Queda claro que usando las tablas logarítmicas, podemos calcular raíces quintas, por ejemplo, en base a rebajar dos veces el grado exponencial, para pasarlo a dividendo la primera vez y a minuendo la segunda.
Pero la cuestión es que no da una explicación del método intuido para hallar las equivalencias.
Se han confeccionado tablas manualmente, ampliando en continuos trabajos la extensión abarcada, hasta 30.000 en el caso de Sanchez Ramos y en la actualidad, sin duda existirán valores muy superiores, amén que mediante los ordenadores, pueda superarse cualquier cifra.
Se confeccionaron las reglas de cálculo, graduadas en escala logarímica y posteriomente las calculadoras de bolsillo y por ende los ordenadores. Todo aprovechando esta cualidad simplificadora de operaciones aritméticas, y si no queremos calentar la cabeza, las usamos y punto.
A mí me gusta saber el porqué de las cosas.
Saludos del Abuelo.
