
Puede que las matemáticas, en su abstracción, no sean adecuadas para explicar la sencilla realidad, que no deja de serlo, por compleja que parezca. Hoy, como casi todos los días, he echado una siesta, y en ella, he tenido un sueño. En el sueño, soñé con manzanas, aunque bien podrían ser ovejas, por un lado tenía ovejas, y por otro tenía muchas ovejas. En total tenía ovejas, más muchas ovejas, o sea, el total de ovejas era muchísimas. El caso es, que aprovechando la oscuridad de la noche, vino un usurpador, y se llevó el segundo grupo de ovejas, las que contenía muchas, y más, después apareció el depredador nocturno, “el lobo”, y se llevó el resto, que era el otro grupo de ovejas.



En el sueño, me sentí desorientado, pues en el mismo, quise aplicar las matemáticas y vi que algo no me cuadraba, me había quedado sin ovejas, sin embargo, matemáticamente debía tener un número, aunque negativo, de ovejas en mi poder, ¡pero esto es imposible, me dije!.



Analicé el asunto y comprendí, que entre el lobo y el usurpador, no podían llevarse más ovejas de las que tenía, aceptando entonces que entre los dos se las llevaron todas, y no me quedaba ninguna. Repasé de nuevo el suceso del sueño, y encontré la causa, cosas de morfeo, de la incongruencia matemática, y es que en el primer grupo, había ovejas, y en el segundo había muchas, “y más”. Esto produjo en mí gran satisfacción, al ver, que matemáticamente no me cuadraba, porque yo introducía al segundo grupo de ovejas, un parámetro de ovejas indefinidas más. Ya lúcido, y bien despierto, razoné el sueño. En el razonamiento utilicé las manzanas, relegadas en aquel por las ovejas, pues me era más fácil por su morfología, pensar en manzanas que no en ovejas. Pensé:
"tengo tres manzanas en una mesa, pero imagino en la misma, una más, entonces aunque imaginada, ya no tengo tres sino cuatro, ahora bien, si me como tres, como mínimo me quedará una, aunque sea la imaginaria, pero, ¿y si me como cuatro?, me quedaría menos una, aunque sea la imaginaria, y ¿cómo sé yo, que la que me queda es la imaginaria, o una de las otras tres reales, sabiendo que no me queda ninguna?".


Inexplicable.
Y es que los sueños, como las matemáticas, a veces no tienen nada que ver con la realidad, son abstracciones, en ocasiones irrazonables. Resumiendo, si a tres le quito cuatro, me quedan matemáticamente menos una, o una menos, pero realidad sólo hay una, las matemáticas no son las adecuadas para explicar el universo, pues vemos que si a tres le quito cuatro, no me queda ninguna.

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o caerás en un callejón sin salida

saludos




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