En los láser verdes hay un peligro oculto que sorprendentemente pocos conocen, o al menos esa es mi experiencia en el ámbito en el que nos movemos.
El color verde de los punteros láser que usamos tiene su origen en un diodo láser infrarrojo a 808nm que excita un cristal dopado de Neodimio, generando como resultado una radiación láser infrarroja en los 1064nm.
Posteriormente ese haz láser se hace pasar por un duplicador de frecuencia, que lo deja en 532nm, longitud de onda que corresponde con la luz verde.
El sistema no es perfecto y deja escapar cierta cantidad de luz en infrarrojo a 808nm y 1064nm, de manera que se incorpora un filtro IR que lo bloquea. Esa radiación infrarroja original es varias veces más potente que la resultante verde.
El problema oculto viene cuando ese láser es fabricado en masa con baja calidad y para abaratar costes se elimina el filtro IR o se incorpora uno que no filtra completamente la radiación IR.
Entonces nos encontramos con un láser verde de 5mw que está emitiendo 50mW de luz IR no coherente.
El láser verde de 5mW es seguro entre otras cosas porque dispara el reflejo de parpadeo si es apuntado a un ojo. Pero el IR no es detectado por el ojo humano y ese parpadeo no se produce. El resultado es la aplicación de 50mW de haz láser IR sobre la retina sin que nos percatemos de ello.
No es necesario que os explique los efectos de un láser de 30mW o más...
Aquí podéis leer un estudio del NIST americano de 2010 sobre este tema que incluye un ensayo que muestra cómo un láser económico emite una intensa radiación IR:
https://ws680.nist.gov/publication/get_ ... _id=906138Acojona ¿verdad?
Ahora volved a jugar con un láser de 300mw...