Hola a todos
Me han gustado de verdad vuestras historias, así que voy a contribuir con las mías, que las tengo aún siendo joven y teniendo un equipo de mi... con el que llevo casi 7 años.
La primera ocurrió hace unos años cuando Marte se acercó tanto a la Tierra. Salí a observar con mis padres y dos amigos suyos a las afueras de Badajoz. Cerca de una urbanización poco iluminada a 5km de la ciudad vimos un montecillo con muy buena pinta para observar, así que allá que fuimos. Cuando apenas habíamos montado los telescopios (uno de los amigo de mis padres con una pasada de catadrióptico) nos sale un guarda de una fábrica que había al lado a decirnos que allí no podíamos estar mientras que nos señalaba unos inexistentes carteles de prohibido el paso. Total que el tío nos amenaza con llamar a la Benemérita primero y luego a los perros. Suerte que uno de los amigos de mis padres es hermano de Javier Kraes y lo ahuyentó con buen vozarrón, aunque el tío se quedó allí pinchado hasta que nos fuimos.
La segunda ocurrió este domingo y tiene mucho que ver con lo que decía HEAVYMETAL:
De todas formas, nosotros los de ciudad vamos al campo solos y nos sentimos inseguros..., algo que no debería ser así, ya que nuestros antepasados homínidos allí hicieron vida, y eso nos corre por las venas
Yo soy medio de pueblo, y como últimamente me ha dado por la astronomía y tengo el telescopio en mi pueblo os comento dos anécdotas:
- La primera es que mi pueblo hay un mirador que da al sur con un ángulo de visión de unos 190º prácticamente sin CL, pero no puedo usarlo porque inmediatamente acuden todos los curiosos del lugar
a ver que estás haciedo e inmediatamente preguntar que si les dejas mirar, quedando tú en mal lugar si les dices que no.
- La segunda es que, dado que la anterior opción queda descartada, me voy al patio de mi cochera, en que no tengo un ángulo de visión tan amplio pero al menos tengo algo de clama (eso creía). Mi cochera tiene unos 20m de largo y un patio al final, por lo que estaba yo alejado unos 25m de la calle. Esa noche me llevé una lámpara solar que había comprado esa semana con el propósito único de usarla en este lugar. Craso error. Primero porque al ver la puerta abierta toda persona que pasa por la calle tiene OBLIGATORIAMENTE que asomarse o perecer en el intento. Segundo, porque al ver la luz azulada de la lámpara se sienten atraídos hacia ella como las polillas hacia el fanal. Total que tuve que agarrar al perro y atarlo en la entrada (es un cruce de Rottweiler y acojona). Lo positivo de la experiencia es que he encontrado un lugar para observar, ya que al perro le gusta tumbarse a la entrada de la cochera.
Así pues, lo mejor que puedo recomendarte, txopoflish, es que te hagas de un perro grande, y si puedes de un Rottweiler, ya que contra lo que dicen son cariñosos y no excesivamente agresivos. Además tienes la ventaja añadida de que no se alejarían mucho cuando salieses a observar, porque son más bien comodones.