Puesto que tengo acceso a las herramientas adecuadas, me lo he hecho yo solito a partir de olvidados retales de plástico, metal y tubos que dormitaban por la fábrica.
Hasta aquí, como ven, no aporto nada nuevo a lo que es el soporte del buscador en sí (salvo la evidencia de mi nula capacidad para hacer agujeros centrados). No sean impacientes, que lo novedoso pronto llegará.
De todos es conocida la principal ventaja que aporta un buscador láser: un apunte rápido y sencillo al objetivo en cuestión (siempre que éste sea visible). A esto se añade la fácil colimación del láser: para que el rayo apunte al centro del ocular: basta con poder visualizar dicho rayo a través del ocular (incluso es suficiente con intuirlo), a partir de este punto y sin separar la vista del ocular ajustaremos los tornillos de colimación para mover el extremo del rayo al centro del ocular (se ve perfectamente a través del ocular). Nótese que para ello no hace falta "cazar" previamente estrella ninguna.
No obstante, este tipo de buscadores adolecen de una serie de desventajas hasta cierto punto serias, a saber:
1) Sensibles al frío
2) Molestar al vecino
3) Consumados devoradores de pilas
El primer problema puede solventarse retirando el láser cuando no se utilice y guardarlo cerca nuestra, en el corazón (el bolsillo de las camisas viene al pelo para ello). Otra friki-opción es ponerle unos paños calientes eléctricos tipo a los dispositivos activos anti-rocío, pero eso es otra historia.
El segundo problema sólo se presenta cuando hay vecinos. Con pedir permiso amablemente para su uso será suficiente.
El tercer problema es el que me ha llevado a la búsqueda del Santo Grial, y he aquí que me he construido un pequeño regulador de tensión a 3V para alimentar el láser a partir de las baterías que mueven los motores de la montura. La tensión de las mismas es irrelevante puesto que el regulador se encarga de convertirla a unos más que estables 3V (dispondremos de mayor estabilidad que con las pilas).
Ahora bien, ¿cómo alimentar el láser?. Dado que en el lugar donde trabajo hay tornos, me hicieron un cilindro hueco con la rosca adecuada para el láser. El hueco lo ocupé con un cilindro menor de plástico y en el eje un clavo. A esta clavija alimentadora le di poco cable para poder soltar y meter todo el conjunto en el bolsillo cómodamente sin tener que andar desenroscando la cabeza del láser. He aquí el invento:
No obstante, hay otra solución que evita el uso del torno. Tómese un viejo bolígrafo BIC, córtese a la longitud de algo menos de dos pilas AAA. Por el hueco introducir un clavo unido a un cable (será necesario utilizar cinta aislante para conseguir un buen ajuste). Tomemos el muelle y unámoslo al otro cable. Ahora se practica un pequeño agujero en el extremo del portapilas del láser (es lo más doloroso) por el que saldrán los cables. Al introducir el dispositivo en el portapilas y roscarlo, la cabeza del clavo hará contacto con el muelle central del láser y el muelle que hemos colocado con la carcasa, de este modo ya podemos alimentar desde fuera al láser.
He aquí un esquema:
¡OJO CON LA POLARIDAD! En mi caso la carcasa es el polo positivo, pero bien pudiera ser lo contrario en otros punteros láser. Para comprobar la polaridad no queda sino verificar la orientación de las pilas. (Es muy posible que el láser traiga protección para polaridad invertida, ya que es el usuario quien coloca las pilas. De todos modos es un experimento que no haré, al menos conscientemente).
Finalmente, aquí tienen VM el esquema del circuito regulador, junto con unas instantáneas del mismo. Le añadí un interruptor y lo metí en una pequeña caja obteniendo así un cómodo "interruptor de pera". Puesto que la caja es transparente, veo la luz del led (puede hacerse lo mismo con un bote traslúcido de película fotográfica) y así sé cuándo estoy alimentando al láser: el utilizar dos interruptores en serie sin ningún indicador por medio puede dar serios quebraderos de cabeza.
Como queda demostrado, ya no necesitamos pilas, lo que agradecerán nuestros bolsillos y el planeta.
Con Dios
