Sin embargo, ¿son éstos los mejores? Si reconocemos que nuestra afición no se limita tan sólo a la observación del cielo y sus maravillas, y que en paralelo corre eso del "tótem" que cada cual se monta
, el cual va en función de gustos, apetencias, necesidades (más o menos imaginadas), disponibilidad económica y algún etcétera que otro más, lo cierto es que la palma, la excelencia total, no está en los refractores de las marcas antes mencionadas. Humildemente reconozco que cuando las condiciones meteorológicas de mi comarca no me lo permiten, suelo recrearme con la contemplación de alguno de mis cacharretes. Como dispongo sitio suficiente, siempre hay alguno montado por completo. Lo contemplo, lo fotografío, lo limpio, lo mimo, vamos que estoy hecho todo un friki. El problema es que desde hace unos días ya no duermo, ya no vivo sin ansiedades, no desde que descubrí lo que quienes leáis estas líneas vais a poder contemplar, y supongo que soñar, en el caso de los refractoristas más furibundos, por cierto, no tenemos bufandas como los hinchas del fútbol. Y es que si los instrumentos de las marcas citadas son magníficos, muy buenos, preciosos, los que vais a ver son la excelencia rozando la perfección. Imaginad un "a-cro-má-ti-co" de 4 pulgadas nada más, por 3.399 libras esterlinas, es decir, algo más de 4.000 € y no estoy hablando de una antigüedad excepcional, no, para nada, lo estoy haciendo de uno moderno, de hoy mismo, pues algo debe tener, ¿no?. Lo que se esconde detrás, además de una excelencia de materiales fuera de lo común, es que su producción es totalmente artesanal y se hacen no sólo por pedido (es de suponer que habrá lista de espera), sino que se diseñan al capricho de quien los encarga. Así, también hay alguno con detalles de oro de 24 K y que siendo la mayoría de 102 mm los APO-ED llegan a costar casi 11 mil dólares. La marca es británica, y ésta es su página, a disfrutar:
http://moonrakertelescopes.co.uk/index.html





