Hola a todos,
Como más o menos ha dejado entrever
Maritxu 
, creo que el principal problema se encuentra en el momento en que la afición deja de ser algo que nos hace disfrutar y se convierte en algo que (por diversas razones) nos pone de mal humor.
Y el mal humor puede venir por:
-Problemas con el equipo.
-Contaminación lumínica creciente.
-Problemas de salud.
-No disponer de un lugar adecuado de observación cercano.
-Obligaciones familiares o laborales.
-Incapacidad personal para mejorar (sobretodo en el campo de la astrofotografía, tanto a la hora de fotografiar como a la hora de procesar)
-Dificultades económicas.
-Aburrimiento (Siempre observamos lo mismo)
-Frustración al no ser lo que uno se esperaba...
Cada persona es un mundo, y cada cual sabrá lo que le afecta más o menos. También habrá quién ponga más interés en buscar soluciones a sus problemas y quién no desee complicaciones y tire la toalla a las primeras de cambio.
Personalmente, mi afición se sustenta por proyectos que me planteo (dibujar el catálogo Messier, observar y comentar las dobles más interesantes de las diferentes constelaciones, fotografiar y/o dibujar zonas interesantes de la Luna...)
Sea como sea, tengo que reconocer que al principio me costaba menos sacar el telescopio, y ahora, hay noches en que (ante mi sorpresa

) me dejo convencer muy fácilmente de dejarlo para otra ocasión con "mejores" condiciones de observación...
Y esto es normal, pero mientras sea capaz de maravillarme por lo que veo con el telescopio y de disfrutar haciéndolo... la afición estará ahí.
Y en todo caso, pues eso, como ha comentado
Chapulin: Que nos quiten lo bailao

Saludos