
Como ayer y hoy se habla mucho de eclipse pongo un capítulo del libro ¿Cada cuánto hay que echar a lavar un pijama? de Luis Piedrahita. Edita el 2006 por Santillana Edigoriales Generales, S.L.
Muy recomendable su compra.
Los eclipses
Otra pequeña chapuza cósmica.
Se ha hablado mucho de los eclipses, pero nadie ha dicho la gran verdad sobre este fenómeno del cosmos: los eclipses son un timo. No es tan fiero el -eclipse como lo pintan. Siempre decepcionan y la culpa es de la tele que está calentando tres días antes: «¡Es un eclipse total! ¡Un eclipse anular ... ! ¡Sucede cada doscientos años! ¡Uuuuh, que viene el eclipse, qué miedo! ¡No se puede mirar al Sol, hay que ponerse gatitas ... !».
Eso me indigna. ¿Por qué prohíben mirar al Sol cuando está tapado por un eclipse y dejan que miremos
al Sol el resto de los días? Entonces, ¡que prohíban mirar al Sol de noche ... , que ni siquiera está! El problema mayor es que, como lo prohíben, te apetece mucho mirarlo.
-¡No miréis al Sol!
-¿Adónde?
Y ya has mirado.
Para mirar el eclipse hay que ponerse esas gafas de cartón indignantes que hacen que me revuelva en mi propia tumba. Vamos a ver ... Si el próximo eclipse es dentro de diez años, ¿por qué hacen las gafas de ese cartón tan para tirarlo. Es como si le pones a un coche cinturones de seguridad de papel higiénico ...
Esas gafitas sirven para ver dos tipos de cosas, las dos suceden cada diez años y las dos son un fraude: eclipses y películas en tres dimensiones: La muerte de Freddy Krueger; Tiburón 3 ... ¡A ver si va a ser cosa de las gafas!
La culpa es de la tele. Tú sales a la calle y ves un eclipse que es una birria. Pero luego lo ves por la tele y es un eclipse que se cagan las culebras, parece el día del fin del mundo. Se ve la Luna pasando por delante del Sol... Incluso en Antena 3 se vio el triple eclipse, que es cuando
delante del Sol se pone la Luna y entre la Luna y la cámara se pone María Teresa Campos.
En la tele el eclipse es más digno porque salen un montón de astrónomos con batas blancas. Siempre me he preguntado para qué necesitan los astrónomos las batas blancas ... ¿Qué pasa? ¿Que les salpican los asteroides?
Cuando ves a los astrónomos en la tele, se les nota en la cara que toda la vida han sido los pardillos de su clase Y de repente, cada dos siglos, tienen sus cuatro minutos
de gloria.
-¡Somos astrónomos, tenemos batas blancas y nos vengaremos de todos vosotros por estos años de mofa!
-¡No, no, por favor! ¡Explicadnos el eclipse!
-Está bien. Para ver el eclipse hay que ponerse estas gafitas de cartón. Jijiji ... !
Para mí que las gafas ridículas fueron una idea de ellos.
La tele está a favor del eclipse por una cosa muy clara... Porque son imágenes muy chulas. Pero tiene un inconveniente... El eclipse no es ni bueno ni malo. Es como retransmitir un atardecer. No puede haber nadie que condene el eclipse, nadie que esté a favor, no puede tener repercusión en el Congreso ni puede ser culpa del Gobierno.
La gente lo ve como algo romántico ... Pero de eso nada. El eclipse es una falta de organización. ¡Es una chapuza! La Luna que pasa por delante del Sol a las once de
la mañana ... Vamos a ver, ¿qué hace la Luna pasando por delante del Sol a esas horas? Eso no tenía por qué estar ahí. Que pase cada diez años no es excusa. Es como si te montan una cocina y un cajón no lo puedes abrir porque choca con la puerta de un armario. Y el tío te dice: «Cada diez años monto una cocina asÍ>>.
Menos mal que pasa la,Luna entre la Tierra y el Sol. Un día va a pasar, el Sol entre la Tierra y la Luna y vamos a tener un disgusto. A ver con qué gafas vemos ese eclipse.
Lo único bueno del eclipse es que es puntual. Si los astrónomos te dicen que es a las diez cuarenta y cinco, si te paras a comprar palomitas te lo has perdido.
Hay que valorar que sean puntuales porque son grandes astros. En España vas a ver un concierto de Bustamante, que va de estrella, y tarda media hora en salir. El eclipse te dice que a las diez cuarenta y cinco, y a las diez cuarenta y cinco empieza clavado. Eso sí, no le pidas bises. Que hay gente que se emociona viendo el eclipse y, cuando termina, se ponen a corear: «¡Otro, otro, otro!>>.