribió, «es imposible obtener ningún pago de una república, por espléndida y generosa que pueda ser, que no comporte alguna obligación; ya que, para conseguir algo de lo público, hay que satisfacer al público».


La batalla del copernicanismo

El 1611 un jesuita alemán, Christof Scheiner, había observado las manchas solares publicando bajo seudónimo un libro acerca de las mismas. Por las mismas fechas Galileo, que ya las había observado con anterioridad, las hizo ver a diversos personajes durante su estancia en Roma, con ocasión de un viaje que se calificó de triunfal y que sirvió, entre otras cosas, para que Federico Cesi le hiciera miembro de la Accademia dei Lincei que él mismo había fundado en 1603 y que fue la primera sociedad científica de una importancia perdurable.

Bajo sus auspicios se publicó en 1613 la Istoria e dimostrazione interno alle macchie solari, donde Galileo salía al paso de la interpretación de Scheiner, quien pretendía que las manchas eran un fenómeno extrasolar («estrellas» próximas al Sol, que se interponían entre éste y la Tierra). El texto desencadenó una polémica acerca de la prioridad en el descubrimiento, que se prolongó durante años e hizo del jesuita uno de los más encarnizados enemigos de Galileo, lo cual no dejó de tener consecuencias en el proceso que había de seguirle la Inquisición. Por lo demás, fue allí donde, por primera y única vez, Galileo dio a la imprenta una prueba inequívoca de su adhesión a la astronomía copernicana, que ya había comunicado en una carta a Kepler en 1597. Ante los ataques de sus adversarios académicos y las primeras muestras de que sus opiniones podían tener consecuencias conflictivas con la autoridad eclesiástica, la postura adoptada por Galileo fue la de defender (en una carta dirigida a mediados de 1615 a Cristina de Lorena) que, aun admitiendo que no podía existir contradicción ninguna entre las Sagradas Escrituras y la ciencia, era preciso establecer la absoluta independencia entre la fe católica y los hechos científicos. Ahora bien, como hizo notar el cardenal Bellarmino, no podía decirse que se dispusiera de una prueba científica concluyente en favor del movimiento de la Tierra, el cual, por otra parte, estaba en contradicción con las enseñanzas bíblicas; en consecuencia, no cabía sino entender el sistema copernicano como hipotético. En este sentido, el Santo Oficio condenó el 23 de febrero de 1616 al sistema copernicano como «falso y opuesto a las Sagradas Escrituras», y Galileo recibió la admonición de no enseñar públicamente las teorías de Copérnico.

Galileo, conocedor de que no poseía la prueba que Bellarmino reclamaba, por más que sus descubrimientos astronómicos no le dejaran lugar a dudas sobre la verdad del copernicanismo, se refugió durante unos años en Florencia en el cálculo de unas tablas de los movimientos de los satélites de Júpiter, con el objeto de establecer un nuevo método para el cálculo de las longitudes en alta mar, método que trató en vano de vender al gobierno español y al holandés. En 1618 se vio envuelto en una nueva polémica con otro jesuita, Orazio Grassi, a propósito de la naturaleza de los cometas, que dio como resultado un texto, Il Saggiatore (1623), rico en reflexiones acerca de la naturaleza de la ciencia y el método científico, que contiene su famosa idea de que «el Libro de la Naturaleza está escrito en lenguaje matemático». La obra, editada por la Accademia dei Lincei, venía dedicada por ésta al nuevo papa Urbano VIII, es decir, el cardenal Maffeo Barberini, cuya elección como pontífice llenó de júbilo al mundo culto en general y, en particular, a Galileo, a quien el cardenal había ya mostrado su afecto.

La nueva situación animó a Galileo a redactar la gran obra de exposición de la cosmología copernicana que ya había anunciado en 1610: el Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo, tolemaico e copernicano; en ella, los puntos de vista aristotélicos defendidos por Simplicio se confrontaban con los de la nueva astronomía abogados por Salviati, en forma de diálogo moderado por la bona mens de Sagredo. Aunque la obra fracasó en su intento de estar a la altura de las exigencias expresadas por Bellarmino, ya que aportaba, como prueba del movimiento de la Tierra, una explicación falsa de las mareas, la inferioridad de Simplicio ante Salviati era tan manifiesta que el Santo Oficio no dudó en abrirle un proceso a Galileo, pese a que éste había conseguido un imprimatur para publicar el libro en 1632. Iniciado el 12 de abril de 1633, el proceso terminó con la condena a prisión perpetua, pese a la renuncia de Galileo a defenderse y a su retractación formal. La pena fue suavizada al permitírsele que la cumpliera en su quinta de Arcetri, cercana al convento donde en 1616 y con el nombre de sor Maria Celeste había ingresado su hija más querida, Virginia, que falleció en 1634.

