Algunos afortunados disponen de un observatorio, ático, terraza o patio en el que pueden tener su instrumento (el telescopio, claro) y sus complementos instalados de forma permanente. Pero otros muchos tenemos que apañárnoslas con cajas, armarios y bolsas donde el equipo descansa hasta que es empleado.
En mi caso, todo queda bien guardadito en dos bolsas:

En la grande, el m/c de 127 mm con todos sus cachivaches anexos, y en la pequeña, el trípode:

Aquí va la disposición de los distintos elementos:

Todo listo para meterlo en el armario.
¿Y vosotros?