Pues al final me decante por el plan C: Observar tranquilamente, pero sin contrapesos (no es nada recomendable, por cierto).
Así que monté el tubo en la montura. Sabía que me esperaban momentos complicados en cuanto tocase el telescopio, así que con algo de miedo y recelo me mantuve alejado de él. La verdad es que el cielo estaba de vicio. Con cielos así, disfruto lo mismo mirando a ojo desnudo o con los prismáticos 7x50 que con el telescopio. Y eso hice largo rato.
Pero finalmente llegó el momento. ¿Para algo había traído el teles, no? Pues a darle caña. Lo puse en estación a ojo, sin molestarme mucho por la precisión. E intenté cazar algunos cúmulos abiertos típicos y campos estelares, a pocos aumentos. Cosa harto complicada con el telescopio sin equilibrar el peso, porque al soltar los candados de AR y DEC sale disparado. Así que, en posturas imposibles, tuve que hacer fuerza yo mismo para que se moviera poco a poco y para no irnos al suelo los 3 (montura, tubo y yo). Lo peor era cuando una vez encontrado lo que deseaba, tenía que mantener la fuerza, a la vez con una mano volver a ajustar los candados de AR y DEC, y todo ello sin que se me escapase del campo de visión lo que deseaba observar.
Una de las veces, se me escapó el tubo y ...

Fue un pequeño susto, pero no me di por vencido todavía.
Posteriormente decidí hacer una visita a la región de la osa mayor. Desde ese monte se ve muy bien, y la oscuridad prometía. Desde Beta UMa, me dirigí hacia Gamma UMa tocando sobre todo la rosca fina de A.R. y mirando directamente por el ocular, a 37x. Y lo encontré! La nebulosa del búho, M97. Para los que no la conozcáis, se trata de una nebulosa planetaria, bastante puñetera porque a pesar de que está en un sitio fácil es dificililla de ver. No se distinguía los detalles internos característicos con mi 6", parecía una mancha de apariencia redonda y difusa. Es poco brillante, y como mejor se distinguía era al mover el campo de visión con el mando fino.
Estuve un rato intentando captar algún detalle, pero si bien a veces me parecía encontrarle alguna irregularidad, la verdad es que el contraste con el fondo era muy justito como para afirmar nada, y el cansancio estaba haciendo meya.
Al final desistí de observar más con el teles, y me dediqué un rato más a contemplar el cielo. Toda la porción del cielo desde el norte hasta el oeste estaba muy bonito. Casiopea, Perseo, Tauro, Auriga, Geminis, Orión, Canis Major ... en todo su esplendor.
Finalmente, con el tubo, montura y todo lo demás lleno de escarcha, me fui con celeridad antes de quedarme congelado o de que le sucediese una catástrofe a mi querido tubo. ¡Que frío hacía!
La verdad, no me esperaba hacer gran cosa sin emplear contrapesos, pero con un poco más de esfuerzo logré algo. Sin duda, valió la pena quedarme a observar.
Saludos, cielos limpios y noches cálidas