En su retiro, donde a la aflicción moral se sumaron las del artritismo y la ceguera, Galileo consiguió completar la última y más importante de sus obras: los Discorsi e dimostrazioni matematiche intorno à due nueve scienze, publicado en Leiden por Luis Elzevir en 1638. En ella, partiendo de la discusión sobre la estructura y la resistencia de los materiales, Galileo sentó las bases físicas y matemáticas para un análisis del movimiento, que le permitió demostrar las leyes de caída de los graves en el vacío y elaborar una teoría completa del disparo de proyectiles. La obra estaba destinada a convertirse en la piedra angular de la ciencia de la mecánica construida por los científicos de la siguiente generación, con Newton a la cabeza.

En la madrugada del 8 al 9 de enero de 1642, Galileo falleció en Arcetri confortado por dos de sus discípulos, Vincenzo Viviani y Evangelista Torricelli, a los cuales se les había permitido convivir con él los últimos años.




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Mensajepor franc » 16 Sep 2008, 11:04

René Descartes


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(La Haye, Francia, 1596 - Estocolmo, Suecia, 1650) Filósofo y matemático francés. René Descartes se educó en el colegio jesuita de La Flèche (1604-1612), donde gozó de un cierto trato de favor en atención a su delicada salud.

Obtuvo el título de bachiller y de licenciado en derecho por la facultad de Poitiers (1616), y a los veintidós años partió hacia los Países Bajos, donde sirvió como soldado en el ejército de Mauricio de Nassau. En 1619 se enroló en las filas del duque de Baviera; el 10 de noviembre, en el curso de tres sueños sucesivos, René Descartes experimentó la famosa «revelación» que lo condujo a la elaboración de su método.

Tras renunciar a la vida militar, Descartes viajó por Alemania y los Países Bajos y regresó a Francia en 1622, para vender sus posesiones y asegurarse así una vida independiente; pasó una temporada en Italia (1623-1625) y se afincó luego en París, donde se relacionó con la mayoría de científicos de la época. En 1628 decidió instalarse en los Países Bajos lugar que consideró más favorable para cumplir los objetivos filosóficos y científicos que se había fijado, y residió allí hasta 1649. Los cinco primeros años los dedicó principalmente a elaborar su propio sistema del mundo y su concepción del hombre y del cuerpo humano, que estaba a punto de completar en 1633 cuando, al tener noticia de la condena de Galileo, renunció a la publicación de su obra, que tendría lugar póstumamente.

En 1637 apareció su famoso Discurso del método, presentado como prólogo a tres ensayos científicos. Descartes proponía una duda metódica, que sometiese a juicio todos los conocimientos de la época, aunque, a diferencia de los escépticos, la suya era una duda orientada a la búsqueda de principios últimos sobre los cuales cimentar sólidamente el saber.

Este principio lo halló en la existencia de la propia conciencia que duda, en su famosa formulación «pienso, luego existo». Sobre la base de esta primera evidencia, pudo desandar en parte el camino de su escepticismo, hallando en Dios el garante último de la verdad de las evidencias de la razón, que se manifiestan como ideas «claras y distintas».

El método cartesiano, que Descartes propuso para todas las ciencias y disciplinas, consiste en descomponer los problemas complejos en partes progresivamente más sencillas hasta hallar sus elementos básicos, las ideas simples, que se presentan a la razón de un modo evidente, y proceder a partir de ellas, por síntesis, a reconstruir todo el complejo, exigiendo a cada nueva relación establecida entre ideas simples la misma evidencia de éstas.

Los ensayos científicos que seguían, ofrecían un compendio de sus teorías físicas, entre las que destaca su formulación de la ley de inercia y una especificación de su método para las matemáticas. Los fundamentos de su física mecanicista, que hacía de la extensión la principal propiedad de los cuerpos materiales, los situó en la metafísica que expuso en 1641, donde enunció así mismo su demostración de la existencia y la perfección de Dios y de la inmortalidad del alma. El mecanicismo radical de las teorías físicas de Descartes, sin embargo, determinó que fuesen superadas más adelante.

Pronto su filosofía empezó a ser conocida y comenzó a hacerse famoso, lo cual le acarreó amenazas de persecución religiosa por parte de algunas autoridades académicas y eclesiásticas, tanto en los Países Bajos como en Francia. En 1649 aceptó la invitación de la reina Cristina de Suecia y se desplazó a Estocolmo, donde murió cinco meses después de su llegada a consecuencia de una neumonía.

Descartes es considerado como el iniciador de la filosofía racionalista moderna por su planteamiento y resolución del problema de hallar un fundamento del conocimiento que garantice la certeza de éste, y como el filósofo que supone el punto de ruptura definitivo con la escolástica.


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Mensajepor franc » 22 Sep 2008, 12:15

CHRISTIAAN HUYGENS

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Christiaan Huygens Nació el 14 Abril 1629 en La Haya, Holanda. Venía de una importante familia holandesa. Su padre Constantin Huygens había estudiado filosofía natural y fue diplomático. Fue a través de él que Christiaan tuvo acceso a los altos círculos científicos de la época. En particular Constantin tenía muchos contactos en Inglaterra y se escribía regularmente con Mersenne y fue amigo de Descartes.

