Los ingenieros que manejan la sonda Phoenix se han encontrado un problema serio: las muestras no llegan al horno de análisis pues el sedimento se apelmaza mucho mas de lo esperado. El brazo recoge una muestra de sedimento con el cazo, vierte el contenido sobre una criba y, por vibración, debería pasar al interior del horno (TEGA, Thermal and Evolved-Gas Anaylzer) solo la fracción fina del sedimento. El problema es que el sedimento se ha apelmazado y no ha pasado suficiente muestra como para efectuar los análisis.
La solución que proponen para el proximo análisis es usar una nueva celda, pero en vez de volcar el contenido del cazo van a agitarlo para que vaya cayendo poco a poco sobre la criba mientras esta vibra.
En la imagen animada se ve el efecto de antes y despues de la vibración de la criba
