Con lo que voy a decir no pretendo entablar ninguna polémica, ni la más mínima, simplemente es una reflexión personal, no exenta de curiosidad.
Yo empecé mis primeros pasitos en Astronomía hace ya...demasiados años, la casa de mis padres tenía "balcón directo" al Cerro de San Blas en El Retiro de Madrid, donde se encontraba el Observatorio Nacional, hoy convertido en recinto cultural, etc. Para mí lo que allí ocurría era un misterio que me atraía como un imán. Siendo un crío falleció mi abuelo materno y de él, quizás por ser su ahijado, heredé unos prismáticos ZEISS-JENA fantásticos, aunque de 8X25. Medida demasiado justita para la Astronomía, pero suficiente para "sembrar" en mi espíritu y ánimo lo que años más tarde fructificó en una apasionada afición que me ha llevado bastante lejos.
Si tomamos cualquier libro algo serio de un tiempo escaso atrás, todos tienen una serie de factores comunes, y uno de ellos en particular es esencial: buscan enseñar los rudimentos de la Astronomía.
Hoy en día, cualquiera de nosotros podemos comprobar como son muy pocos, o al menos así me lo parece a mi, los que quieren aprender esos rudimentos antes de empezar a "especializarse" en alguna modalidad. Sin necesidad de salir de esta Web, es impresionante el número de mensajes que vienen a afirmar que aún no sabiendo nada o casi nada de Astronomía, ya quieren hacer una fotografías impresionantes las cuales, en realidad, no están al alcance del 99% de los aspirantes a lograrlas.
Realmente, me gustaría saber por qué de tal obsesión. La cantidad de posibilidades de otras modalidades dentro de la teoría-práctica astronómica es muy considerable. Pues no, es como si fuese la única opción.
Yendo ya a la cuestión que planteas, NEOZENIT, puedo hablarte de esos compactos. Por el hecho de ser S/C ya tienen una serie de ventajas: cerrados, lámina correctora que mejora las imágenes, tamaño contenido (5, 6 y 8 pulgadas) en tubos cortos que se pueden guardar en cualquier rincón, tratamiento Starbright XLT que incrementa el contraste, focales intermedias (son chicos para todo), montura con GO-TO que elimina cualquier esfuerzo superfluo, sistema SkyAlign y 40.000 objetos en la memoria.
Hay una actividad que suele molestar bastante cuando se le aplica a alguien: "astronomía de salón". ¿Y esto no lo es aunque se haga en el campo? Se elimina la Astronomía de posición, se elimina prácticamente la puesta en estación del telescopio, no hace falta aprender a buscar, localizar e identificar, objeto alguno pues con introducir sus coordenadas ya preestablecidas el instrumento se encarga de hacer el trabajo... en fin, que no sé cómo calificar este tipo de actividad.
Lo peculiar del asunto es que más adelante, cuando se supone que los conocimientos van a ser ciertos y serios, y se quiera empezar con una fotografía que sí merece la pena y el esfuerzo, tanto económico como intelectivo, se dará la circunstancia de que habrá que retrotraerse a momentos que se creían superados.
Para lograr esas instantáneas tan espectaculares hay que comenzar por saber poner en estación el telescopio pero con absoluta precisión. Es decir, hay que saber astronomía posicional, pues si no a los 10 minutos de exposición habremos logrado un montón de rayitas.
¿Esto invalida a tales instrumentos? No, no necesariamente, es más pueden ayudar a superar ciertos pasos, penosos a veces, si no se tiene a alguien experto al lado para ir corrigiendo los errores y evitar caer en los famosos "vicios" que tanto afectan a muchas actividades, pero una ayuda no debe ser una exclusión.
Realmente funcionan bien, proporcionan imágenes razonablemente buenas sin ser las de un apocromático, y por ello, y para quienes no tienen tiempo, espacio para guardarlos, o ganas de añadir un trabajo al ya obligatorio, pues resultan de utilidad.
Si, por el contrario, su propietario se anima a profundizar en la práctica real de la afición, pues tendrá un útil instrumento, al menos durante un tiempo. Además, con todo lo que contienen, son razonablemente económicos.
Un saludo

Javier.