Educado en casa por profesores particulares hasta que tuvo 16 años, Christiaan aprendió geometría, cómo hacer modelos mecánicos y habilidades sociales como tocar el laúd. Su educación matemática estuvo claramente influenciada por Descartes que fue un visitante ocasional en la casa de Huygens y puso un gran interés en el progreso matemático del joven Christiaan.

Christiaan Huygens estudió leyes y matemáticas en la Universidad de Leiden desde 1645 hasta 1647. Van Schooten le dio clases de matemáticas mientras estuvo en Leiden. Desde 1647 hasta 1649 continuó estudiando leyes y matemáticas pero ahora en el Colegio de Orange en Breda. Aquí fue afortunado de tener otro experto profesor de matemáticas, John Pell. A través del contacto de su padre con Mersenne, comenzó una correspondencia entre Huygens y Mersenne durante esta época. Mersenne desafió a Huygens a resolver gran número de problemas incluyendo la forma de la cuerda sujeta por sus puntas. Aunque falló en este problema resolvió el problema relacionado de cómo colgar pesos en la cuerda para que cuelgue en forma de parábola. En 1649 Huygens fue a Dinamarca como parte de una delegación diplomática y esperaba continuar hasta Estocolmo para visitar a Descartes, pero el tiempo no le permitió hacer este viaje. Siguió la visita a Dinamarca con otras a través de Europa incluyendo Roma.

Las primeras publicaciones de Huygens en 1651 y 1654 consideraban problemas matemáticos. La publicación Cyclometriae de 1651 mostraba la falacia en los métodos propuestos por Gregory de Saint-Vincent, que había afirmado haber cuadrado el círculo. La obra de Huygens de 1654 De Circuli Magnitudine Inventa fue un trabajo más importante sobre temas similares.

Huygens pronto volvió su atención al pulido de lentes y la construcción de telescopios. Alrededor de 1654 desarrolló una nueva y mejor forma de tallar y pulir lentes. Usando una de sus propias lentes, Huygens detectó, en 1655, la primera luna de Saturno. En el mismo año hizo su primera visita a París. In formó a los matemáticos de París incluyendo a Boulliau de su descubrimiento y a su vez Huygens aprendió del trabajo sobre probabilidades llevado a cabo en la correspondencia entre Pascal y Fermat. A su regreso a Holanda Huygens escribió un pequeño trabajo De Ratiociniis in Ludo Aleae sobre el cálculo de probabilidades, el primer trabajo impreso sobre el tema.

El año siguiente descubrió la verdadera forma de los anillos de Saturno. Sin embargo otros tenían diferentes teorías incluyendo a Roberval y Boulliau. Boilliau había errado al detectar la luna de Saturno Titán por lo que Huygens comprendió que estaba usando un telescopio inferior. Alrededor de 1656 Huygens fue capaz de confirmar su teoría del anillo a Boulliau y los resultados fueron informados al grupo de París. En Systema Saturnium (1659), Huygens explicaba las fases y cambios en la forma del anillo. Algunos, incluido el Jesuita Fabri, atacaron no sólo las teorías de Huygens sino también sus observaciones. Sin embargo, en 1665 incluso Fabri fue persuadido a aceptar la teoría del anillo de Huygens a medida que mejores telescopios confirmaron sus observaciones.

El trabajo en astronomía requería un cronometraje preciso y esto impulsó a Huygens a abordar este problema. En 1656 patentó el primer reloj de péndulo, que incrementó enormemente la precisión de la medida del tiempo. Su trabajo sobre el péndulo estaba relacionado con otro trabajo matemático que había estado haciendo sobre el cicloide como resultado del desafío de Pascal. Huygens creía que un péndulo oscilando en un área grande sería más útil en el mar e inventó el péndulo cicloidal con esto en mente. Construyó varios relojes de péndulo para determinar la longitud en el mar y fueron sometidos a pruebas marinas en 1662 y de nuevo en 1686. En el Horologium Oscillatorium sive de motu pendulorum (1673) describió la teoría del movimiento del péndulo. También derivó la ley de la fuerza centrífuga para el movimiento circular uniforme. Como resultado de esto Huygens , Hooke, Halley y Wren formularon la ley del cuadrado inverso de la atracción gravitatoria. Huygens regresó a París en 1660 y asistió a reuniones de varias sociedades científicas. Escribió, en una carta a su hermano:

... Hay una reunión cada martes [en la casa de Montmor] en la que veinte o treinta hombres ilustres se reúnen. Nunca me la pierdo ... He ido también ocasionalmente a la casa de M Rohault, que expone la filosofía de M Descartes y hace muy buenos experimentos con buenos razonamientos sobre ellos.

En estas sociedades se encontró con muchos matemáticos incluyendo a Roberval, Carcavi, Pascal, Pierre Petit, Desargues y Sorbière. Después de que le visitase Pascal en Diciembre de 1660 Huygens escribió:
... charlamos de la fuerza del agua rarificada en los cañones y del vuelo, le mostré mis telescopios...

