Las próximas generaciones de aparatos televisivos, podrían incorporar un nuevo elemento traductor olfativo.
Como la percepción de los olores nos es factible por llegarnos a través del aire partículas vaporizadas de productos químicos, incorporando en las emisoras televisivas una Nariz electrónica, sus señales podrían transmitirse conjuntamente con las de sonido e imagen, o independientemente.
Los aparatos receptores, incorporarían otra Nariz electrónica captando las señales eléctricas recibidas y pasarlas a través de sensores ubicados en siete depósitos alimentados cada cual por su olor característico:
1- alcanfor
2- almizcle
3- flores
4- mentol
5- éter
6- vinagre
7- pútrido
Las señales de origen captando el aroma ambiental, representativo de las imágenes a transmitir, a través de la Nariz electrónica de emisión, serían traducidas por la nariz de recepción la cual, permitiría la mezcla de los olores básicos a tenor de los impulsos recibidos.
La vaporización instantánea de moléculas odoríferas con su mezcla, reproducirían el olor ambiental original.
Sería un nuevo paso para influir en el ánimo del espectador, equiparando olor con sabor. Y un recurso que a no dudar, aprovecharían las Empresas Publicitarias.
¿A que disminuirían las escenas y chistes escatológicos?.



Si complicado resulta transmitir por ondas unas partículas atómicas, (orden un millón de veces más energéticas que los fotones) parece de momento imposible extrapolar el tacto, (como transporte másico) que requeriría un orden superior al billón.
Saludos del Abuelo.
