En algunos telescópios, el muelle que mantiene en su sitio al espejo secundario está situado al revés, es decir, por dentro del soporte, cuando debe ir por fuera: tirando del secundario contra el plano que forman los extremos de los tres tornillos de colimación. Si el muelle estuviera por dentro, además de no servir para nada, complica mucho la colimación pues es dificil saber si el soporte del secundario está descansando bien sobre los tres tornillos o no.
Si no hay muelle y cada vez que se ajusta un tornillo de colimación hay que soltar y reapretar el central, es buen momento para modificar el sistema añadiendo, por fuera, al tornillo central, con una arandela, un muelle lo suficientemente fuerte para que mantenga bien en su sitio al soporte del espejo. Con ello aseguramos que el contacto con los tres tornillos es perfecto, además de que la colimación se facilita mucho.
Una imágen vale mil palabras:

Saludos