En 1661 Huygens visitó Londres, particularmente para descubrir más sobre la recientemente formada Royal Society que se reunía en esa época en el Gresham College. Quedó enormemente impresionado con Wallis y los otros científicos ingleses con los que se encontró y, a partir de esta época, iba a continuar sus contactos con este grupo. Enseñó sus telescopios a los científicos ingleses y éstos se probaron superiores a los que se usaban en Inglaterra. El duque y la Duquesa de York vinieron a observar la Luna y Saturno a través del telescopio de Huygens. Mientras estuvo en Londres Huygens vio la bomba de vacío de Boyle y quedó impresionado. Tras su regreso a La Haya llevó a cabo gran número de experimentos de Boyle para si mismo. Huygens fue elegido para la Royal Society de Londres en 1663.

Por esta época Huygens patentó su diseño del reloj de péndulo con la solución del problema de la longitud en mente. En 1665 aprendió que la Royal Society estaba investigando otos tipos de reloj, en particular Hooke estaba experimentando con un reloj regulado por muelle espiral. Huygens escribió a Hooke dudando de este método que él sentía que se vería excesivamente afectado por los cambios de temperatura. A pesar de esto Huygens comenzó a experimentar con relojes regulados por muelles, pero su precisión era más pobre que sus relojes de péndulo.

Huygens aceptó una invitación de Colbert en 1666 para formar parte de la Académie Royale des Sciences. Llegó a Paris ese año para descubrir que la Society no estaba todavía organizada. Tras reuniones mantenidas con Roberval, Carcavi, Auzout, Frenicle de Bessy, y Buot en la biblioteca de Colbert la Sociedad se mudó a la Bibliothèque du Roi en la que Huygens ocupó una residencia. Él asumió el liderazgo del grupo basándose mucho en su conocimiento de la forma en que operaba la Royal Society en Inglaterra.

El trabajo de Huygens sobre la colisión de cuerpos elásticos mostró el error de las leyes del impacto de Descartes y su memoria sobre el tema fue enviada a la Royal Society en 1668. La Royal Society había planteado una cuestión sobre el impacto y Huygens probó con experimentos que el momento de una dirección fija antes de la colisión de dos cuerpos es igual al momento en esa dirección tras la colisión. Wallis y Wren también respondieron a esta cuestión. El movimiento circular fue un tema del que Huygens se ocupó en esta época pero también continuó pensando sobre la teoría de la gravedad de Descartes basada en los vórtices. Parece haber mostrado signos de no estar contento con la teoría de Descartes por esta época pero él todavía se dirigió a la Académie sobre este tema en 1669 aunque después de su discurso Roberval y Mariotte argumentaron fuertemente, y de forma correcta, contra la teoría de Descartes y esto pudo haber influenciado a Huygens.

Desde su juventud la salud de Huygens no había sido recia y en 1670 tuvo una seria enfermedad que resultó en su partida de París hacia Holanda. Antes de dejar París, creyendo estar cerca de la muerte pidió que sus artículos no publicados sobre mecánica fueran enviados a la Royal Society. El secretario del embajador inglés fue llamado y describió las razones de Huygens:

... cayó en un discurso relativo a la Royal Society de Inglaterra que dijo era una asamblea de los más finos ingenios de la Cristiandad ... dijo que elegía depositar esos pequeños trabajos ... en sus manos antes que nada. ... dijo que preveía la disolución de esta Academia porque estaba mezclada con tintes de envidia por que estaba basada sobre supuestos de beneficio porque dependía totalmente del humor de un príncipe y del favor de un ministro...

Sobre 1671 Huygens regresó a Paris. Sin embargo en 1672 Luis XIV invadió los Países Bajos y Huygens se encontró en la posición extremadamente difícil de estar en una importante posición en París en una época en que Francia estaba en guerra con su propio país. Los científicos de esta época se sentían a si mismos por encima de las guerras políticas y Huygens fue capaz, con mucho apoyo de sus amigos, de continuar su trabajo. En 1672 Huygens y Leibniz se encontraron en París y en lo sucesivo Leibniz fue un visitante asiduo de la Académie. De hecho Leibniz debe mucho a Huygens del que aprendió gran parte de sus matemáticas. En el mismo año Huygens supo del trabajo de Newton sobre el telescopio y sobre la luz. Él, por error, criticó la teoría de la luz de Newton, en particular su teoría del color. Su trabajo, Horologium Oscillatorium sive de motu pendulorum apareció en 1673 y mostró que Huygens se había separado de la influencia de Descartes.

