En la noche del sábado al domingo mantuve un duelo a muerte con una formidable capa nubosa que cubrió la mitad del cielo madrileño desde eso de las 00:30 hasta las 02:30. Parecía que no se iba a ir nunca a pesar del aire. Pero por fin, la paciencia y la perseverancia tuvieron su recompensa y pude hacer estas tomas con el mak de 127 mm y la cámara ACER de 6 mpx sobre un ocular Celestron de 32 mm:

La imagen ha sido procesada con Photoshop para ajustar niveles varios.
Aquí va otra toma, del hemisferio sur, también convenientemente procesada con el Photoshop, claro:

Es increíble la cantidad de información que puede sacarse de una toma en bruto con un programa como ese. Aquí podéis ver cómo era la foto original:

Una noche provechosa. De hecho, en las dos horas que estuve esperando a que la nube tuviera a bien retirarse, tuve tiempo de desarrollar una nueva teoría de la contracción espacio-temporal local y su aplicación práctica a los vuelos interestelares. Lamentablemente, como después de hacer las fotos tenía mucho sueño, me metí en la cama y esta mañana ya no me acordaba de nada.

Otra vez será. Menos mal que las fotos salieron majas, ¿eh?