Mensajepor Rafa » 30 Sep 2007, 20:10
Consideremos el siguiente experimento mental.
Un grupo de científicos parte en una nave-cohete de propulsión a chorro con destino a la estrella Próxima Centauri, que está a 4 años-luz del nosotros. El cohete dispone de una gran cantidad de combustible y su motor impulsa los gases siempre con la misma velocidad. Como se sabe, el conjunto formado por los gases de la combustión y el cohete mismo forman un sistema aislado, de forma que la cantidad de movimiento de este sistema no varía. Por lo tanto, en cada instante, la cantidad de movimiento de los gases expulsados hacia atrás es igual a la cantidad de movimiento que adquiere el cohete hacia delante, lo cual supone que el cohete experimenta una fuerza constante hacia delante.
En el despegue, el rendimiento del motor es bajo, pues toda la energía se emplea en separarse lentamente del suelo, venciendo la gravedad. El cohete asciende muy despacio mientras los gases del chorro propulsor van acelerándolo lentamente y el cohete va ganando altura, hasta que abandona la atmósfera.
El cohete sigue acelerando y al cabo de un tiempo supera la velocidad de escape de la Tierra para la altura a que se encuentra, lo cual significa que aún sin emplear el motor, el cohete seguiría subiendo indefinidamente. Pero los ocupantes no lo desconectan y el cohete sigue acelerando y alejándose más y más de la Tierra, cada vez a mayor velocidad. Supongamos que el cohete abandona el sistema solar, y se interna en el espacio interestelar.
Supongamos que el cohete se encuentra ya muy lejos de la Tierra, por ejemplo a mitad de distancia del Sol y de Próxima Centauro. Los ocupantes desconectan el motor y el cohete sigue su curso a velocidad constante, con lo cual los ocupantes comienzan a flotar dentro de la cabina, junto con todos los objetos a su alrededor, como los astronautas en gravedad cero.
Si conectan el motor, el cohete es acelerado de nuevo y los ocupantes experimentan una fuerza que los hace caer sobre el suelo de la cabina, es decir, hacia la base del cohete.
Según el Principio de Equivalencia de Einstein, cuando un cuerpo es acelerado aparece un campo de fuerzas a su alrededor que, según el sistema de referencia elegido, puede considerarse, bien como un campo de fuerzas inerciales o como un campo gravitatorio. Más concretamente:
A) Si tomamos como sistema de referencia el mismo cuerpo acelerado, aparecen fuerzas gravitatorias que afectan a todos los cuerpos exteriores a él.
B) Si tomamos como sistema de referencia un objeto exterior al cuerpo acelerado, aparecen fuerzas inerciales en el cuerpo acelerado.
La interpretación A es extraña, porque implica que la aceleración de un cuerpo afecta a todo el Universo. La interpretación B parece más natural y más evidente. Sin embargo, puede ser también extraña si no disponemos de objetos próximos para usar como sistema de referencia. En este caso habría que usar como sistema de referencia el Universo mismo, es decir, la totalidad de los objetos del mismo, como estrellas y galaxias lejanas. Resulta entonces que la fuerza inercial que experimenta el cuerpo acelerado es debida a la presencia de estas estrellas y galaxias. Si estas no existieran, no podría hablarse de aceleración ni de fuerzas inerciales. En este sentido, puede considerarse que el espacio en sí mismo tiene un carácter de cuerpo de referencia absoluto y omnipresente, y que además está generado por la presencia de toda la materia del Universo. Esto es lo que dice el Principio de Mach.
Volvamos al caso del cohete situado en el espacio interestelar, lejos de influencias gravitatorias.
Según la interpretación A, cuando se enciende el motor del cohete, éste no se mueve. Lo que ocurre es que los ocupantes “caen” hacia el suelo de la cabina y ven “caer” todos los demás objetos situados en la cabina. Pero también ven “caer” en la misma dirección cualquier objeto exterior al cohete. Extendiendo este razonamiento, todo el Universo “cae” en la misma dirección. La conclusión extraña es que este campo gravitatorio que afecta a todo el Universo está producido por el motor del cohete a base de la energía del combustible. Esto me parece completamente absurdo y rechazable.
Según la interpretación B, cuando se enciende el motor del cohete, la totalidad del Universo, permanece quieto. Sólo el cohete es acelerado y experimenta por ello una fuerza inercial. El hecho de considerar como sistema de referencia la totalidad del Universo, o subsidiariamente el propio espacio, también me parece absurdo y rechazable.
El carácter extraño de estas dos interpretaciones quizás sea debido a algún error conceptual por mi parte. O bien a que no es lícito incluir en los razonamientos, conceptos tales como “la totalidad de cuerpos del Universo”, es decir, el concepto de infinito, por ser delicado y engañoso.
Me surge ahora una pregunta:
Si el combustible no se agota, ¿qué valor máximo puede alcanzar la velocidad del cohete? Esta pregunta parece fácil de contestar. Einstein nos dice que la máxima velocidad alcanzable por el cohete es “c” para cualquier sistema de referencia. Por lo tanto, el cohete puede llegar a viajar a una velocidad próxima a la de la luz. Pero su aceleración se irá reduciendo a medida que la velocidad se acerque al valor “c”. ¿Se darán cuenta de ello los ocupantes?
Un saludo muy cordial
Rafael