Esta es una explicación filosófico-matemática de una transformación.
Tomároslo despacio y como lo que es, si puede ser, un poco tocadito. Pero no me llaméis borracho.
Todos sabemos cómo hallar la energía de una masa determinada, en esta exposición no hace falta hilar muy fino en cuanto a velocidades, momentos, etc., así que tomaremos solamente la sencilla fórmula de E= mc^2. Todos sabemos también la fórmula de la esfera, que es un volumen, como la energía no tiene geometría diremos en este caso que 4/3Pi0^3= 0, no le deis vueltas a la fórmula, seguro que no es correcta, lo que quiero decir es que el volumen de la energía es 0, no lo confundamos con el volumen de energía que pueda producir una central determinada, y no hagáis mucho caso de momento.
El reloj está triste, pero sólo aparentemente
Habréis visto que en la firma de carlos reza: “el abuelo”, ahora imaginaros que en la mía reza: “el jovencito”. Imaginaros también (imaginación que no falte nunca) que Carlos y yo pesamos los dos lo mismo: 70 Kg, pues bien esos 70 Kg tienen la misma energía según E=mc^2, ya tenga Carlos 10 años y tenga yo 200 años y viceversa, ¿qué nos está diciendo esto?. Esto nos está diciendo que el tiempo realmente no existe cuando hablamos de energía, porque la propia energía es una transformación de la masa, es el producto de su valor por una magnitud de longitud relacionada con el tiempo, como lo es la velocidad de la luz.
Dado que la energía es una transformación de la masa y esta es a su vez una transformación de energía, como en estas transformaciones matemáticas está implícita una unidad que es constante sea cuál sea la masa o la energía a transformar, nos lleva a concluir que el tiempo no pasa ni para la energía ni para la masa, pues las dos llevan implícito una unidad de longitud semejante en sus transformaciones.
¿Porqué pues envejecemos?. Para responder a esto hay que pensar primero que la masa y la energía son elementos de los que estamos constituidos, pero ni la masa ni la energía entienden de apariencias físicas, su naturaleza es ajena a ellas, lo material, lo aparente, envejece por unos procesos fisio-biológicos que no vienen al caso, o sí, porque al final lo que fuimos materialmente se transforma en energía, pero a esa energía desprendida, que ya estaba potencialmente en la materia, le da igual que nuestra apariencia fuera una u otra, ella es, en mayor o menor medida, la misma, ni joven ni vieja, como la masa, no así su apariencia.
Y es que, como se suele decir, las apariencias engañan. Como E= mc^2, y el principio de exclusión de Pauli se nos carga a los fermiones, deberemos quitar la masa, sólo nos queda saber qué valor de energía hay en esa propia masa, por lo tanto la masa: m= E/c^2, y esto se cumple sea cuál sea el valor de la masa, por ello dos masas cualquiera con valores distintos caerán al mismo tiempo a la tierra, porque la naturaleza no hace distinción entre el valor de las masas, son energía, y la energía no hace distinción entre masas jóvenes y viejas, la energía no envejece como la apariencia de la masa, se transforma al igual que ella, sólo envejece lo que es aparentemente joven, y sólo rejuvenece lo aparentemente viejo.
La Energía inmutable
Ahora, ya podéis hacerme caso, pero no gastéis mucha energía, tengáis la edad que tengáis, es el baluarte de vuestra juventud.
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saludos
