Al llegar a casa tras la cena a la espera que me viniera a buscar me di cuenta que el cielo era tremendamente transparente, y que el viento ya casi había parado completamente, y la duda surgió: ¿y si fuera a hacer observación o incluso fotografía con el telescopio? Pero bien, era un sábado noche y eran “barracas”, lo dejamos por otro día. De todos modos cogí el trípode fotográfico y los prismáticos Baader 15x80 por si acaso ala vuelta quisieramos hacer algo.
Finalmente, sobre las 3, con un montón de peluches (que ya teníamos!) a las manos y algún cubata por parte de quien no conducía (es decir, por mi parte) volvimos cabeza a nuestro Palafrugell natal, no sin parar en Casavells (cerca de la Bisbal d'Empordà) dónde Lluís tiene una masía. Hacía muchas semanas que quería ir a ver si aquella masía seria una buena opción por hacer observación astronómica, pero nunca había ido allí por la noche por comprobarlo, hasta ayer.
Virgen María, qué cielo! Todo y la proximidad de varias poblaciones, a partir de unos 20º en todas direcciones el cielo era increíble: esto si, el frío también! Salí del coche y lo primero que vi fue un meteoro que atravesaba Canis Major. “Qué suerte” pensé, pero es que al cabo de 5 segundos vi otro de idéntico! “Carai, empezamos bien!” y es que Lluís aún no había salido del coche! Cojo el trípode del maletero del coche, lo despliego y mientras íbamos mirando hacia arriba y charlando un bólido enorme atravesó el cielo por la Ossa Menor. “Uala nen!” dijimos los dos a la vez, además que dejó una estela visible durante unos segundos. Cuando ya tuve los prismáticos en el trípode ya habíamos visto 6.
Una vez montados los prismáticos fuimos a trabajar. Hace falta tener en cuenta que Lluís no había mirado nunca al cielo a través de unos, y mucho menos como aquellos (un día le tengo que sacar el telescopio). Apunté hacia la nebulosa de Orión M42, que se veía espléndida; posteriormente Pléyades M45, el doble cúmulo de Perseo, la galaxia de Andròmeda M31 y finalmente el cúmulo del Pesebre M44 en la constelación del Cangrejo, muy cerca de Saturno, que con los prismáticos se veía ya con la forma ovalada característica a pocos aumentos. Aprovechamos un rato más para identificar algunas constelaciones y cerramos sesión al cabo de unos minutos, más que nada por la frío que hacía! Insoportable! Eso si, nos lo pasamos muy bien y pudimos disfrutar un rato de los meteoros, ahora que ya sé que justamente era el máximo de las Tauridas sur, algo de Tauridas norte y las Orionidas.
Lluís seguro que repite!
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