Me uno al clan de los orgullosos ex-fumadores.
He fumado más de dos apquetes diarios, le he dado al rubio, al negro, incluso probé a fumar Habanos para intentar reducir el consumo y solo sirvió para fumar la misma cantidad pero de esa lija cortante que es el Habanos...
A los tres días de nacer mi hijo vi en TV un programa sobre el cancer de laringe en el que salían varias decenas de ex-fumadores (forzosos) hablando todos con voz mecánica usando un compresor a través de agujero que les dejó la operación... me dije que mi hijo no me vería así nunca.
Eso me dió las fuerzas para dejarlo y es una de las cosas de las que más orgullo me siento. Aun así he de decir que todos los días tengo ganas de fumar y miro con deseo los pitillos del café en la sobremesa. Pero no voy a volver a cer, sería como nadar para morir en al orilla.
Cada día que no fumas es un día ganado al 'mono' tabaquero. Al final solo te quedará eso... un fugaz deseo y un recuerdo feliz del placer que era fumar. Con eso te bastará
ánimo y no reincidas.