Holaaaa, quiero contar una pequeña historia de cómo uno de esos refractores "patitos feos", puede llegar a convertirse en un refractor "chulín" útil aunque sólo sea como tubo de guiado.En un tiempo ya muy lejano,
compré uno de esos "telescopios gran superficie de 60 mm con capacidad para 575X". Me costó 12.000 "pelas" del alma (72 € para los más jóvenes) y después de largas noches sin lograr nada comprensible de lo que veía (
) a través de él, llegué a la conclusión de que para desarrollar mi afición necesitaba otra cosa. Así que el instrumento empezó a gozar de un merecido descanso como adorno en mi gabinete de trabajo. Hacía hasta bonito verlo en una esquina y daba un aire cosmopolita a la habitación. Así transcurrió su existencia plácidamente durante años, sin desgaste y sin sustos, el aparatito parecía siempre como nuevo.Yo, por mi parte, me iba haciendo más viejo y no sé si más sabio o más zorro, la cosa es que esporádicamente solía situar al pobre "patito feo" junto a los presuntuosos "hermanitos" de mayores proporciones, aberturas, calidades, etc., y siempre, siempre, el pobre acababa volviendo a su rincón junto a un gruñido mío con la imprecación "pero qué desgraciaito eres". Y así hasta que llegó un día el "Hada Imaginación"
y se me ocurrió hacer lo que sorpresivamente nunca hice cuando era pequeño: ¡destriparlo!Con las piezas en la mano lo primero que me encontré fue que el enfocador estaba diafragmado con un "agujerico" justo antes del foco y por el que apenas podía pasar un garbanzo. Le dije entonces: "ahora comprendo por qué eres tan flaco, si es que no puedes tragar-luz" Así que ni corto ni perezoso, agarré un cuter y ¡hala! a ir rebanando el "bujerico" hasta dejarlo del mismo diámetro que el resto del enfocador.
Además, las holguras en el recorrido del pobre enfocador fueron fáciles de eliminar, y es que la cinta aislante en la dosis correcta hace virguerías. Así ya había logrado dos cambios importantes, pero todavía era posible algo más. El ajuste del enfocador pasó por un poquito de grasa de litio y un retoque en el ajuste de los tornillitos y ¡violà!. Pero aún se podía ir más lejos, y es que el parasol que es de plástico, --¿qué raro, verdad?
--, era tan brillante por dentro
como por fuera, así que era imprescindible hacer algo al respecto: un poquito de lámina de goma negra totalmente mate hizo el resto.Y llegó el momento de probar los resultados. El tubo tiene una salida de 1 pulgada, así que le fabriqué una chapucilla adaptadora para poder usar oculares de pulgada y cuarto. Coloqué un MEADE QX de 15 mm con 70º de campo aparente, que me daban 53X (F= 800), "unos lagrimoneeesss", porque ¡¡¡funcionaba!!!.
El "patito feo" servía bien, servía para algo. Probé a ponerle la tapa del objetivo diafragmada y, ¡¡¡ estrellas como puntas de alfiler !!!, ¡anillos de Airy alrededor! fondo oscuro, negro, pero ofreciendo un contraste inusitado, había nacido "chulín". Desde entonces he venido dándole diversos usos, por ejemplo, como buscador aparte y con bastante fortuna, pues ayuda su paupérrima montura AZ-2, pero que es muy ágil y facílisima de manejar.
Sólo tiene un "pero", y es que la óptica sigue siendo la misma y en eso no he encontrado forma de cambiar sus características. Así que, la capacidad máxima de aumento no rebasa los 100X, pero el aumento de resolución (en su caso los 60X) es un placer por las buenas imágenes que ofrece.
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado, de modo que ya lo sabéis, quienes tengáis algún trastete así abandonado encima de un armario, en algún rincón del garage, perdido en el fondo de un baúl, o en cualquier otro escondite, podéis sacarlo y a destripar el juguete, posiblemente quedaréis encantados de hacerlo.
Saludos.