Horologium Oscillatorium contiene el trabajo sobre el péndulo. En él Huygens prueba que el cicloide es tautocrono, un importante resultado teórico pero que había tenido poca aplicación práctica al péndulo. También resuelve el problema del péndulo compuesto. Sin embargo hay mucho más que el trabajo sobre los péndulos. Huygens describe el descenso de los cuerpos en el vacío, bien verticalmente o a lo largo de curvas. Define las evolutas e involutas de las curvas y, tras dar algunas propiedades elementales, halla las evolutas del cicloide y de la parábola. Huygens intenta por primera vez en su trabajo estudiar la dinámica de los cuerpos más que de las partículas. Papin trabajó como ayudante de Huygens por esta época y después de que lo dejara para trabajar con Boyle, a Huygens se le unió Tschirnhaus. Otro brote de enfermedad en 1676 vió el regreso de Huygens a la Haya de nuevo. Estuvo dos años allí, en particular estudiando la doble refracción que Bartholin había descubierto en el cristal espato de Islandia. También trabajó sobre la velocidad de la luz que él creía que era finita y se complació al oír hablar de los experimentos de Römer que daban una velocidad aproximada para la luz determinada por la observación de las lunas de Júpiter.

En 1678 Huygens había regresado a París. En ese año apareció su Traité de la lumiere, en él Huygens argumentaba a favor de la teoría ondulatoria de la luz. Huygens constató que una esfera de luz en expansión se comporta como si cada punto en el frente de onda fuera una nueva fuente de radiación de la misma frecuencia y fase. Sin embargo su salud se hizo más inestable y enfermó en 1679 y de nuevo en 1681 cuando regresó a La Haya por última vez. La Hire, que siempre había argumentado en contra de los extranjeros en la Académie, envió sus mejores deseos a Huygens pero esperaba que no regresara y pudiera adquirir su posición.

El problema de la longitud había permanecido como una causa constante para Huygens como para continuar trabajando en los relojes toda su vida. De nuevo cuando su salud se recuperó trabajó sobre un nuevo reloj marino durante 1682 y, con la Compañía de la Indias Orientales Holandesas mostrando su interés, trabajó duro sobre los relojes. Colbert murió en 1683 y un regreso a París sin el apoyo de su patrón parecía imposible. Su padre murió en 1687, habiendo alcanzado los 91 años de edad, y el año siguiente su hermano partió para Inglaterra. Huygens echaba de menos el tener gente alrededor con quienes poder discutir de temas científicos. En 1689 él llegó a Inglaterra.

En Inglaterra Huygens se encontró con Newton, Boyle y otros en la Royal Society. No se sabe qué discusiones hubo entre Huygens y Newton pero sabemos que Huygens tenía una gran admiración por Newton pero al mismo tiempo no creía en la teoría de la gravitación universal de la que dijo: “me parece absurda”

En algún sentido por supuesto Huygens estaba en lo cierto, cómo puede uno creer que dos masas distantes se atraen mutuamente cuando no hay nada entre ellas, nada en la teoría de Newton explica cómo es posible que una masa pueda incluso saber que la otra masa está allí. Escribiendo sobre Newton y los Principia algún tiempo después Huygens escribió:

“Estimo su comprensión y sutileza en gran medida, pero considero que se les ha dado un mal uso en la mayor parte de este trabajo, donde el autor estudia cosas de poco uso o cuando construye el improbable principio de la atracción”. Él se retiraba con mucha tristeza a los pensamientos de su aislamiento científico en Holanda.

En los últimos años de su vida Huygens compuso una de las primeras discusiones de la vida extraterrestre, publicada tras su muerte como el Cosmotheoros (1698). Continuó trabajando en la mejora de las lentes y sobre el reloj regulado por muelles y sobre nuevos relojes de péndulo. Huygens describió el temperamento constante de 31 tonos en Lettre touchant le cycle harmonique. Esto ha llevado indirectamente a una tradición musical de 31 tonos en Holanda en este siglo.

En una carta a Tschirnhaus escrita en 1687, Huygens explicaba su propio método:

.. se sienten grandes dificultades al principio y estas no pueden ser superadas excepto comenzando con los experimentos ... Pero incluso así, queda mucho trabajo duro por hacer y uno necesita no sólo gran perspicacia sino a menudo un grado de buena suerte.

Los logros científicos de Huygens están resumidos en [4] como sigue:

... Huygens fue el mejor mecánico del siglo diecisiete. Combinó el tratamiento matemático de Galileo de los fenómenos con la visión de Descartes del diseño último de la naturaleza. Comenzando como un ardiente Cartesiano que buscaba corregir los errores más manifiestos del sistema, terminó como uno de sus críticos más agudos. ... las ideas de la masa, peso, momento, fuerza y trabajo fueron clarificadas finalmente en el tratamiento de Huygens de los fenómenos de impacto, la fuerza centrípeta y el primer sistema dinámico jamás estudiado: el péndulo compuesto. Murió el 8 Julio 1695 en La Haya, Holanda.



