Yo todavía no estoy disfrutando de mis muy bien ganadas vacaciones (alargo unos días la estancia en el curro y así puedo volver el 6 de septiembre, de tal forma que mientras mis colegas empiezan el lunes, yo lo hago el miércoles, je, je, je
 ), y como este año no vamos a salir (plantearse unas vacaciones de verano en un hotel con un crío de nueve meses a cuestas supone un problema logístico-pañalero-biberonil de primera magnitud que no estamos dispuestos a enfrentar: hay que descansar un poco de tantos meses de "sueñus interruptus" por berreos varios...), fuera de breves escapadas para dar una vuelta por tierras segovianas o toledanas, este agosto me planteo el desafío de la observación astronómica urbana desde la Villa y Corte.
 ), y como este año no vamos a salir (plantearse unas vacaciones de verano en un hotel con un crío de nueve meses a cuestas supone un problema logístico-pañalero-biberonil de primera magnitud que no estamos dispuestos a enfrentar: hay que descansar un poco de tantos meses de "sueñus interruptus" por berreos varios...), fuera de breves escapadas para dar una vuelta por tierras segovianas o toledanas, este agosto me planteo el desafío de la observación astronómica urbana desde la Villa y Corte.
De hecho, ya he empezado. Bien fresquito gracias al aire acondicionado (ya veremos luego la factura de Iberdrola), y como en la tele (fuera de episodios repetidos de CSI Miami y CSI Las vegas) no hay nada interesante, a eso de las 23:30 me cogí los prismáticos 7x50, me fui al mirador del dormitorio (que da a un agradable parque donde los árboles ocultan un tanto las farolas) y partiendo de Altair (constelación del Aquila), mis ojos dieron un saltito hacia el sureste, hasta la constelación de Delphinus y desde allí seguí en línea recta hasta la estrella Enif (Epsilon Pegasi). Apunté los prismáticos y desde esta última estrella subí un poquito en diagonal y... ¡allí estaba! a 138º de acimut y
55º de latitud aparecía en los oculares M15, un discreto parche luminoso de magnitud 6,3 (sólo un poco menos que M13, que es de 5,8...) y que con una buena cámara, un teles y un buen cielo puede mostrar este aspecto:
 
Con unos prismáticos más grandes (20x80) el cúmulo puede verse realmente bien:
 
En fin, que esta noche toca telescopio... y creo que iré a por M 11. Para que todo fuera perfecto, una buena tormenta debería limpiar y enfriar los cielos madrileños.
Si es que yo me conformo con poco.
 
											
						
 
   ¡Malditos ladrones de estrellas!
   ¡Malditos ladrones de estrellas!  

 
  




 


