El aluvión de noticias astrofísicas que nos llegan por todos los medios, ejercita la mente, de modo insospechado. Los poco conocedores de los rayos Cósmicos, nos las deseamos para lograr aceptar los descubrimientos que aparentemente resultan contradictorios a lo sabido.
Acepté en su día, que tales rayos procedían de la totalidad del Cosmos, procedentes de supuestas explosiones de Novas , Quasars, Estrellas gigantes e incluso de nuestro Sol, aunque de menor energía.
Si ahora hay que incrementar tal procedencia a la de Agujeros Negros, el lío ya lo tengo formado.
Llevo aceptando, que tales rayos de enorme energía, por ser masivos, viajan a velocidad inferior a la de la luz. Y que están compuestos por núcleos atómicos semejantes a los alfa.
Se nos dice ahora, que su constitución es la de gran variedad desde núcleos de H, pudiendo a llegar incluso a los de Fe.
Esto no altera lo ya asumido, sino que lo amplía. Y nos confirma su peligrosidad para la navegación espacial.
Y el que sea tan constante su llegada de todas las direcciones, encaja en que tengan procedencia de las explosiones de objetos lejanos, que van alimentando el espacio, uno tras otro.
Si no fuera gran número entre la infinidad cósmica, los objetos que llegan a tal estatus, las mediciones captadas, tendrían valores oscilantes, en vez de constantes.
Las explosiones se realizan en tiempo limitado (en relación al ciclo vital de los objetos). Emiten pues materia radiada al espacio, durante un limitado tiempo. Si no se fuera sumando materia procedente de otras explosiones asíncronas, repartidas por el espacio, las lecturas, de unos años a otros, divergirían. Además si provinieran desde un solo origen, tampoco se captarían sus intensidades idénticas desde cualquier dirección.
Pero ahora resulta que también los A N ayudan a llenar el espacio.
Acepté que éstos, se formaban por densificación de masa hasta el extremo de no permitir escape a nada, ni a la luz, de lo que se acercara al límite del radio de eventos. También acepté, que permitía el escape de partículas virtuales. Y tuve que admitir que una vez sobrepasado un tamaño límite, pudiera dar escape a un plasma desconocido, disolviéndose en el tiempo.
Pero ¿Es que tal plasma se convierte en rayos cósmicos?. En fin, tengo que suponer que no entiendo nada, o que he leido mal. Ya me direis.
Saludos del Abuelo.