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Mensajepor franc » 01 Oct 2008, 22:42

Giovanni Cassini


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Nació el 8 de Junio de 1625 en Perinaldo, República de Génova (actualmente Italia) Lo primero que deberíamos aclarar en esta biografía es el nombre de Giovanni Cassini. Sus padres, Jacopo Cassini y Julia Crovesi, le dieron el nombre de Giovanni Domenico, tras su nacimiento en Italia. Sin embargo también usó el nombre de Gian Domenico Cassini, y después de trasladarse a Francia, cambió su nombre por la versión francesa del mismo Jean-Dominique Cassini. Para agregar solo un comentario más a la cuestión de su nombre, fue el primero de la famosa familia de astrónomos Cassini y por esta razón a menudo es conocido como Cassini I. Sabemos poco sobre sus padres pero con seguridad su padre fue toscano. De hecho Giovanni fue educado no por sus padres, sino por su tío, un hermano de su madre Julia Crovesi. Tras pasar dos años recibiendo educación en Vallebone, Cassini entró en el Colegio de los Jesuitas de Génova donde estudió tutelado por Casselli. Tras esto estudió en la abadía de San Fructuoso. Taton escribe :

“Demostró una gran curiosidad intelectual y estaba especialmente interesado en poesía, matemáticas y astronomía”.

Su primer interés, sin embargo, estuvo en la astrología más que en la astronomía. Leyó ampliamente sobre este tema y rápidamente se convirtió en un erudito, aunque estaba convencido de que no había verdad en las predicciones astrológicas. Fue este, por extraño que parezca, extenso conocimiento de la astrología lo que le llevó a su primer cargo. En 1644 el Marqués Cornelio Malvasia, que fue senador de Bolonia con un gran interés en la astrología, invitó a Cassini a Bolonia. Le ofreció un puesto en el Observatorio de Panzano el cual estaba construyendo en aquella época.

Desde 1648 Cassini observó desde el Observatorio de Panzano con instrumentos que había conseguido con los recursos económicos del Marqués Malvasia. Este fue un momento importante para Cassini quien aprendió mucho de los destacados científicos jesuitas Giovanni Battista Riccioli y Francesco Maria Grimaldi (que más tarde descubriría la difracción). En 1650, Cassini se convirtió en profesor de Matemáticas y Astronomía en la Universidad de Bolonia, ocupando el puesto que había estado vacante desde la muerte de Cavalieri a finales de Noviembre de 1647. Este nombramiento llegó a través del apoyo del Marqués Malvasia cuya importante posición en Bolonia le dio una considerable influencia para nombrar al sucesor de Cavalieri. Cassini observó un cometa en 1652-3 y publicó un informe de sus observaciones que dedicó al Duque de Módena. De este trabajo podemos ver que Cassini creía en una Tierra centrada en el Sistema Solar, con cometas más allá de Saturno y con origen en la Tierra. Las observaciones le llevarían a aceptar el modelo de Sistema Solar propuesto por Tycho Brahe y, en 1659, presentó un sistema centrado en la Tierra con la Luna y el Sol orbitando la Tierra y el resto de planetas orbitando el Sol. Más tarde aceptaría una versión del modelo copernicano.

Uno de los predecesores de Cassini como profesor de Matemáticas y Astronomía en Bolonia había sido Egnatio Danti quien había sido designado en 1576. Danti había construido un gnomon en la Iglesia de San Petronio en Bolonia, uno de las iglesias cristianas más grandes jamás construidas. Un pequeño agujero permite a los rayos del sol entrar en la iglesia. Estos formaban una pequeña imagen a escala sobre el suelo que permitía determinar la posición del Sol con precisión. La Iglesia de San Petronio había sido construido en su mayor parte entre 1445 y 1525, pero él continuó el trabajo para extenderla y no mucho antes de que Cassini llegara a Bolonia los trabajos de construcción habían dejado inservible en gnomon de Danti:

En 1653, Cassini, deseando emplear tal instrumento, trazó un plan para un nuevo y mayor [gnomon] pero uno que sería difícil de construir. Sus cálculos fueron precisos; la construcción se llevó a cabo perfectamente; y este éxito dio a Cassini una brillante reputación.

Hizo muchas observaciones importantes con su nuevo gnomon las cuales publicó en Specimen observationum Bononiensium ... (1656), un trabajo dedicado a la Reina Cristina de Suecia quien estaba exiliada en Italia en este época. Su experiencia, sin embargo, cubrió muchas otras áreas además de la Astronomía. Fue un experto en hidráulica e ingeniería y como tal fue consultado acerca de la disputa de 1657 entre Bolonia y Ferrara sobre el curso del Río Reno. La disputa fue resuelta por el Papa Alejandro VII aconsejado por Cassini y durante algunos años después de esto Corte Papal le pidió consejo habitualmente como experto en gestión de ríos. Escribió tratados sobre este aspecto de su trabajo, en particular sobre las inundaciones del Río Po. También fue empleado del Papa en 1663 como superintendente de fortificaciones, entonces viajó a Roma de nuevo en 1665 cuando fue nombrado superintendente de las aguas de los Estados Eclesiásticos. El Papa preguntó a Cassini sobre la posibilidad de que se uniera a la Santa Orden ya que deseaba tenerlo permanentemente a su servicio. Sin embargo, Cassini prefirió mantener su puesto como profesor de Matemáticas y Astronomía en Bolonia donde enseñaba cuando no estaba sirviendo en trabajos papales. Continuó con su investigación astronómica, proponiendo un modelo para la refracción atmosférica que resultó ser incorrecto, haciendo un intensivo estudio del Sol, publicando tablas en 1662, y continuando la búsqueda de cometas. En 1664 observó un comenta que le llevó a proponer una nueva teoría sobre que los comentas viajaban en órbitas circulares alrededor del Sol con el centro de la órbita en la dirección de la estrella Sirio.

