
Se colocan dos móviles uno frente al otro, separados por un huevo de gallina, natural, crudo. Llamamos desde un teléfono al otro, y los dejamos que se comuniquen.

Al cabo de unos veinte minuto, puede notarse que se ha calentado algo el huevo, pero al cabo de una hora, ya disponemos del huevo duro.

Hemos cocido al huevo con las ondas telefónicas, de la misma manera que podíamos haberlo hecho, con el microondas.
Consejo para cerebros en formación:
"Huid de llamadas por móviles, superiores a veinte minutos de duración". (Lo agradecerá el cerebro y el bolsillo).

Saludos del Abuelo.
