Ya que mi aportación al foro, en cuanto a conocimientos u orientación, es praticamente nula, lo cual espero que cambie a medida que pase el tiempo, he pensado que al menos puedo escribir sobre mis cagadas, con el deseo de entretener, o al menos de mostrar lo que No hay que hacer al personal. Animo a que el resto cuente también sus 'hazañas' astronómicas más ilustres sin sonrojo (estas cosillas con el tiempo se recuerdan con cariño:wink: ), pues es seguro que quién más quién menos ha sido protagonista de alguna (estoy convencido de que incluso Galileo miró alguna que otra vez sin quitar la tapa del tubo, la cagada clásica entre las clásicas

Voy a contar tres anecdotillas;
nº1 Primera observación de lo que se suponía que era Jupiter y que resulto ser un avión y sus luces de posición. Se acercaba en nuestra dirección y pensabamos que era el mencionado planeta y dos de sus lunas, una a cada lado. Hablo en plural porque un amigo miraba también y nos reafirmabamos el uno al otro: sí, sí, mira los satélites, ¿los ves? nos deciamos el uno al otro. Claro, cuando el aparato se acercó lo suficiente reconocimos su auténtica naturaleza y flipamos.
nº2 Esta vez fuí yo solo el 'maestro de ceremonias'. El cielo estaba nuboso y hacía viento, por lo que las nubes se movían perceptiblemente. El caso es que ví un puntito luminoso que se desplazaba sobre el fondo estrellado (eso pensaba yo) y afirmé todo henchido de conocimiento astronómico-mira, mira, un satélite, voy a ver si soy capaz de cazarle con el telescopio! Entonces comencé, con las grapas de los ejes sueltas, a intentar resolver tan ardua tarea pero no lo conseguía, a lo que exclame ¡es que se mueve muy rápido, no puedo seguirle! No era un satélite, era el efecto óptico producido por el movimiento rápido de las nubes, y se trataba de una estrella, la cual por supuesto no se movía. Esto me hizo perder algo del poco prestigio astronómico que tenía

Pudiera decir en mi descargo que en los casos anteriores fuera posible que me encontrara bajo los efectos de cierto tipo de sustancias o hubiera ingerido cantidades altas de alcohol, pero debo decir, para más vergüenza

nº3 La última fue este fin de semana pasado. Me desplazé 168 kms para realizar observaciones en un lugar perfecto, Bonilla (Cuenca). Sólo que había un 'pequeño' inconveniente, la Luna estaba llena. Por mi ansia desatendí las advertencias de ir y me encontré con lo que todos sabreís. Me hizo mucha gracia conducir los 168 kms de vuelta.
Creo que mi capacidad de observación, por ahora, es la de un borracho mirando a través del culo de un vaso lleno de brandy.
Vamos cofensad vuestras más bochornosas experiencias astronómicas causadas por la negligencia, el descuido, la imprevión o la ignorancia.