Comenzando en 1664 Cassini fue capaz de observar con nuevos y potentes telescopios hechos por el excelente óptico Giuseppe Campani de Roma. Con estos instrumentos, Cassini hizo una serie de nuevos descubrimientos. En Julio de 1664 midió el periodo de rotación de Júpiter sobre su eje, descubriendo las bandas y manchas sobre el planeta, y vio que el planeta estaba aplanado en sus polos. En 1666 midió el periodo de rotación de Marte sobre su eje, obteniendo un valor con un error de 3 minutos respecto al correcto, y observó características de su superficie. Publicó series detalladas de observaciones de las lunas de Júpiter en 1668. Cassini descubrió una discrepancia en sus datos lo que al principio atribuyó a que la luz tenía una velocidad finita:

... la luz requiere de un tiempo para llegar desde el satélite a nosotros; y le lleva aproximadamente diez u once minutos atravesar una distancia igual al semidiámetro de la órbita de la Tierra.

Sin embargo, Cassini era demasiado tradicional en sus puntos de vista como para aceptar su propia idea, y pronto la rechazó y buscó otras explicaciones para la discrepancia. Esto resulta bastante irónico ya que los datos de Cassini fueron usados por Römer para calcular la velocidad de la luz siete años más tarde.

Los brillantes descubrimientos de Cassini le dieron una reputación internacional y lo llevaron a ser invitado a París por Luis XIV en 1668. La construcción del Observatorio de París acababa de comenzar y se le ofreció a Cassini un generoso salario, alojamiento gratis y buenas dietas en viajes para supervisar el proyecto. El senado de Bolonia y el Papa Clemente IX estuvieron de acuerdo con el viaje que creían que sería de uno o como mucho dos años. No obstante, Cassini estuvo inmediatamente involucrado en el trabajo de la Académie des Sciences (Academia de Ciencias) aunque en esta etapa hizo un pequeño intento por asentarse y mejorar su francés, tenía completamente previsto un retorno rápido a sus obligaciones en Italia. Tras convertirse en la cabeza del Observatorio de París en 1671, cambió rápidamente su punto de vista sobre el retorno a Italia y se convirtió en ciudadano francés dos años más tarde, cambiando su nombre a Jean-Dominique Cassini. En 1674 se casó con Geneviève de Laistre que era hija del Teniente General del Condado de Clermont. En su boda Geneviève trajo con ella una dote que incluía el Château de Thury en Oise el cual se convirtió en la residencia de verano Cassini para las sucesivas generaciones de la familia. De este matrimonio nacieron dos hijos, el más joven Jacques Cassini nació en 1677 y finalmente sucedería a su padre en el puesto al mando del Observatorio de París. En el Observatorio de París Cassini continuó haciendo revolucionarios descubrimientos, como había hecho en Italia, usando un telescopio que había traído con él. Fue el primero en observar cuatro de las lunas de Saturno: Japeto (1671), Rhea (1672), Tetis (1684), y Dione (1684). Descubrió el hueco en el sistema de anillos de Saturno, conocido ahora como la División de Cassini, en 1675. De forma impresionante propuso de correctamente que los anillos estaban compuestos de un gran número de pequeños satélites orbitando el planeta. Dibujó una gran Carta de la Luna, la cual presentó a la Academia de Ciencias en 1679. Se mantuvo como la mejor disponible hasta el momento de la invención de la fotografía para propósitos astronómicos.

Las tablas de Cassini de las lunas de Júpiter se usaron para determinar longitudes proporcionando un tiempo universal con el cual comprar el tiempo local en distintas posiciones de la Tierra. Mientras las expediciones francesas medían longitudes de numerosos lugares, Cassini permaneció en París coordinando sus datos y haciendo sus propias medidas. En 1672 Jean Richer hizo medidas de Marte desde Cayenne, en la Guyana Francesa, mientras Jean Picard y Cassini hicieron medidas desde París. A partir de sus datos se encontró el primer valor preciso para el paralaje solar, dando la distancia de la Tierra al Sol. Otra medida realizada por Jean Richer, a saber, un péndulo de un periodo de un segundo es más corto en Cayenne que en París, le llevó a explicar esto sugiriendo que la Tierra estaba achatada por los polos. Esto apoyaba las propuestas teóricas de Newton y Huygens, pero Cassini no aceptó la explicación de Jean Richer. Buscó otro experimento para determinar si la Tierra era una esfera perfecta.

