mi nieto que tiene 7 años) entre una serie de libros: cuentos, trabajos manuales, dibujos, exóticos (esos que abres y se despliega un castillo en 3 D)..., pero él, sin dudarlo, pidió un libro de Astronomía. Desde entonces, me sorprende con preguntas sobre las auroras boreales en Saturno, agujeros negros, tamaño del universo..., a las que contesto intentando situarme a su altura de comprensión y edad. Hasta ayer que me hizo la más dificil de las preguntas; pregunta que un día yo mismo me hice y tardé bastante tiempo en encontrar la respuesta: Mis padres me comprarán un telescopio, ¿qué telescopio elijo? Y este es el dilema. Para un niño ilusionado con el espacio por qué puerta le invitamos a entrar. Un refractor puede ser la solución para que se inicie con el Sistema Solar, además no tiene problemas de colimación, aunque esto puede no ser un problema si se trata de aprender y además un reflector le puede llevar más allá de nuestros planetas. Una montura Dobson es posiblemente una solución interesante por su facilidad de movimientos. Y, ¿de que embergadura (objetivo, distancia focal, etc).
Creo que lo importante es que no se desilusione en su primera experiencia aunque, para ello, procuraré asistirle lo más posible.
¿Alguien ha tenido este dilema y puede ayudarme?.
Gracias y saludos. Moisés Rojas





