Los fenómenos de transición electrónica, responsables de que la materia emitan fotones a determinadas longitudes de onda, no son necesariamente dependientes de la temperatura.
La estrella puede estar a años luz de la nebulosa, y ésta puede emitir luz sin necesidad de calentamiento, en función de cómo el átomo que recibe el fotón se reorganiza a consecuencia de recibir ese fotón.
Si me meto en el fregao del asunto, lo que sucede es que el fotón de esa estrella, lejana o cercana, incide en nuestro átomo de nebulosa absorbiéndolo. Como todo en la vida, el estado más estable es aquel que conlleva energía. Por ello, nuestro átomo excitado tiene diferentes mecanismos de "relajarse". Desde emitir otro fotón (dando color), calentarse...
El caso que nos ocupa es cuando la reorganización da como resultado la emisión de otro fotón. Cuánticamente, lo que se produce en el átomo es una transición de un electrón de los niveles de energía más alto ocupados del átomo (HOMO), a los niveles de energía desocupados del átomo (LUMO).
De esta transición se origina el color, pues el fotón que pasa del HOMO al LUMO lo hará a una determinada logitud de onda, en función de la separación de dichos niveles.
Las moléculas que requieran de mayor energía para dicha transición, absorberán a longitudes de onda más cortas (UV), mientras que las que requieran menor energía absorberán a longitudes de onda mayores (infrarrojos)
En fin, que esto tiene mucha más miga y tampoco voy a aburriros con teorías cuánticas. Espero que se haya medio entendido
