El problema es que muchos de esos a los que se les llama "tarados" parece que lo son voluntariamente. Una tara no es sino una pequeña disminución de algo, o algo que no encaja, o un pequeño defecto, en fin, que el término tiene bastantes acepciones. Por otro lado, muchos de esos presuntos "tarados" también consideran del mismo modo a otros que son distintos a ellos.
Lo cierto es que cada vez hay más fantasiosos extraños que dan pábulo a cualquier memez y, en cambio, se burlan de las cosas serias, sean las que sean mientras sean serias, acertadas o equivocadas. Lo malo es dar por válido el absurdo, el sinsentido, y muchas veces lamentablemente esto roza con lo que sucede cuando hay una deficiencia neuronal, como en ciertas enfermedades, pero no es igual que una persona tenga ese problema involuntariamente, a dar la impresión de que le gusta parecerlo. Además, lo que dice Arbacia no deja de ser una pequeña descarga emocional ante tanta actitud y comentarios ya verdaderamente cansinos.
La apariencia de tales dunas verdaderamente impresionan, y es posible que el autor intelectual de la expresión "ballenas de arena" la pronunciase en sentido metafórico, pero hay que ser prudentes con lo que se dice, y es que muchos pueden tomar esas palabras como ciertas.
