
Bueno, pues voy a añadir otro capitulillo al tema. En este verano, "husmeando, cual chucho en busca de un chusco de pan" por ciertos sitios de segunda mano en Internet, acabé por tropezar con algunos indicios en instrumentos sospechosos de encerrar "petróleo". Más o menos una parte se me escapaban económicamente aunque no eran especialmente caros y entre los más baratos había mucha paja y poco grano. Pero fue en este grupo donde encontré "el chollo".
Voy pasando ofertas tras ofertas cuando ¡alto! "¡quieto parao!" ¿Y esto? Una foto, dos fotos, un instrumento de 60/710 marca ALSTAR, sin estrenar, serie LEO, o sea, completamente descatalogada. Bueno, pues a ver quién es el afortunado vendedor. Llamo, unas preguntas sencillas, y... ¡vamos a darnos los datos!
Unos días después me llega una caja tirando a pequeña, dentro una preciosidad con montura AZ-2 de horquilla y un trípode de madera en color madera. Lo voy sacando por partes. El tubo no tiene ni una sola pieza de plástico. El parasol es de aluminio y va roscado, el grupo óptico más de lo mismo y no es un Fraunhoffer, el enfocador totalmente metálico, pavonado negro por fuera y nada de pintura "al gotelet", sin holgura alguna
y de cremallera corta cromado y con alargador interno también cromado y con tornillo mordaza. Las sujeciones laterales a la horquilla totalmente metálicas, al igual que la varilla de enfoque fino, perfectamente ajustable.
Miro la etiqueta de la Marca con los datos, nada de papel metalizado como es habitual en los telescopios pequeños y/o de gama baja, el texto en perfecto relieve, y abajo un visible Made in Japan.
La montura bastante aceptable, bien acabada y rematada y el trípode bonito aunque poco estable como suele ser habitual en estos instrumentos. Pero todo sin haber sido usado nunca. Los accesorios en sus envolturas y estas sin abrir. Un sólo ocular, un Huygens 25 mm en cuyo cuerpo enteramente metálico también figura la palabra Japan, esta vez en solitario. Dos filtros, lunar y solar de cristal y cuerpo metálico roscables al ocular (obviamente el solar nunca lo usaré) y un prisma erector impecable. Al trípode le apliqué una buena capa de aceite de linaza para que absorbiera bien y la humedad no lo afectase. Solución ésta mucho mejor que un barnizado, pues no afecta en nada al deslizamiento de las partes constitutivas de las patas.
Faltaba probarlo. En la nariz ya notaba los cosquilleos de lo que luego fui comprobando: excepto con la Luna ¡cero cromatismo! y con ella en el campo un hilito muy fino visible por momentos nada más y, dependiendo de los oculares empleados hasta nada de presencias extrañas. He de aclarar que el tubo tiene salida de 1 pulgada, pero dispongo de adaptador para uso de oculares de pulgada y cuarto.
Le busqué las cosquillas, y lo enfoqué hacia Vega, con un ocular burgess/TMB de 7 mm, 100X, ¿qué vi?: una bola perfectamente definida, perfectamente puntiforme, con un suave anillo de difracción alrededor. Eso me indicaba que está perfectamente colimado, pero ni rastro de cromatismo, y ni rastro de astigmatismo.
Probé, más tarde con un ocular de gran campo que no incorpora un aplanador: un Meade QX 15 mm serie 4.000, 70º de campo, 47X, sólo un ligerísmo coma se podía percibir en el mismo límite del borde del campo. El resto era una maravilla de objetos puntiformes, brillantes y contrastados contra un fondo oscuro (es un f/11'8).
Hoy está sobre una montura EQ2, adaptado mediante algunas chapuzas pues no es fácil encontrar anillas adecuadas para él, ya sean de 60 o 70 mm.
Y ahora viene el final. En la caja está el precio que pagó el anterior propietario, esta en pesetas: ¡47.500!, es decir, al cambio 285 euros, pero de hace 15 años. La cuestión es que el vendedor tuvo el detalle de adjuntarme el documento de la garantía, y ahí se comprueba que lo adquirió en 1995. A esa fecha hay que añadir aproximadamente un par de años más desde su fabricación: los pedidos se suelen hacer anualmente, y para poder enviar los instrumentos tiene que estar elaborados. O sea ahí entrarían esos dos años.
Y ahora viene la gran cuestión: ¿Cuánto pagué por el?: ¡62 euros!, 50 por el instrumento y 12 por los portes.
Compré un pequeño patito bonito de Marca poco apreciada. Pero, ALSTAR hasta donde yo sé, no es fabricante sino comercializadora, y hace años era empresa japonesa y comercializaba productos japoneses ¿de qué Marcas? ¡Ah! eso habría que averiguarlo.