Para determinar la forma de la Tierra, Cassini propuso un arco del meridiano desde el norte de Francia al sur. El proyecto comenzó en 1683 con Cassini haciendo medidas desde París hacia el sur, mientras Philippe de La Hire comenzó a hacer medidas desde el norte hacia París. El proyecto fue cancelado por razones financieras en 1684 cuando Cassini había alcanzado Bourges, que está casi exactamente en el centro de Francia.

En 1695 Cassini viajó a Italia. Llevó con él a su hijo de dieciocho años Jacques Cassini e hizo numerosas observaciones geodésicas, también retornó a Bolonia donde reparó el gnomon de la Iglesia de San Petronio en Bolonia el cual había diseñado Cassini casi treinta años antes. En 1700 el proyecto del meridiano se retomó y ahora, además de un número de otros científicos, Cassini tenía a su hijo Jacques para ayudarle. Hicieron medidas desde París a Perpignan, que está 13km al oeste de la costa mediterránea. Obtuvo resultados que sugerían, erróneamente, que la Tierra estaba alargada en los polos. Para alguien que rechazó la Teoría de la Gravitación de Newton, este resultado era bastante satisfactorio dado que la Teoría de Newton llevaba a una prueba teórica de que la Tierra estaría achatada en los polos. Sin embargo, habiendo observado el achatamiento de Júpiter en sus polos, es sorprendente que hubiese sido un fuerte defensor del alargamiento de la Tierra.

En 1680 estudió la curva llamada 'óvalos de Cassini' la cual es el lugar geométrico1 de los puntos tales que el producto de sus distancias a dos puntos fijos (focos) es constante. Trabajó en esto como parte de un estudio de los movimientos relativos de la Tierra y el Sol y propuso esta curva para las órbitas planetarias en lugar de la elipse propuesta por Kepler. La Lemniscata de Jacobo Bernoulli es un caso particular de los óvalos de Cassini pero no se tuvo conocimiento de esto durante 100 años.

Desde alrededor de 1709 Jacques Cassini fue gradualmente asumiendo las responsabilidades de su padre como director del Observatorio de París. La salud de Cassini comenzó a deteriorarse, en particular su vista empeoró de tal forma que llegó a quedar casi completamente ciego en 1711. Fontenelle [4] dijo que la tranquilidad y carácter dulce de Cassini, que le vienen de unas profundas creencias religiosas, le permitieron llevar su casi completa ceguera con buen ánimo.

Los juicios sobre el trabajo de Cassini varían enormemente. Mientras muchos historiadores, siguiendo a Delambre, lo acusan de haber encontrado sus mejores ideas en los escritos de sus predecesores y de haber orientado la astronomía francesa en una dirección autoritaria y retrógrada, otros insisten en la importancia de su trabajo como observador y organizador de la investigación del Observatorio. Aunque el control de Cassini restringió los estudios del Observatorio y aunque luchó contra la mayor parte de nuevas teorías, su comportamiento no parece ser tan constantemente tiránico y torvo como Delambre lo describe. No fue un teórico; fue, sin embargo, un dotado observador y sus indiscutibles descubrimientos son suficientes para ganarse una elevada posición entre los astrónomos de la generación pre-Newtoniana. Murió el 14 de Septiembre de 1712 en París, Francia.




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Mensajepor porfirio » 02 Oct 2008, 16:19

franc escribió:diversos comentarios a Aristóteles, a Porfirio y a Pedro Lombardo.


Y yo que pensaba que nadie se llamaba como yo.......

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Mensajepor franc » 02 Oct 2008, 17:00

Sí, creo que también hay por ahí Nepomucenos :lol: :lol: :lol:


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Mensajepor PITT » 07 Oct 2008, 09:02

Estupendo trabajo Franc, gracias me gustan la biografías en especial las de astrónomos y ánimo que esta tarea que te has propuesto es dificil.


"Los de Higgs, tienen otra religión, no son mormones ni gluones, son bosones. "

Por cierto que aunque te parecerá raro raro raro :) pero tambien hay algún que otro mormón astrónomo aficionado por aquí :wink:
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Mensajepor franc » 07 Oct 2008, 12:14

Pues no me parece nada raro, cada cual puede pensar y actuar de acuerdo a lo que su conciencia le dicte en cada momento, eso sí, si ciencia y..., entran en conflicto, espero que se sepa analizar objetivamente el grado de fiabilidad de cada una de las partes conflictivas.


saludos
Última edición por franc el 07 Oct 2008, 20:46, editado 2 veces en total.
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Mensajepor PITT » 07 Oct 2008, 18:35

:thumbleft:
"si ciencia y..., entran en conclicto, espero que se sepa analizar objeticamente el grado de fiabilidad de cada una de las partes conflictivas. "
No parece tan dificil como parece, a veces la fe es como la teoria unificada.... :D :D

" Preserva tu derecho a pensar, puesto que incluso pensar erróneamente, es mejor que no hacerlo en absoluto. HIPATIA "

Que sabias palabras,de hace milenios... :D

Saludos
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